¿La micro-integración es la solución del sector ovino de leche?

En el momento actual, el sector ovino de leche vive un periodo muy delicado. Las causas principales son el incremento de la producción de leche, tanto de ovino como de otras especies, que provoca un superávit de la oferta frente la demanda y todo ello condicionado a las tan pocas veces mencionadas prácticas de colusión que se producen por los agentes reguladores del mercado.

Este escenario, tan diferente al que se vivía hace unos años, está llevando a muchas explotaciones de ovino a plantearse el futuro y la viabilidad técnico-económica de su negocio.

A la par de estos acontecimientos, han sido numerosas las ganaderías que han apostado por integrar en su modelo la fabricación y comercialización de queso, tratando de valorizar sus propios productos y defenderlos en el mercado.

 

A este modelo de integración sobre sí mismas de pequeñas empresas o agrupaciones de ganaderos lo denominaremos micro-integración, pues no dejan de ser en su mayoría pequeñas empresas, en muchos casos familiares. Y a la vez, para diferenciarlo de los modelos de negocio de gran integración que tienen otros sectores ganaderos como es el porcino o la avicultura.

Con esta breve pero necesaria introducción, toca ahora responder a la pregunta que enuncia el artículo.

Sería una falsedad y un acto irresponsable exponer que la solución a los problemas pasa por integrar en su modelo la producción de queso y comercialización. Pues, en muchos casos, no haría más que agravar la situación. Si bien, aunque no sea la solución para todos, sí es cierto que puede resultar una correcta solución para algunos.

 

La integración en la cadena de valor exige cambios fundamentales tales como:

El objetivo del ganadero deja de ser la optimización de la producción de leche, por la búsqueda de la optimización de la producción de queso para la venta. En este aspecto, casi a la par de la cantidad de leche, será su calidad tecnológica, así como tratar de ajustar la estacionalidad de la producción a la demanda.

El ganadero, a la vez, tiene que cambiar el concepto de la venta. Al tratarse la leche de un producto genérico sin apenas diferenciación, la eficiencia empresarial viene marcada por la optimización de los costes de producción.

En cambio, en el caso del queso condicionado al volumen de producción, se parte de un producto con unos costes de producción más elevados que las grandes industrias. Por ello, la estrategia empresarial debe fundamentarse en la producción, “elaborando un queso de calidad”, y el marketing que consiga diferenciar el producto y llegar a ese nicho de mercado que demanda un queso o producto lácteo de mayor calidad.

Para emprender un proyecto de esta naturaleza el ganadero empresario debe no solo conocer y dominar sino también contar con un equipo humano que le permita cubrir los siguientes ámbitos clave:

  • Control y gestión de la producción en la ganadería, para producir una leche eficiente en calidad tecnológica y, muy importante, también en coste.
  • Control de la producción de queso para elaborar un producto de calidad, que se pueda diferenciar del mercado.
  • Gestión de ventas y el Marketing para adaptar el producto a la demanda de mercado y conseguir un margen diferencial que permita obtener una viabilidad económica al modelo de negocio global.

Jesús Alonso

Ingeniero Agrónomo

Agroalimentaria Valle de los Molinos, S.L.