Microorganismos autóctonos multipropósito en las producciones

El libro “Microorganismos autóctonos multipropósito en las producciones caprinas”, pese a su brevedad, se ha confeccionado con el propósito de poner en manos de criadores y productores una tecnología ecológica idónea para mejorar los parámetros productivos en sus rebaños, al estimular la producción de leche, prevenir la presencia de enfermedades infecciosas, evitar los malos olores y permitirles el tratamiento del agua de consumo y otras aplicaciones de interés.

Es una tecnología cuyos orígenes se remontan al Japón de 1970, donde su creador, Teruo Higa, dio a estas mezclas el nombre de microorganismos eficientes (EM, de las palabras inglesas effective microorganims) o benéficos. Como las proporciones y propiedades benéficas de estos microorganismos están muy asociadas a las regiones geográficas, clima y otros factores locales donde se aíslan, a los empleados en Cuba se les ha llamado microorganismos autóctonos multipropósito (MAM), en lugar de EM, respetando así la sigla, e incluso las formulaciones establecidas por Higa.

 

El empleo de los MAM asociados a la nutrición es muy importante por las propiedades probióticas de algunos de los microorganismos presentes en dichas mezclas y que contribuyen a:

  • Reducir la población de patógenos en el tracto intestinal (por la acción del ácido láctico y otras sustancias que tienen efecto antimicrobiano sobre patógenos).
  • Estimular el sistema inmunológico intestinal.
  • Equilibrar la microbiota autóctona de los animales.
  • Incrementar el peso corporal y la producción de leche.

Otros beneficios, además de los debidos a la acción prebiótica, se deben a que estos microorganismos (levaduras, actinomicetos y mohos, principalmente):

  • Producen vitaminas (complejo B) y compuestos antioxidantes.
  • Ayudan a eliminar sustancias innecesarias (colesterol).
  • Sintetizan aminoácidos (metionina, leucina y lisina).
  • Segregan enzimas (celulasas, hemicelulasas, pectinasas y amilasas) que degradan las fibras vegetales, mejorando la digestibilidad de los pastos.
  • Las levaduras estabilizan el pH del rumen, contribuyendo a disminuir la acidosis.
  • Reducen la emisión de metano en los rumiantes, lo cual, sumado a la mayor digestibilidad del alimento, aumenta la condición corporal del animal al existir una conversión alimentaria más eficiente.

Los autores han seleccionado variantes sencillas para los productores caprinos, y que cumplen con ese gran objetivo: preservar la salud animal, humana y del entorno como un todo.  Estas propuestas van desde la propia obtención de cultivos primarios de MAM, hasta las formas más recomendadas para la nutrición, como es el caso de los MAM activado (MAM-A) y el Bokashi; variantes para el tratamiento de aguas de consumo y residuales, desechos orgánicos, estercoleros, etc., en las que resultan muy efectivas el MAM desinfectante (MAM-D) y las bolas de barro. Finalmente se sugiere el MAM bioestimulante de plantas (MAM-BP) para los cultivos en general y el tratamiento de pastizales y bancos de proteínas. Si alguna de estas variantes resulta de utilidad a los productores este modesto esfuerzo habrá cumplido su empeño.

Guillermo Barreto Argilagos Adela Bidot Fernández Herlinda Rodríguez Torrens