Las jubilaciones en el sector agrario
Complementado en cierta manera lo expuesto recientemente por el profesor Buxadé, hay que hacer mención al hecho muy poco conocido por la sociedad de que un jubilado agrario percibe una pensión inferior en un 59 por 100 a la media del resto de sectores.
La realidad es que la pérdida del valor adquisitivo de las pensiones en España es general en todos los sectores de actividad económica (téngase en cuenta que la inflación en el año 2017 se estima que estará entre el 1, 5 y el 2 por 100 y las pensiones ha subido, para el año 2018, el 0,25 por 100).
No obstante, la situación es significativamente más grave para nuestros agricultores y para nuestros ganaderos; ello les hace ser, lógicamente, cada vez más vulnerables y pobres.
Según el estudio elaborado por la Unió de Llauradors, a partir de datos oficiales, en los últimos cinco años las personas jubiladas han perdido un 0,65 por 100 de poder adquisitivo (en estos últimos 5 años el IPC ha subido un 1,9 por 100 mientras que las pensiones solo lo han hecho un 1,25 por 100, por lo que resulta la mencionada pérdida de poder adquisitivo del 0,65por 100).
A ello se le suma, en el caso de nuestros agricultores y ganaderos, la percepción de una pensión media inferior en un 59 por 100 a la media del resto de sectores en España. Así un jubilado agrario percibió en el año 2017 una pensión de 709,85 euros mientras que la media del resto de sectores fue de 1.208,40 euros.
El 30 de diciembre del pasado año el Gobierno publicó el Real Decreto 1079/2017, de 29 de diciembre, referido a la revalorización de las pensiones del sistema de la Seguridad Social, que contemplaba, como ya se ha indicado, un incremento general de las mismas del 0,25 por 100 para 2018. Se trata del quinto año consecutivo en que el Gobierno aprueba únicamente el aumento mínimo establecido por la Ley. Teniendo en cuenta la subida que se ha producido, la mejora en la pensión de jubilación de una persona mayor de 65 años con cónyuge a cargo sería de solo 2 euros al mes.
Si se tienen en cuenta otros indicadores económicos como, por ejemplo, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o el Umbral de la Pobreza, la triste realidad es que los jubilados agrarios quedan comparativamente muy malparados. El SMI para este año es de 735,90 euros mensuales, cantidad superior a la que recibe un jubilado agrario. El umbral de pobreza en España en 2016 fue de 8.209 euros anuales por persona, lo que significa una cifra de 684 euros/mes, sólo un 4 por inferior a lo que percibe un jubilado agrario.
Esta es una de las principales razones por la que los trabajadores agrarios retrasan lo más posible su jubilación (porque con ella, si no se dispone de unos ahorros adicionales, la posible calidad de vida es muy escasa) y, en cierta manera, este hecho ayuda a dificultar el relevo generacional.