Primera utilización de la reserva de crisis en la Unión Europea

De acuerdo con el reglamento aprobado en el año 2013 (Reg. nº1308/2013), la Comisión puede proponer medidas de apoyo temporales (por no más de 12 meses) a cualquier sector de la organización común de mercados que se considere que está en una situación “susceptible de causar un rápido deterioro de las condiciones de producción y mercado”.

La Comisión Europea ha tomado el acuerdo de prestar un apoyo financiero por un montante de 9,3 millones de euros a los productores de porcino de Polonia, que se han visto afectados por la Peste Porcina Africana (PPA).

La ayuda ascenderá a 33 euros para los lechones de hasta 20 kg y a 52 euros para los demás cerdos y no superará el mencionado importe máximo de 9,3 millones de euros, aplicable a un total máximo de 10.000 lechones de hasta 20 kg y 171.654 cerdos de otro tipo. Polonia podrá conceder un apoyo adicional hasta un máximo del 100 por 100 de la ayuda de la Unión.

Los porcicultores polacos tendrán que solicitar la ayuda europea, que se pagará en el plazo de 12 meses a contar desde la fecha en la que entró en vigor el Reglamento nº 2017/1536. Los ganaderos que reúnan los requisitos para poder recibir la ayuda europea sólo podrán reanudar la producción en sus granjas cuando puedan cumplir los nuevos requisitos, que se van a comentar posteriormente.

Este dinero comunitario procede del presupuesto de la política agrícola común de la Unión Europea. Se origina anualmente esta reserva dineraria de un porcentaje que se detrae de los pagos PAC. Si un año no es necesaria su utilización (cómo ha sido el caso hasta el presente) se devuelve a los agricultores.

Como se indica, desde que se adoptaron estas normas en el año 2013, la Comisión Europea nunca había usado este fondo y siempre que se habían aplicado medidas excepcionales se había movilizado un presupuesto adicional.

Todo induce a pensar que el hecho de que la Comisión haya hecho uso, por primera vez, de este fondo puede ser considerado, a efectos prácticos, como un gesto de que, de ahora en adelante, será una práctica habitual. Ello significa, ni más ni menos, que serán los propios productores los que financien las medidas aplicadas en caso de crisis.

Esta ayuda que la Comisión ha concedido a Polonia es porque este Estado, con el fin de evitar la propagación de la mencionada enfermedad, ha establecido unos nuevos requisitos nacionales para las explotaciones porcinas. Los mismos son significativamente más estrictos que los de la Unión Europea. Sin duda, estos nuevos requisitos establecidos darán lugar a que muchas explotaciones deban cerrar.

Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los brotes de PPA surgidos en Polonia se han producido en explotaciones de pequeña dimensión. En las zonas de riesgo, el 50 por 100 de las explotaciones tiene menos de diez animales y el 90 por 100 menos de cincuenta. Por este motivo, las ayudas de la Comisión Europea van dirigidas precisamente a estas explotaciones.

Así, se beneficiarán de la ayuda expuesta las explotaciones que tuvieran menos de 50 cerdos, de media, en el período comprendido entre el 1 de julio de 2016 y el 30 de junio de 2017, y posean al menos uno de estos animales en el momento de la visita de inspección que haya dado lugar a la expedición del requerimiento de cese de la producción de carne de porcino. Los animales tienen que haber abandonado la explotación, a más tardar, 120 días después del requerimiento de cese de la producción de carne de porcino (Reglamento nº 2017/1536).