Los drones y la reforestación

Como se viene anunciando desde hace una decena de años, la robótica, en su sentido más amplio, cambiará de forma muy significativa el quehacer en el mundo agrario en los próximos 10 – 20 años o en menos tiempo incluso.

Ahora, una organización británica, BioCarbon Engineering, ha construido una flota de drones que, según informa la mencionada organización, serán capaces de plantar cien mil árboles en un solo día. De esta forma, el emprendimiento en este campo pretende comenzar en el próximo mes de septiembre a reforestar un bosque en Birmania cuyo ecosistema ha sido severamente dañado en las últimas décadas.

El proyecto de la organización británica se fundamente en trabajar conjuntamente con una organización local que lleva años plantando árboles en esa zona junto al río Irawadi, pero lo está haciendo a un ritmo muy lento. A través del uso adecuado de los mencionados drones, el proceso de reforestación se puede acelerar y así los lugareños serán los encargados de preocuparse de la evolución del desarrollo de los árboles.

Para que el programa funcione, los drones soltarán las semillas desde las alturas, pero antes verificarán cuáles son los mejores lugares para plantar, evitando las zonas inadecuadas. Con esta finalidad, utilizarán imágenes satelitales para que las semillas caigan en lugares óptimos y no terminen perdiéndose sobre rocas o en zonas no fértiles.

De acuerdo con la información facilitada, un piloto adecuadamente formado y entrenado puede controlar hasta seis drones al mismo tiempo. Por su parte, estos drones son diez veces más rápidos que las personas plantando árboles, lo que comporta automáticamente una importante reducción en los costes de esta actividad.

Habrá que esperar para ver y comprobar cómo funciona realmente este proyecto en Birmania para evaluar objetivamente la adecuación del uso de drones para los programas de reforestación y, en su caso, estudiar su futura implementación en otros lugares (lo que podría interesar, sin duda alguna, a España, que tiene una superficie arbolada por habitante de 0,4 hectáreas frente a las 4,1 de Finlandia y a las 3,1 de Suecia; no obstante, nuestro país tiene 27,7 millones de hectáreas de superficie definida como arbolada; la misma ocupa el 54,8 por 100 de su territorio. España es el segundo país con mayor superficie forestal, sólo por detrás de Suecia y el cuarto en cuanto a ocupación forestal respecto a su territorio, superado por Suecia, Finlandia (ambos con un 69 por 100) y Eslovenia (con un 63 por 100). En España, la formación más extensa es el encinar, con el 15,3 por 100 de la superficie arbolada, unos 2,8 millones de hectáreas, seguida por las dehesas (en su mayor parte encinares), formaciones agro – silvo – pastorales, ejemplo del manejo secular de los montes españoles por parte del hombre, con 2,4 millones de ha, y el pino carrasco, con unas 2 millones de hectáreas.