La juventud y la conveniencia de consumir carne
Se acaba de informar a través de la Fundación LAFFER de la presentación del libro “La carne y la salud de los niños y adolescentes” por parte del El doctor don José Luis Llisterri, Presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
En el mencionado libro se abordan las características y bondades nutricionales de la carne y se aborda el hecho de que los hábitos alimentarios son un factor determinante externo del nivel de salud junto con la actividad física y el estilo de vida, de que alimentarse correctamente es una preocupación cada vez más extendida y que el médico de familia, por su situación privilegiada, es el idóneo para trasladar a los pacientes y ciudadanos en general la importancia de una dieta sana y equilibrada.
El objetivo primero es tener un documento de referencia para la población y la profesión médica, como prescriptores de una alimentación adecuada a los perfiles de cada uno de los pacientes a los que atienden los facultativos. Además, la Asociación (SEMERGEN) quiere fomentar entre los profesionales de la salud el conocimiento objetivo de las propiedades y de los beneficios del consumo de las carnes de cerdo, vacuno, caprino, ovino y conejo y posicionarlas como un alimento adecuado para incluir dentro de una alimentación equilibrada. La carne es un alimento importante a nivel nutricional, dado que aporta cantidades valiosas de proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc, vitaminas B y selenio con una biodisponibilidad mayor que la encontrada en otras fuentes dietéticas.
Por otra parte, no debe olvidarse aquí que la carne, hablando en términos generales, contiene una proteína que es la mioglobina, una proteína presente en las fibras musculares y que es la encargada de transportar el oxígeno necesario para el funcionamiento del músculo. En este marco, cuantos más activos son los músculos del animal, más oxígeno requieren para contraerse y relajarse, y su contenido en mioglobina es mayor, por lo que su color es más oscuro.
Se concluye que la relación consumo de carne y salud es una cuestión de equilibrio y, paralelamente, se destaca que este alimento debe cocinarse de manera sencilla (asados, plancha…), siendo los profesionales de la salud los encargados de valorar los aportes nutricionales de la carne y considerar que su consumo en cantidades razonables es perfectamente compatible con una dieta variada y equilibrada.