Opinión de Antonio Palomo: “LA COMPLETA”

En las décadas de 1970-90, entre 7-8 de cada 10 de los mejores jugadores del mundo de ajedrez procedían de Georgia. Ello lo achacaban a que desde el siglo XVI la dote nupcial incluía un tablero de ajedrez en dicha república caucásica de la URSS. No obstante, ante dicha hegemonía, surgieron en los años 90 las tres hermanas Polgar (Judit, Susan y Sofía), estas húngaras, que revolucionaron las competiciones tanto femeninas como masculinas. En el torneo de ajedrez de la Comunidad de Madrid en 1994, Judit tuvo el mejor resultado logrado por una mujer en más de quince siglos de historia del ajedrez con tan solo 17 años. Pero su época más gloriosa la tuvo entre 1998-2005, donde incluso llegó a ganar a Kárpov y hacer tablas con Kaspárov, obteniendo la plata en la Olimpiada de Estambul 2000, donde solo había 4 mujeres y 750 hombres. Ella lo achacó a que durante este tiempo disfrutó de su mejor etapa de equilibrio psicológico, tras emparejarse con Gustav, un Veterinario de carácter tranquilo y muy amable. Esta mujer si que era completa, como lo son algunas compañeras que conozco y que forman pareja con sendos Veterinarios, a quienes dedico esta columna de opinión.

            Claro que quizás me deje llevar un poco por mi amor al ajedrez y la veterinaria como algo divertido, fascinante, misterioso y profundo, al catalogarlo de completo, adjetivo que nos lleva a significar todo aquello que cumple los requisitos para ser perfecto. Me viene a la mente un grato recuerdo de una conversación que mantuve hace unos días con la viuda de Don Félix, un ganadero que ya hace más de 50 años, además de tener unas cuantas cerdas enfrente de la casa de mis Padres, era vendedor de Piensos Mubers – Íscar (Valladolid) y con el que di alguno de mis primeros pasos en la alimentación de porcino. Angelines me contó, en tono jocoso, que conocía a una mujer que se autoproclamaba como “la completa”, pero que, desde su modesta opinión, no cumplía para nada con la descripción, y sí, más bien, con la de prepotencia, foco de atenciones e incompetencia. Reflexionando sobre ello, creo que estamos pasando por una etapa, en los albores de este siglo XXI, después de las glorias del final de la centuria anterior, en la que han proliferado “los personajes completos”. Claro que cuando nos vamos a los sinónimos, encontramos los términos entero, íntegro, cabal y acabado, por lo que no tengo ninguna duda de que ninguno de ellos cumple con los tres primeros preceptos, y si quizás con el cuarto. En Chile, “completo” es un perrito caliente que se prepara con guacamole, chucrut, mayonesa y tomate.

            Pero permítanme que me deje llevar por el orgullo a mi tierra segoviana, y especialmente por una familia ligada a nuestro mundo rural agroalimentario que ha dado de comer a muchos cerdos comercializando más de 500.000 toneladas de cereales y otras materias primas al año. El pasado día 22 de marzo, Don Pedro Palomo, presidente de la empresa familiar Castilla y León y del Grupo de Empresas Octaviano Palomo, dio una conferencia en una jornada organizada por La Fundación Schola y el Foro de Empresarios, donde puso de relieve algunos pensamientos en alto sobre la situación actual de las empresas del sector. Se refirió a la armonización fiscal proporcionada entre comunidades, eliminar el anacrónico impuesto sobre el patrimonio, una deflactación fiscal, adelgazamiento de la estructura del Estado, no realizar ataques al tejido productivo desde el propio gobierno, agilización de los trámites burocráticos en los proyectos empresariales. Y, ¿cuáles han sido las razones de su éxito, desde que su padre Octaviano fundase la empresa en 1953, hasta el momento actual, donde facturan 130 millones de euros y dan trabajo a medio centenar de empledos directos y otros 100 indirectos? Manifestó que todo radica en el esfuerzo y en el trabajo, en poner las luces largas como nos enseñaron nuestros mayores. Poco a poco, y con la vista puesta a largo plazo, que también referían mis padres.  El cortoplacismo me sigue generando dudas y preocupación. Esta empresa segoviana de tres generaciones bien merece el calificativo de completa.

Recordemos que el censo de habitantes de la provincia de Segovia y el de cerdas reproductoras están muy próximos, así como casi idéntico el de la población total de España y el número de cerdos que producimos anualmente (56 millones), por lo que, no sé si sería bueno que en las próximas elecciones de mayo deberíamos representarnos para que, al igual que ha pasado en los Países Bajos, el partido de los agricultores (Movimiento Campesino – Ciudadano conocido como BBB – BoerBurgerBeweging) gane las elecciones y ponga entre las cuerdas al ejecutivo nacional actual. Propongo crear el Partido BoarBreedingSows (BBS) para tal fin. Tampoco me cabe ninguna duda de que nuestro sector porcino bien comparte los valores de trabajo y esfuerzo con la empresa mencionada, los cuales son garantía de éxito. Solo tenemos que escuchar lo que nuestro gran piloto de fórmula 1 Fernando Alonso declaró después del Gran Premio de Arabia Saudí, donde decía estar en absoluta sintonía con “Astur Martin”, con cuyo equipo comparte la ética de la ambición, esfuerzo y trabajo, además de mencionar algo que, para mí me resulta de gran interés en nuestras empresas, y es que, “no se dedica solo a conducir, sino que está pendiente de todo lo que sucede a su alrededor”. En mi modesta opinión, considero que estamos ante un piloto completo.

Sobre el candidato señor Tamames, a punto de cumplir sus 90 años, no voy a opinar, es decir nolo contendere, ni niego ni confirmo. Tan solo quiero mostrar mi admiración por su lucidez mental y clarividencia histórica comparable al pulso de su padre, un eminente cirujano, además de mi respeto a su persona y longeva vida. Sobre la moción solo se me antoja decir aquello que mencionó Baltasar Gracián allá por el siglo XVII, de que, si lo bueno si breve, dos veces bueno, y lo malo si breve es menos malo. Aunque no quiero dejar pasar la ocasión de mi envidia sana por su relación juvenil con ese gran mito del séptimo arte nacida en Carolina del Norte, Ava Gardner, conocida como “el animal más bello del mundo”, quien murió a la misma edad que otra belleza equiparable del mundo rural, Doña Dionisia, mi Madre. Las tres personas mencionadas bien tiran a completas.

“Toda verdad atraviesa tres fases; primero es ridiculizada, segundo, recibe violenta oposición; tercero, es aceptada como algo evidente”.  Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán que concebía “pensar hasta el final”

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