La inseminación de las cerdas a tiempo fijo (ITF): pros y contras (II parte)

Concluimos la primera parte de nuestro trabajo indicando la conveniencia de hacer una serie de consideraciones en lo que atañe a la utilización práctica de la ITF en las granjas porcinas.

Empecemos estas consideraciones mencionando los posibles riesgos que comporta la aplicación inadecuada, el mal uso, del programa de ITF

En este sentido, puede acontecer una posible reducción en el rendimiento reproductivo si los tiempos transcurridos entre la inducción de la ovocitación y la inseminación no son cuidadosamente seleccionados o respetados.

En efecto:

  • La administración prematura de buserelina no provocará la ovocitación de la cohorte completa de folículos pre-ovocitarios. Esto puede dar lugar a una disminución final de la prolificidad (ligada al número limitado de folículos que han sido dehiscentes y, por lo tanto, una disminución de la tasa de fecundidad).
  • Si la inyección de buserelina se realiza demasiado tarde (después de que se haya iniciado el aumento endógeno de la LH), no provocará un nuevo aumento de LH (ya que no queda LH en la pituitaria después de la oleada). Consecuentemente, el momento de inseminación relativo a la ovocitación puede ser erróneo; ello desemboca en una caída de la fecundidad y de la prolificidad.

En este caso, los resultados serán similares al uso de los programas estándares si se sigue estrictamente el protocolo de horarios que recomienda el producto.

Pero la utilización de la ITF también puede traer consigo, si se maneja de la forma adecuada, una serie de ventajas que no son nada desdeñables.

Para empezar, se tiene la posibilidad cierta de utilizar un solo macho/una dosis de semen en la cubrición de cada cerda. Naturalmente, esto nos obliga necesariamente asegurar la buena calidad/cantidad de esta única dosis seminal para evitar malos resultados productivos.

Además, si el programa de ITF se utiliza, como ya hemos mencionado, de una manera adecuada, los beneficios de su uso pueden ser elevados y muy interesantes para los productores.

En efecto, su utilización permite, entre otras cuestiones:

  • Protocolizar adecuadamente el manejo reproductivo en las explotaciones.
  • Minimizar el coste en dosis seminales:
  •    Solo un control de celo.
  •    Programar mejor la entrega de semen.
  •    Menor necesidad de almacenamiento de dosis.
  •    Poder usar semen con menos tiempo de espera (más fresco).
  •    Posibilidad de usar verracos genéticamente superiores.
  •    Utilización de menos verracos por lote, lo que ayudará a la homogeneidad.
  •    Por ello, la posibilidad de optimizar la utilización de los verracos con un mayor valor genético para transmitir el máximo potencial a la descendencia (un verraco al año 600-800 camadas, 4500-5000 camadas con pos-cervical + ITF).
  • Lograr un ahorro en la mano de obra (inseminación y recela).
  • Realizar la inseminación en el mismo día, no se retrasa el Intervalo destete–cubrición (IDC), se prevén menos días no productivos (DNP).
  • En las granjas de selección: organizar los días de inseminación (logística, costes).
  • Se hace menor la dispersión de los partos.
  • Más facilidad de atención a los partos.
  • Favorece trabajar por lotes en la explotación.
  • Facilita la sincronización de los celos.

Obviamente, como siempre sucede cuando se trata de aplicar técnicas con una relativa sofisticación, la calidad del capital humano de la granja es determinante para el éxito de la aplicación de la inseminación de las cerdas reproductoras a tiempo fijo.

 

Rut Menjón.

Departamento técnico MSD Animal Health.

Marcial Marcos.

Departamento técnico MSD Animal Health.

Marta Jiménez.

Departamento técnico MSD Animal Health