Opinión de Antonio Palomo: ESTIGMATIZAR

FORO AGRO GANADERO, Opinión de Antonio Palomo: ESTIGMATIZAROpinión de Antonio Palomo: ESTIGMATIZAR

Ya en el siglo XVI, Niccolò Machiavelli, hijo de familia de la nobleza florentina venida a menos, en su renombrado libro El Príncipe, dentro del capítulo 8, refiriéndose a los que han llegado al principado mediante delitos, decía que las tropelías deben cometerse todas juntas para que, saboreándolas durante menos tiempo, ofendan menos; los beneficios, en cambio, deben hacerse poco a poco, para que se saboreen mejor. Al hilo, añadía, nada hay más débil e inestable que la fama del poder que no se basa en la propia fuerza. Con mucha más frecuencia de lo que desearía, vengo escuchando que el fin justifica los medios, algo con lo que no concuerdo ni estoy en línea, pero si alienado. De hecho, esta frase del pensamiento político aparece precisamente al final del libro que menciono y que también se le atribuye a Napoleón Bonaparte. Me gusta más la frase del escritor español del siglo de Oro (XVII) Baltasar Gracián, que no Garzón, que refería “Todo lo dora un buen fin, aunque lo desmientan los desaciertos de los medios” refiriéndose al arte de la prudencia y al del hombre discreto. Precisamente, la semana pasada durante el desarrollo del Digestive Physiology of Pigs Symposium (DPP2022) celebrado en Rotterdam, he tenido la fortuna de coincidir con un gran número de compañeros europeos, americanos y australianos que, en sus tareas técnicas y proyectos de investigación, bien cultivan la discreción y la prudencia, con gran talento, por cierto. A todos ellos y en especial al Dr. David Torrallardona del IRTA, uno de los 18 miembros del comité científico internacional, quiero dedicarles esta columna de opinión, con afecto, gratitud y respeto. Su amistad me honra.

            Nuestro filósofo jesuita, como gran aragonés, Baltasar Gracián, muy respetado por grandes pensadores como Nietzsche y Schopenhauer, también escribió una de las novelas esenciales de la literatura española que tiene parangón con el mismo Quijote, titulada “El Criticón”, donde ya decía que el mundo es un espacio hostil y engañoso, donde prevalecen las apariencias frente a la virtud y la verdad. Cuatro siglos después no parece que haya cambiado mucho nuestro país, o quizás el problema se haya incluso agravado. En mi opinión, la pandemia ha dejado evidenciar azarosamente muchas apariencias, no siendo menos cierto que al ser humano le importa menos atacar al que se hace amar que al que se hace temer, ya que el primero se mantiene por un vínculo de obligación que, dada la vileza humana, se rompe ante cualquier ocasión de interés propio; mientras que el temor se mantiene por miedo al castigo que es más persistente. Además, como refería el papa número 214 Alejandro VI, valenciano de origen, los hombres están tan atentos a las necesidades del momento, que el que quiere engañar, siempre encontrará a quien se deje engañar.

            Muchas fueron las conversaciones con investigadores de diferentes centros que, resaltaban el gran papel de esta reunión para poner sobre la mesa resultados de muchas horas de trabajo, para poder dar nuevos pasos en el mejor conocimiento de la fisiología digestiva del cerdo y sus analogías con humanos, sabiendo algo más del eje sistema nervioso – digestivo – microbioma – inmunidad y sus beneficios, tanto en la salud como en la nutrición, que conducen en nuestras granjas a mejorar los resultados. En los debates, las críticas y comentarios son bienvenidos para paliar errores metodológicos o interpretativos, donde incluso escuchamos frecuentemente aquello tan poco frecuente en la vida diaria de “gracias por su pregunta”. Entiendo que por esta vía se avanza más y mejor que por la de la afrenta continua a cualquier cosa que hagamos. El pensamiento crítico que practicamos en este tipo de reuniones o que trato de trasladar cada día a mi entorno laboral y personal, lo considero esencial, entendido como el proceso de dudar de las afirmaciones que se dan por verdaderas sin más, profundizando en sus aplicaciones prácticas hasta objetivarlas con argumentos verdaderos. El pensamiento crítico no se centra en el negativismo o buscando el defecto o fallos del otro, sino que es un proceso neutro y sin sesgo en la evaluación de afirmaciones y opiniones, tratando de incrementar la objetividad. Un ejemplo puede estar en las primeras informaciones sobre el virus de la viruela del mono, que según el médico Fernando Simón, el sábado pasado dijo en Zaragoza que su transmisión entre humanos ha sido más alta de la prevista, transmitiendo el mensaje de calma refiriendo que es “una enfermedad con unas características particulares” y contra la que la vacuna de la viruela para los nacidos antes de 1977 protege en cierta medida. Mi pregunta es qué piensan los que tienen menos de 45 años ante el virus con mayor mortalidad en la historia. Afortunadamente, la empresa biotecnológica danesa Bavarian Nordic fabrica la vacuna Inmavex frente a la viruela humana autorizada tanto por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en 2013 y por la Food & Drug Administration (FDA) de USA en 2019 donde se denomina Jynneos.

            En un polo opuesto al pensamiento crítico, infamar o estigmatizar forma parte del deporte nacional que, si solo fuese referido a la fama, sería hasta pasable, pero es también una ofensa a la dignidad y al honor humano, línea roja del comportamiento que entiendo no debería ser tolerable. En este punto entra el aspecto contrario al que observo en esas valiosas reuniones, y es la crítica por la crítica, o la crítica no constructiva. Bien sabemos, como me comentó un referente de la nutrición de porcino norteamericano: “lleva muchos años construir y muy poco tiempo destruir”. Quizás esto pueda quedar bien explicado por la novela “Orgullo y prejuicio” del británico Jane Austen (1813). Creo más en la inteligencia global que en el orgullo irracional, algo que también refería Maquiavelo, al decir que, el primer juicio que nos hacemos de un príncipe es ver a los hombres que le rodean. Según el hay tres clases de inteligencia: la que entiende por si misma, otra que entiende lo que otros comprenden y la que no entiende ni por si misma ni por los demás. La primera es extraordinaria, la segunda es muy buena y la tercera es inútil. Una vez más, después de compartir trabajos de personas con talento, me quedo con los seres humanos noéticos no estigmatizantes a los que Nietzsche se refería como capaces de dar garantía.

No lo descuides” Sócrates (470 a 399 a.C.) Filósofo clásico griego

 

Date de alta y recibe nuestro 👉🏼 Diario Digital AXÓN INFORMAVET ONE HEALTH

Date de alta y recibe nuestro 👉🏼 Boletín Digital de Foro Agro Ganadero

Noticias animales de compañía

Noticias animales de producción

Trabajos técnicos animales de producción

Trabajos técnicos animales de compañía