Opinión: Cambios… Todo sigue igual

Hoy estaba leyendo como de costumbre la retahíla de noticias que a bien tienen en dispensarnos a través del correo electrónico en sus distintas vertientes, las oficiales del CGCVE y del CACV como de las privadas revistas digitales del sector veterinario cuando me han devuelto la llamada al ICOV y era el responsable de informática para decirme que la Ventanilla Única no funciona por culpa del Presidente del Consejo General al cual se ha dirigido varias veces por escrito para que se arregle y no lo hace. La consecuencia inmediata de ello es que a los colegiados se nos ha mentido al decirnos que está operativa y nadie es capaz de desmentir vía oficial este desaguisado. De hecho, me ha abroncado a mi diciendo que le mande por escrito las quejas cuando eso ya lo llevo haciendo durante semanas, pero no hay respuesta, nunca la ha habido.

Puesto al habla con el Gerente del Consejo General un señor que acaba de ser contratado y muy amable me ha dado motivos para la esperanza y, lo que es más importante, un trato como se merece un colegiado.

Pero yo venía a escribir de otra cosa. De un tiempo a esta parte los centros veterinarios se han reconvertido en Centros de formación para ATV y Auxiliares de Veterinaria. En los mismos locales donde realizan la labor clínica diaria. Con programas hasta avalados por la Asociación Empresarial Veterinaria (AEVE). Da igual seas grande o chico, tengas experiencia de años o no, o no tengas experiencia alguna curricular en docencia. Para que, el veterinario puede con todo y ante la falta de recursos en la clínica viene bien establecer otro tipo de negocios en los que los ICOV no tienen responsabilidad alguna.

Formación no oficial, no reglada, mejor sea dada por veterinarios que por biólogos o fisioterapeutas. Que todo queda en casa y que los diplomas sean alabados y avalados por la empresarial veterinaria antes que por un centro de estudios de “chichinabo”.

Aprendemos, rápido. Las nuevas generaciones y las viejas que según mi opinión estarían más cualificadas para ser esos “maestros”. Con qué ilusión asistía a los Congresos de AVEPA cuando los ICOV no querían saber nada de formación que para esto estaba la Facultad. Da igual ir a un Congreso para estar al día; lo sabemos casi todo y lo básico ya nos viene impregnado en el título oficial que nos ha reconocido como veterinarios. Hasta la propia AVEPA tuvo que cambiar de registro y como nació como asociación formadora clínica no quería saber nada de eso de la gestión de centros y la economía.

Hace poco el presidente de mi ICOV me decía por escrito que el Colegio no homologaba veterinarios sino Centros para el convenio que este había hecho con la perrera municipal  y que se daba por sentado las capacidades de todos y cada uno de los veterinarios colegiados para realizar esterilizaciones ya sea en su propio centro como en otros centros siempre que estos hubieran sido dados por buenos en cuanto al quirófano por el Comité Asesor para la Homologación de Centros Veterinarios del provincial y de acuerdo con los artículos 4.1, 7.1 y 7.2, así como la Disposición Final Segunda del reglamento para el Ejercicio profesional en Clínica de Animales de Compañía.

 

Rafael A. Luna Murillo, veterinario