La soja y su futuro
El señor Pablo Adreani, de la empresa AGRIPAC de Argentina, acaba de publicar un análisis sumamente interesante acerca de la soja (completando a otros anteriores) que por su trascendencia en nuestro medio pecuario no dudamos en referenciar en sus aspectos más importantes para nosotros. En el mismo se pone en evidencia que, en principio, el precio de la soja va a estar alto.
De acuerdo con el señor Adreani, las lluvias no aparecieron en Argentina en tiempo, forma y en la cantidad requerida como para poder revertir el actual e importante cuadro de sequía y los daños ya irreversibles en los cultivos ya sembrados. Además, debe tenerse en cuenta aquí la imposibilidad de cumplir con la intención de siembra por falta de humedad superficial en los suelos de muchas zonas.
El día en que la soja llegó a cotizar a máximos, tanto para la posición disponible como para los precios de la nueva cosecha, el productor argentino vendió un total de 60.000 toneladas de soja disponible y 30.000 toneladas de soja nueva a ser entregada en la cosecha.
La realidad es que el l impacto de la sequía en Argentina y la posibilidad de llegar a una cosecha de 47 millones de toneladas, estimada en el estudio del señor Adreani, tuvo un impacto directo sobre el mercado de Chicago.
En esta oportunidad, los días festivos de los carnavales tuvieron un efecto muy positivo para los productores argentinos. Desde el día 9 de febrero al día 14 de este mismo mes, la soja aumentó 13 dólares pasando de 361 a 374. En el mismo periodo, la soja disponible en Argentina aumentaba 11 dólares, pasando de 285 a 296.
El principal motivo por el cual se mantuvo firme la soja es la pérdida de unos 10 millones de toneladas. Esta realidad tendrá un efecto significativo sobre el menor volumen de molienda y, paralelamente, por la caída en la oferta de exportación de harina de soja argentina.
Cabe recordar que Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja y una caída de 10 millones de toneladas en la molienda implica una merma de ocho millones de toneladas en la producción y exportación de este derivado. Por este motivo, los precios de la harina de soja en Chicago subieron 29 dólares por tonelada, cerrando la jornada del miércoles a 408 dólares, contra el cierre del viernes 9 de febrero a 379 dólares (siempre referido a tonelada).
Mientras tanto, en Argentina hay discrepancias con respecto al volumen de la cosecha de soja, el rango va de 47 a 50 millones de toneladas; como vemos, no está muy lejos una estimación de la otra. Más allá del número final que resulte, el mercado tiene bien asumido que las pérdidas son importantes y, hoy por hoy, compra la incertidumbre y la caída en la oferta global de harina de soja.
Por este motivo, se abre una oportunidad para las exportaciones de harina de soja de Brasil y de Estados Unidos, pero para que ello ocurra y puedan ser competitivos respecto de la soja argentina, necesitan un mayor precio de la harina.
Hoy la principal ventaja competitiva que tienen los competidores de Argentina es que, con un mayor precio de la harina, podrán asumir los mayores costes internos de transporte hacia los centros de exportación.
Muy importante señalar que las lluvias que puedan llegar a beneficiar a los campos argentinos a partir de la segunda mitad de febrero ya son tardías para revertir las pérdidas y, si bien tal vez puedan frenar pérdidas potenciales mejorando el estado de los cultivos y su potencial productivo, la mejora que puedan aportar estas lluvias son relativas, teniendo en cuenta el daño ya hecho.