La iniciativa del ‘Stop – Live – Transport’

Como se recordará, en el pasado mes de abril murieron, a causa de un traslado inadecuado (hacinamiento y malas condiciones generales) miles de ovejas en un barco de transporte de ovejas en Australia.

No es la primera vez que ocurre un hecho de esta naturaleza pero nunca había tenido la dimensión y el eco mediático del caso expuesto.

A raíz de ello, la organización ‘Stop – Live – Transport’ (parar el trasporte de animales vivos) inició una campaña internacional que ha generado una iniciativa de ámbito internacional, a la que se ha sumado el partido animalista español (PACMA,) cuyo primer objetivo es el de lograr que la Unión Europea prohíba la realización de largos transportes con animales vivos.

En la manifestación que con este motivo convocó PACMA ante la sede de la Comisión Europea en Madrid, su portavoz, doña Laura Duarte, afirmó que: “el traslado de animales alrededor del mundo se realiza durante días; no solo a Estados de la UE, sino también al norte de África y al Oriente Medio”.

Según la portavoz “estos seres vivos sufren durante su estancia en las granjas, sufren siendo transportados y cuando llegan a su destino resulta que es un matadero; un larguísimo viaje para ser sacrificados en países donde las leyes de protección animal y las garantías de bienestar no existen. Además, en estos recorridos de larga distancia muchos animales mueren asfixiados, son pateados por otros animales y llegan a su destino con extremidades rotas, debido a la cantidad de horas que dura el traslado y a las deficientes condiciones en las que se realizan los viajes”.

PACMA busca presionar a las instituciones “para que, de alguna manera, se mitigue este terrible sufrimiento de los animales en granjas y mataderos”.

Paralelamente, PACMA ha vuelto a hacer hincapié “en el impacto que genera el consumo masivo de carne, tanto al medio ambiente como para la salud personal” y ha pedido más concienciación social sobre las consecuencias de este consumo masivo.

Este es un tema de compleja solución desde un punto de vista comercial. En efecto, como es conocido, la exportación de animales vivos (en el caso de España fundamentalmente de ganado ovino y de ganado vacuno) está básicamente fundamentada en la tipología de la demanda de los países compradores que, por una parte, en el caso del ovino, es para ser sacrificado según los ritos que en ellos rigen y en el caso del vacuno es para que la parte sustancial del valor añadido se quede en el destino.