Los fosfatos y la carne de Kebab
Desde hace tiempo el tema del uso de fosfatos en la carne de kebab es objeto de controversia. Ahora, a nivel del Parlamento Europeo ha sido derrotada la objeción planteada por la comisión de Salud Pública y Seguridad Alimentaria. El resultado de la votación fue de 373 votos a favor, 272 en contra y 30 abstenciones.
Por tanto, la Comisión puede permitir la presencia de ácido fosfórico, di-, tri- y polifosfatos (E338-452) en la totalidad de la carne de kebab, sea ésta de vacuno, de oveja, de cordero, de ternera, vacuno o de pollo.
La Comisión alega que el uso de fosfatos en este tipo de carne permite la creación de una película de proteínas que ayuda a mantener las piezas ligadas y, paralelamente, asegura una congelación y cocción uniformes.
Por su parte los que no ven con buenos ojos esta adición manifiestan su preocupación por el efecto de los fosfatos en la salud. Una revisión científica llevada a cabo en el año 2012 puso en evidencia una potencial relación entre los fosfatos adicionados a los alimentos con un aumento del riesgo cardiovascular. Otro estudio científico de 2013 también sugería una relación entre las dietas altas en fósforo y un aumento de la mortalidad entre la población estadounidense. No obstante, una evaluación llevada a cabo por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aseguró que no era posible atribuir este riesgo al consumo general de fósforo o de aditivos fosfatos.
Un informe de la Comisión del presente año 2017 llegó a la conclusión de que, en algunos Estados Miembros de la Unión Europea, las autoridades y los propios operadores del sector alimentario hacen interpretaciones diferentes, incluso en ocasiones erróneas, de la legislación comunitaria referida a los preparados y a los productos cárnicos. Ello da lugar a una situación grave, que es la de una aplicación no uniforme de la normativa. Debe tenerse en cuenta que las normas de la Unión Europa no autorizan, en general, el uso de los fosfatos en los preparados cárnicos, pero debido a un aumento de las excepciones, cada vez se están utilizando más.
Está en curso una nueva evaluación científica de los aditivos en las carnes que la EFSA presentará antes del final de 2018. Cabe esperar que esta evaluación fije definitivamente los criterios con los que se deba proceder en el seno de la Unión en este tan delicado tema.