Opinión de Antonio Palomo : JABALI RURAL Y URBANO

FORO AGRO GANADERO, Opinión de Antonio Palomo : JABALI RURAL Y URBANOOpinión de Antonio Palomo : JABALI RURAL Y URBANO

El jabalí es conocido por muchos como pieza reina de nuestra fauna cinegética. El nombre de jabalí, en francés es sanglier, que proviene del latín singularis y también singulus, que en castellano quiere decir solo, único, singular, al que también se le conoce como Porcus singularis, cerdo salvaje ancestro de nuestro cerdo doméstico. El jabalí es un artiodáctilo del grupo de los ungulados, sin cuernos, nombrado en la literatura científica como wild boar, en alemán wildschwein y porc senglar en catalán. Viven normalmente en biosistemas tanto de llanura como de montaña, siendo rurales de origen, aunque hoy también bajan a visitar las ciudades, siendo también urbanos. En su proceso de domesticación hace unos 10.000 años, ya se acercaron a las poblaciones humanas a comer sus desperdicios de alimentación, lo mismo que hacen en estos momentos estos omnívoros empedernidos. Su presencia masiva no está exenta de riesgos, siendo los sanitarios los que más nos acucian y preocupan, al ser reservorios de ciertos agentes infecciosos, tanto bacterianos como víricos. También los murciélagos son rurales y urbanos, sabiendo que uno de cada cinco mamíferos es un murciélago (hay 1.400 especies) y son reservorios naturales de virus de la rabia, ébola y coronavirus. De todos es bien conocido, en el jabalí, su papel en la peste porcina, pero no menos relevante es en la enfermedad de Aujeszky. Sin ir más lejos, en estos momentos, en Francia están teniendo graves problemas con la transmisión de este virus ADN entre jabalíes y perros de caza, que lleva el nombre del veterinario húngaro Aladár Aujeszky (1902). Ya en febrero de 2020 el Gobierno de Navarra confirmó la muerte de cuatro perros de caza y en febrero de 2021 una compañera Veterinaria de Ourense diagnosticó un caso clínico en 13 perros de caza que habían participado en una cacería de jabalíes, presentando vocalización, vómitos, ataxia, ptialismo, disnea, rigidez cervical, prurito (signo clásico) y edema facial a los 2-5 días de la infección, debiendo hacerse el diagnóstico diferencial con el virus de la rabia, ya que como bien conocemos, a la enfermedad de Aujeszky también se la conoce como seudorrabia o “comezón loca”. Quiero dejar aquí constancia de uno de los momentos mágicos de la historia de la medicina que se produjo cuando Pasteur administró la vacuna de la rabia a un niño al que un perro rabioso había mordido 14 veces, dejándonos aquella frase que relegaba la generación espontánea a segundo término: “toda la vida proviene de la vida” (Omne vum ex vivo). Al hilo de Pasteur el patólogo alemán Rudolph Virchow decía aquello de que “todas las células provienen de otras células” (Omnis cellula e cellula). Quizás por ello, al segundo mes del año, este en el que estamos, también se le conoce como “el mes del Aujeszky”. Así, la superpoblación de jabalíes en nuestro país, derivada de la reducción de sus depredadores (lobo) más la erradicación de la peste porcina y el acercamiento a núcleos urbanos, muchos perros, no solo de caza, y gatos pueden ser expuestos al virus, y alertarnos de su presencia. También las ovejas, cabras y las vacas son susceptibles, no estando considerada como una zoonosis. Por lo tanto, la colaboración entre compañeros Veterinarios de pequeños animales, con los de granjas de porcino, rumiantes y de la administración, la considero esencial. Les invito a leer el Real Decreto 360/2009, de 23 de marzo, por el que se establecen las bases del programa de lucha, control y erradicación de la enfermedad de Aujeszky. También se ha postulado ante la posibilidad de que un virus de esta familia de Herpesvirus, pueda estar detrás de la erradicación de los neandertales, nuestros ancestros. No menos relevante es la aplicación de este herpesvirus, virus Suid herpesvirus 1 (SuHV1), para analizar los circuitos neuronales en el sistema nervioso central.

Puede parecernos sorprendente o paradógico que los virus puedan ser problema y solución al mismo tiempo, como ser rural y urbano, como es mi caso, lo que algunos mencionan como un conflicto vírico, que sin duda lo prefiero al conflicto bélico ruso-americano con el granero de Europa, Ucrania, país con 41,5 millones de habitantes, su capital en Kiev con 3 millones y con un himno que dice así: “Ucrania aún no ha muerto”. Ucrania es un estado independiente desde agosto de 1991 y que firmó en 2016 un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, al tiempo que se le considera un estado de ingresos medianos según el Banco Mundial. Su tasa de desempleo es del 9%, inferior al 13% de España donde tenemos 3,1 millones de parados y 20 millones de cotizantes de los algo más de 47 millones de habitantes (94 habitantes/km2 frente a los 69 de Ucrania).

El virus de la viruela mató a 500 millones de personas solo en el siglo XX, además de tener pasaporte internacional, como bien se ha demostrado en esta pandemia y bien sabemos también por el virus de la gripe, llamado influenza, debido a que hace 300 años el origen de la enfermedad se atribuyó a la “influencia” de las estrellas, pensando inicialmente que podía ser una bacteria (Haemophilus influenza). Hoy le conocemos con bastante precisión al descubrir su secuencia completa en 2005, y saber de sus riesgos zoonóticos. Debemos considerar que los virus evolucionan, pero no lo hacen de una forma lineal como evolucionan los animales vertebrados, sino que es una evolución en grupo, también llamada cuasiespecie. Durante la época medieval se utilizaron muchos remedios para tratar la viruela, donde el Dr. Thomas Sydenham en el siglo XVIII pedía que las ventanas de las habitaciones estuviesen permanentemente abiertas, como con Coronavirus, y les prescribía doce botellas de cerveza cada 24 horas, que bien correspondería a aquello de que “lo que no te mata, te hace fuerte”. Bien estoy seguro de que si los médicos nos recetasen esta medicina con el SARS-Cov-2, ya nos habríamos infectado el 100% en España. La viruela se declaró erradicada por la OMS el 8 de mayo de 1980.

Los virus son los agentes infecciosos más abundantes del planeta, y se dice que hay más virus en una persona que hombres en la tierra (viroma humano). Los virus los adivinaron dos científicos rusos en 1890, Dimitri Ivanovsky y Martinus Beijerinck. El primer virus humano lo descubrió Walter Reed en 1901, siendo el responsable de la fiebre amarilla, por lo que la virología es una disciplina muy joven, además de responder al adagio de que “si una cosa es cierta en biología es que nada es perfecto”. El pionero del trasplante de tejidos, el biólogo/filósofo británico nacido en Brasil Peter Brian Medawar y Premio Nobel de Medicina en 1960, definió a los virus como “unas malas noticias envueltas en proteínas” que estaría próximo a la traducción del vocablo virus, que es veneno. No obstante, el Premio Nobel de Literatura 1957, el argelino Albert Camús, mencionó que el virus más prevalente de la mente humana y más extendido en la humanidad del siglo XXI es el del odio. Nuestro intestino tiene mayor abundancia de virus que de bacterias (10/1), siendo los más comunes los fagos, que regulan el número y calidad de las bacterias intestinales. De nuestro genoma, entre 20-30.000 genes codifican proteínas, pero son más de 100.000 genes los que codifican virus, también llamados virus endógenos, muchos de ellos retrovirus, que no matan la célula, sino que se integran en su genoma para vivir de forma parasitaria, de aquí que se les conozca a los virus como parásitos estrictos.

Sabemos que algunos virus producen cáncer, teniendo origen vírico un 20% (oncogenes), siendo uno de los primeros descubiertos, el virus del papiloma humano como causante del cáncer de cuello de útero. El español doctor por la Universidad Complutense de Madrid, Mariano Barbacid, descubrió el primer oncogén humano que lo llamo ras. Pero al mismo tiempo, también tenemos virus destructores de tumores u oncolíticos, destacando el adenovirus, y concretamente el Delta-24, que provoca remisión completa de algunos tumores cerebrales. Otros virus con capacidad oncolítica son el virus de la polio, el del sarampión, virus de la hepatitis, el de la rabia, a lo que se conoce como terapia génica del cáncer. Estos virus se manipulan genéticamente para convertirlos en virus inteligentes capaces de distinguir una célula maligna de una normal, siendo uno de estos primeros virus, otra vez, un herpes virus. De nuevo nuestro familiar virus herperviridae dándonos alegrías como virus inteligente. Siempre me han gustado los inteligentes, incluidos los virus.

Hoy, también nos ayudamos de nuevos antivirales desarrollados por inteligencia artificial, como el fármaco llamado halicina presentado, también en febrero de 2020, por científicos de la MIT y Harvard, además de los ya descubiertos previamente, como la trifluridina de los años 60, la ribavirina de los 70, el remdesivir en los 80 o el aciclovir que inhibe la replicación del herpes. La extravagante longitud del ARN del coronavirus podría llegar a ser una ventaja para producir fármacos antivirales. Sin duda, tenemos grandes retos rurales y urbanos, pandémicos y zoonóticos que, en mi opinión, sus soluciones pasarán mayoritariamente por ilustres equipos de personas capaces de llevar a cabo desarrollos científicos y humanos, que incluso sobrepasarán a la inteligencia artificial. Tengo confianza plena en ello, y un ejemplo sería el gran ejemplo de Don Rafael Nadal, donde Rafael significa “Medicina de Dios”, al que humildemente dedico esta columna con admiración. La ciudad de Córdoba también experimentó la protección del Arcángel San Rafael salvándola de la peste en 1278, de aquí que sea custodio de esa bella ciudad califal desde la Edad Media. Buena gente todos los cordobeses que conozco, sin olvidar al cordobés más famoso de la historia según lista que ha elaborado el departamento de comunicación de la Universidad de Massachusetts de California (MIT), el pensador e intelectual Lucio Anneo Séneca. Los movimientos anticiencia son una epidemia antigua y una pandemia moderna. Un brote de virus es inevitable, pero que se extienda alrededor del mundo es opcional, por lo que el conocimiento es nuestro destino.

 

“El virus del odio tiene a veces la raíz en el virus de la ignorancia. Los oscurantistas tienen por consigna: no confíes en los expertos. La presión del antiintelectualismo se alimenta por la falsa noción de que democracia significa que mi ignorancia vale lo mismo que tu conocimiento”

Isaac Asimov en su ensayo El culto a la ignorancia (1920-1992)

 

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