La PAC y los Pagos Directos

Como es bien sabido, los pagos directos constituyen una ayuda a la renta que reciben los agricultores y los ganaderos para compensarlos por los bienes y servicios públicos que ellos proporcionan. La idea que rige desde hace tiempo en la Unión Europea (U.E. – 28) en esta materia es la de llevar a cabo una redistribución gradual de la ayuda entre los distintos Estados Miembros (EE.MM.) o regiones para reducir las diferencias más importantes en los niveles de la ayuda que reciben los agricultores y ganaderos de la Unión.

Los pagos directos a las grandes explotaciones se reducen en al menos un 5 por 100 en cantidades superiores a 150 000 euros anuales. El ahorro obtenido permanece en el Estado miembro para su uso en desarrollo rural. La idea es que los pagos directos a nuevos agricultores y a jóvenes agricultores (de menos de 40 años) se amplíen durante los 5 primeros años de su actividad. Esto se sumará a otras medidas de apoyo disponibles en el marco de los programas de desarrollo rural. En el futuro, los agricultores que solo reciban una pequeña cantidad en concepto de pagos directos podrán beneficiarse de un «régimen simplificado para pequeños agricultores». Esto reducirá los trámites que tengan que hacer tanto los pequeños agricultores como las autoridades nacionales.

En el futuro, solo recibirán financiación los denominados “agricultores activos”. Las nuevas normas aclaran que los grandes propietarios sin ninguna actividad agrícola real y las empresas con grandes zonas de pasto (como aeropuertos) no podrán reclamar pagos.

Se pretende que los actuales desequilibrios en niveles de pago entre los distintos Estados Miembros se vayan estabilizando. También se pretende aumentar de forma gradual el nivel de pago a los Estados Miembros cuyo nivel de pago directo por hectárea sea inferior al 90 por 100 de la media de la Unión Europea. Para el año 2019, se pretende que el nivel mínimo en toda la Unión deberá ser de alrededor de 196 euros por hectárea. Esta convergencia la financiarán los Estados miembros cuyo nivel de pago directo sea superior a la media de la U.E.

Aunque las directrices a seguir en el tema de los pagos directos parecen claras, en las últimas semanas han surgido dudas acerca de si estos pagos directos iban a continuar en el seno de la PAC. No obstante, el Sr. Phil Hogan aseguró en la Conferencia Agraria celebrada en el pasado mes de diciembre que “los pagos directos van a continuar porque son una parte esencial de la PAC”. Paralelamente, ha asegurado que continuarán los dos pilares de la PAC.

La incógnita ahora está en saber con qué presupuesto se va a contar (no se olvide aquí el daño que en este sentido puede ocasionar el Brexit si finalmente se produce; en este caso, si se quiere mantener el actual nivel presupuestario, los restantes EE.MM. tendrán que aportar entre un 0.1 y un 0,2 por 100 más que hasta ahora de su PIB). Como es sabido, el marco financiero se definirá en este primer semestre del año 2018. Una vez establecido, la Comisión Europea será la encargada de presentar las propuestas legislativas que enmarcarán la futura PAC, la cual, según palabras del Comisario, no supondrá una renacionalización de la misma. Esto sí, habrá una mayor flexibilidad para los Estados miembros en el uso de sus paquetes nacionales: todos los Estados podrán pasar hasta un 15 por 100 de su financiación de un pilar a otro de la PAC. Los Estados miembros cuyos paquetes de pago directo sean inferiores a la media de la U.E. podrán transferir incluso hasta un 25 por 100 del paquete del segundo pilar al del primero.