Según se ha publicado en diversos medios, el Ministerio de Agricultura (MAPA) está trabajando en un nuevo borrador, el séptimo, de proyecto de Real Decreto sobre el paquete lácteo para introducir algunas modificaciones y para consolidar en una sola norma legislativa las tres patas del mismo: contratos, organizaciones de productores e interprofesional, con la finalidad de tener una mayor claridad jurídica.

Después de muchos meses de negociaciones y de seis borradores redactados, unidos al demoledor informe de Competencia sobre el citado proyecto de RD, se ha ido suavizando la redacción del mismo, borrador tras borrador, y paralelamente ha ido bajando el listón de los objetivos.

Dos inicialmente importantes requisitos de los contratos lácteos que se han quedado por el camino son la cuestión del aval y la limitación del precio mensual que publica el FEGA como índice de referencia. Ello significa, ni más ni menos, que las industrias podrán seguir usándolo como hasta ahora. En este sentido el sector productor, lo que siempre ha solicitado es el uso de un índice de referencia mucho más imparcial y objetivo, como serían los índices desarrollados por INLAC, por poner un ejemplo.

Lo que si se mantiene en el último borrador es la exigencia adicional de que el primer comprador declare el volumen de leche vendida al siguiente eslabón de la cadena y su precio.

Esta declaración debería realizarse en los primeros veinte días del mes, de manera informática, dónde se contabilicen todas las cantidades de leche no transformadas vendidas con indicación del importe correspondiente a las mismas en el mes inmediatamente anterior, incluso en el supuesto de no haber realizado ventas en cuyo caso, la cantidad reflejada será «0».