Las actividades de la OIE en su contexto mundial
El actual mandato de la OIE se estructura en torno a dos misiones históricas: la elaboración de las normas y la difusión de la información sanitaria. Sin embargo, para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la seguridad sanitaria mundial, es más importante que nunca la existencia de unas estructuras veterinarias y de salud pública que deben estar bien organizadas y ser altamente funcionales.
Por esta razón la OIE se ha comprometido con el lanzamiento de un Proceso PVS evolutivo (El Proceso PVS es un programa mundial para el mejoramiento sostenible de los Servicios Veterinarios de un país de conformidad con las normas de la OIE en materia de calidad de Servicios Veterinarios). De esta forma, renueva su programa reconocido por la comunidad internacional, tras diez años de funcionamiento, como esencial para la mejora de los resultados de los Servicios Veterinarios nacionales. Esta nueva versión del Proceso PVS tendrá en cuenta los nuevos desafíos mundiales dentro de un contexto más amplio, superando el nivel estrictamente técnico y veterinario y permitiendo reforzar sus interacciones con otros programas mundiales para contribuir al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Teniendo en cuenta todo lo expuesto hasta aquí, la Directora General de la OIE (Organización Mundial de la Sanidad Animal), la Dra. Monique Eloit, en la reunión del presente mes de mayo en Paris, reafirmó el compromiso de su Organización en el objetivo de mejorar la sanidad y el bienestar animal en el mundo y facilitar, de este modo, el desarrollo socioeconómico de las poblaciones.
La Directora General afirmó que, “frente a la realidad del aumento del hambre en el mundo y al elevado número de muertes humanas y pérdidas económicas causadas por las enfermedades animales, el mandato de la OIE está en el centro de los desafíos mundiales para que ustedes, los Países Miembros, tengan todas las herramientas necesarias para responder a las emergencias sanitarias y puedan estar preparados para el futuro”.
Como es conocido, el compromiso del 6° Plan Estratégico de la OIE se estructura en torno a tres ejes de trabajo principales: la elaboración de las normas, la transparencia de la información zoosanitaria y el refuerzo de las capacidades de los Servicios Veterinarios. En este sentido, la mencionada Directora General destacó la interdependencia de estos tres ejes, así como la importancia de asegurar que dichas actividades sean el centro de colaboraciones coordinadas con los socios mundiales de distintos sectores.
En lo que atañe a los programas de lucha contra las enfermedades animales prioritarias, la OIE ha continuado trabajando en el compromiso adquirido a través de la implementación de las estrategias mundiales con el lanzamiento de su plan de acción mundial de lucha contra la rabia, en asociación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Alianza Mundial de la lucha contra la rabia (GARC); con el nuevo plan de acción de lucha contra la fiebre aftosa y con la finalización de la estrategia de movilización de recursos destinados a controlar y erradicar la peste de pequeños rumiantes para el 2030, junto con la FAO.
La lucha contra dichas enfermedades se fundamenta en el refuerzo de las capacidades de los Servicios Veterinarios nacionales y en la implementación de campañas de vacunación masivas.
Sin embargo, para garantizar el control de otras enfermedades, es primordial el uso de medicamentos, como los agentes antimicrobianos. Por lo tanto, la OIE, además de publicar normas internacionales para el uso responsable y prudente de dichos agentes, impulsa a los Países Miembros a integrar en sus planes de acción nacionales la estrategia mundial adoptada en 2015 por la OMS, la FAO y la OIE.
La modernización del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria, WAHIS, hacia un sistema integrado y conectado a otras bases de datos respaldará la lucha contra las enfermedades animales. Iniciado en 2017, el proyecto WAHIS permitirá a largo plazo un mejor acceso a datos epidemiológicos sólidos y validados, así como un análisis exhaustivo de la información, permitiendo una mejor evaluación de los riesgos y una mayor anticipación de los eventos sanitarios.
