La viabilidad económica de las explotaciones de caprino lechero hoy

Una empresa es viable si no pierde dinero, es decir, si a lo largo del tiempo en el que está funcionando, su vida útil, el dinero que tiene que desembolsar, tanto para ponerse en marcha (inversión), como para funcionar (pagos), es inferior al dinero que entra, vía cobros, en las cuentas de la empresa. Esta sencilla ecuación nos asegura que el negocio no pierde dinero, que es, finalmente, lo que cualquier empresario busca cuando inicia una aventura empresarial.

 

Medición de la viabilidad

Para medir la viabilidad debemos conocer una serie de variables:

  1. Inversión realizada. Bien sea con recursos propios o ajenos. Debemos tener perfectamente presupuestados los recursos iniciales que debemos emplear para poner en marcha nuestra explotación: instalaciones, equipos de ordeño, ganado, mano de obra, etc.
  2. El beneficio empresarial es la diferencia entre ingresos y costes. Es evidente que si se trabaja con un mínimo de racionalidad económica, el empresario de una explotación de caprino lechero querrá que su beneficio empresarial sea máximo, esto lo puede conseguir de dos formas:
    1. Maximizando los ingresos. Vendiendo más producto a igualdad de precio, vendiendo el mismo producto a mayor precio, o combinando ambos, vendiendo más producto a mayor precio. En todo caso, vamos a depender de una variable, el precio, bastante incierta y totalmente dependiente del mercado, por lo que las estrategias de rentabilidad que emprendamos por esta vía no van a depender totalmente de nuestra gestión, sino de que el precio de mercado tenga una coyuntura alcista o de mantenimiento. Y ello independientemente de que en nuestra explotación comercialicemos leche fresca o derivados, quesos por ejemplo. Por otro lado, si actuamos bajo contrato con una central lechera, es evidente que los precios tenderán al sostenimiento y sólo servirá la productividad, es decir, producir más por unidad.
    2. Minimizando costes. Es una estrategia mucho más segura para lograr el objetivo de aumentar los beneficios: Adquiriendo materias primas a mejores precios, rentabilizando la mano de obra, equipos e instalaciones en óptimas condiciones para asegurar mayor productividad, mantenimiento del efectivo ganadero en óptimo estado sanitario, etc. Todas ellas son variables dependientes de nuestra buena gestión.

 

 Raza caprina Murciano-Granadina de aptitud láctea

 

Factores clave en la rentabilidad

Está claro que una vez vistos todos los conceptos y su medición, los diferentes factores clave son:

  1. Inversión o recursos puestos al servicio de la explotación para producir. En este sentido, si tenemos que recurrir a fuentes de financiación ajenas, uno de los elementos clave es que podamos hacer frente a los sucesivos pagos que se van a generar, por ello es conveniente escoger bien los plazos de devolución: corto, medio o largo plazo. Al mismo tiempo tenemos que tener en cuenta el interés de la devolución del capital, no es lo mismo una operación de tipo hipotecario, que otra planteada en función de un crédito o préstamo personal. Al final este tipo de operaciones son claves para asegurar la viabilidad y rentabilidad de la explotación, un buen asesoramiento en ese sentido es clave.
  2. Tenemos que tender a maximizarlo. Sin embargo, no debemos confundir el máximo beneficio con el aumento indiscriminado de la producción y por consiguiente de las ventas. Tenemos que operar en función de la escala a la que nos hemos adaptado desde un principio. El incremento de la escala de producción manteniendo constante la estructura empresarial (mismas naves, misma maquinaria, etc.), suele conllevar un aumento de los costes, por sobresaturación de los elementos del activo fijo, en mayor medida que los ingresos, y por consiguiente una disminución del beneficio. Ya habíamos comentado que la mejor forma de maximizar beneficios es minimizar costes, varios se plantean como los más importantes desde el punto de vista cuantitativo:
    1. Mano de obra. Hay que rentabilizarla al máximo para evitar contrataciones innecesarias.
    2. Alimentación. Tenemos que procurar que los piensos y materias primas empleadas sean de calidad al tiempo que con un precio accesible y competitivo. Como habíamos comentado, las estrategias de compra y almacenamiento son fundamentales.
    3. Hay que dotarse de un ganado de genética contrastada, alta productividad por animal, con lactaciones largas y con buen rendimiento.
    4. Construcciones, maquinaria y equipamiento. Dimensionamiento adecuado al nivel de producción. Maquinaria y equipamiento modernos.

 

Conclusiones

  • Producir leche de calidad que responda a las necesidades del mercado.
  • Valorar la oportunidad de reducir la vida útil y buscar el valor añadido a la cabra.
  • Reducir los costes de producción sin perder la productividad, incidiendo en los más significativos.

 

Antonio Rouco Yáñez.

Profesor Titular de Economía Agraria.

Facultad de Veterinaria.

Universidad de Murcia.