Principales retos actuales del sector porcino español de capa blanca

El sector porcino, el más importante de la ganadería española, ya que se encuentra en primer lugar, por su importancia económica, con un 36,4 por 100 de la Producción Final Ganadera – PFG (según estimación 2016), es un sector que tiene por delante el reto de cumplir unos objetivos a corto y medio plazo.

No se ha llegado a esta situación de rebote o por suerte, sino por el gran esfuerzo que todo un sector ha realizado a lo largo de los últimos años. Esfuerzo técnico y económico que tanto ganaderos, como comerciantes, transportistas e industriales han realizado apostando por la profesionalización del sector y para mejorarlo continuamente, en un afán de alcanzar una posición sostenible ventajosa a nivel nacional e internacional.

Pero aun encontrándose en esta situación privilegiada, no puede “dormirse en los laureles”. Debe seguir trabajando por mantenerse en la actual situación o mejorar. Es un sector que se encuentra continuamente enfrentándose a diferentes retos, que conllevan cambios en la producción y otros que fuerzan a tomar decisiones relevantes para el futuro de todo el conjunto del sector. Los retos más destacables que se deben abordar a medio plazo son: la reducción del impacto medioambiental de las explotaciones, la lucha contra la resistencia bacteriana a los antibióticos, alcanzar niveles óptimos de bioseguridad en granjas y transporte y asegurar el máximo bienestar animal, a lo largo de toda la vida del animal y durante su sacrificio.

El principal impacto medioambiental directo que presenta la producción de porcino es el exceso de purines que se obtiene. Este problema ha de ser atacado planteando una solución del tratamiento de los mismos con un sistema que ha de ser eficiente, respetuoso con el medioambiente y, por supuesto, sostenible económicamente.

Una preocupación a nivel mundial es el uso de antibióticos en producción animal. Esta preocupación viene provocada por el desarrollo de resistencias por parte de las bacterias a los antibióticos. Ello supone un inconveniente desde el punto de vista veterinario, así como de la transmisión de dicha resistencia a humanos a través de diferentes vías. Para España, este es un gran reto a superar, puesto que somos un país en el que el nivel de uso de antibióticos para producción animal es de los mayores dentro de la Unión Europea. Hecho mal visto por instituciones y sociedad, por lo que la disminución de su uso ha de ser enfrentado como uno de los principales objetivos a cumplir a corto plazo.

Como es por todos sabido, nuestro estado sanitario, tanto en explotaciones como en el transporte o en sacrificio, es en la actualidad un reto principal al que estamos sometidos. La razón no es otra que la dependencia que el sector tiene del mercado exterior: si hablamos de exportaciones dentro de la UE, el incremento en toneladas representa un 20,4 por 100 (2008-2015) con un valor del 39,5 por 100. En el caso del comercio con TTPP, el aumento relativo en toneladas ha sido de un 113,1 por 100, y el relativo a miles de euros, de un 152,0 por 100.

Con estas cifras, debemos asegurar un estado sanitario envidiable y para ello se deben extremar las precauciones y asegurar unas buenas prácticas de bioseguridad en toda la cadena.

Por último, hay que destacar la importancia que supone el bienestar animal, variable que ha cruzado de principio a fin nuestra normativa comunitaria y nacional, debido a la sensibilidad de la sociedad y que, por supuesto, nos ha generado mayores niveles de calidad en nuestra producción en los últimos años.

Aunque todo lo dicho es ya sabido, es importante insistir en estas cuestiones y marcarnos como objetivo mejorar, en la medida de lo posible, en estos aspectos.

Natalia Febrel Cancio

Ingeniero Agrónomo.

Técnico ANCOPORC.