La reestructuración del sector porcino chino empieza a dar sus frutos

Cuando hace unos años China empezó a reestructurar en profundidad su sector porcino muchos pensaron que pasaría largo tiempo hasta que se vieran palpablemente los resultados y que China seguiría, año tras año, incrementando el volumen de sus importaciones.

La realidad es otra: la cabaña porcina china volverá a crecer en 2018 por primera vez en 6 años, lo que va a suponer, lógicamente, el inicio de una reducción de las importaciones de este tipo de carne por parte de aquel país.

Según ha publicado el Departamento de Agricultura de EE.UU. para el año 2018, se espera que el censo porcino chino se incremente del orden de unos 27 millones de animales hasta alcanzar los 447 millones. Esta recuperación refleja un punto de inflexión en una campaña para racionalizar la producción de cerdos de China.

Es cierto que los productores más grandes aún controlan una minoría del total de ganado porcino, pero el crecimiento que registran parece superar la salida de pequeños productores del ámbito de la producción.

Desde el año 2013 el sector porcino chino ha sido testigo de la salida de productores, principalmente porcicultores pequeños y menos eficientes que no pudieron cumplir con nuevas normas en temas tales como como el tratamiento de residuos. Este problema se está resolviendo con la concesión de un “plazo de gracia” para el cierre de las granjas de cerdos en las llamadas «zonas prohibidas», por motivos ambientales.

De hecho, esto podría ver un aumento temporal de la producción de carne de cerdo a principios de 2018, dijeron funcionarios estadounidenses en Beijing en un informe, lo que reduce aún más las perspectivas de los exportadores de cerdo a China.

De acuerdo con el USDA, China importará del orden de 1,6 millones de toneladas de carne de porcino en el año 2018; una cifra claramente inferior a los 2,18 millones de toneladas que importó en el año 2016.

Este es un dato que no debe pasar desapercibido por nuestro sector porcino, que ha convertido a China en uno de los principales recepcionarios de nuestras exportaciones (España, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá son los principales proveedores el mercado chino; en este mercado la competencia se fundamenta en el precio de oferta).

De seguir con las tendencias indicadas, cabe esperar que, en el plazo de 3 – 5 años, China reduzca sus importaciones a la mitad de lo que va a importar en el año 2018.