La problemática referida a los Planes Especiales de Sequía

El problema del agua en España es recurrente. Los denominados “Planes Especiales de Sequía”, propuestos por la Administración, tienen toda la pinta de que se van a estrellar. En efecto, después de haber presentado alegaciones a los borradores previos, las organizaciones sociales y ecologistas representantes de los intereses ambientales en los diferentes consejos del agua de las demarcaciones hidrográficas han votado por unanimidad en contra de los mismos.

Hay que tener en cuenta que los Planes Especiales de Sequía no incluyen medidas para reducir el impacto negativo sobre los ecosistemas acuáticos. Las medidas propuestas en estos planes mantienen la política de oferta, dejando de lado una apuesta decidida por medidas económicas de protección ambiental, como la valoración objetiva de la recuperación de los costes ambientales o de atención a los daños producidos por el deterioro de los ríos, de los acuíferos y de los humedales.

En este marco parece lógico y sensato que, ante los conocidos problemas generados por las sequías, amén de los derivados de la escasez de agua y los efectos del cambio climático, las entidades consideran innegociable restablecer el balance entre los consumos y la disponibilidad del recurso, con especial atención a respetar las necesidades hídricas de los ecosistemas acuáticos.

Bajo este prisma, los votantes consideran que los mencionados planes no abordan la gestión del riesgo asociado a las sequías y perpetúan el modelo de sobrexplotación de los recursos hídricos y el incumplimiento de los objetivos medioambientales de la normativa europea, la Directiva Marco del Agua; también indican que con estos planes de sequía se pretende asumir como excepcional una situación que es la normalidad climática en muchas cuencas, un hecho que conllevará el incumplimiento de los objetivos ambientales de forma persistente.

En los documentos presentados por las mencionadas organizaciones se solicita un completo cambio de enfoque y se advierte de las consecuencias negativas para la sociedad y el medio ambiente en caso de aprobarse la revisión de los mismos. Pero, finalmente, sus peticiones no han sido tenidas en cuenta y por ello han votado en contra de los planes que se han presentado a los Consejos del Agua.

Por otra parte, consideran que si el nuevo Gobierno mantiene la aprobación definitiva de los mencionados planes consolidará parte de la sobreexplotación del recurso y el estrés hídrico que sufren ríos y humedales, y, consecuentemente, renunciará a abordar el grave problema planteado desde su raíz, sin atender a la planificación hidrológica ordinaria, tal como obliga Directiva Marco del Agua.

Además, según las entidades firmantes, estos planes de sequía limitan la gestión prevista en los planes hidrológicos, al considerar que los problemas causados por el desequilibrio entre el exceso de las demandas y los recursos disponibles son cuestiones puntuales e imprevisibles, cuando en realidad la sobreexplotación y la escasez de recursos se han hecho crónicos en la mayoría de las cuencas hidrográficas.

Finalmente, las organizaciones firmantes aseguran que la sociedad no puede permitirse dejar de hacer frente al reto del cambio climático y mantener una gestión del agua que soporta un modelo insostenible de consumo de recursos.

Técnicamente, no cabe duda de que los ecosistemas acuáticos en buen estado son la mejor base técnica para lograr la adaptación a un escenario en donde cabe esperar que, lamentablemente, las sequías sean cada vez más frecuentes e intensas.

Por todo ello, las organizaciones ambientales y de la sociedad civil solicitan a los responsables del Ministerio de Transición Ecológica que no sigan adelante con la aprobación de estos Planes Especiales de Sequía y apuesten firmemente por la mejora de la planificación hidrológica ordinaria.

Es obvio que los planes hidrológicos tienen que ayudar a la transición hacia un modelo de uso sostenible del agua y de mejora de los ecosistemas acuáticos para asegurar la capacidad de desarrollo de las generaciones futuras y para garantizar los recursos hídricos que necesita la naturaleza y la sociedad.