La inflación argentina y el agro

En este año 2016 se estima que, en Argentina, la inflación se situará en el entorno del 40%. El dólar oficial se ubicaba, a principios de año, en $ 9,68 y el año terminaría en $ 16,00, lo que implicaría un incremento del 65% anual.

A este relevante hecho hay que sumarle a que, en la Argentina, hubo quitas de retenciones del 20% para el maíz, del 23% para el trigo y del 5% para la soja. De estos tres cultivos mencionados, solo la soja tiene actualmente una retención del 30%.

Como es natural, estos cambios dejaron una gran utilidad para aquellos agricultores que sembraron en el año 2015 y cosecharon el año 2016, permitiendo recapitalizarse al sector agrícola y, en muchos casos, incorporar nuevos equipos a la producción.

El resultado no fue parejo para toda la geografía del campo argentino. Hubo, como es bien conocido, un evento climático devastador que afectó a amplias zonas de nuestro agro, y este hecho dejo al que podríamos denominar “sector húmedo” realmente en ruinas, pero, en cambio, a los que estaban ubicados en “zonas seca” les proporcionó unas ganancias considerables.

De cara a la próxima campaña, el escenario no es tan prometedor. Los precios de la soja y el maíz muestran bajas sustanciales. Todo parece indicar que, cara al año 2017, no habrá reducciones en los tributos. El tipo de cambio está planchado, producto del fuerte ingreso de capitales en el país, y la inflación tiene un piso del orden del 1,5% mensual.

Los costes se están incrementando, y los precios están bajando; es como si, en la vivienda, te suben el piso y te bajan el techo; la rentabilidad se diluye como el agua entre los dedos.

Por si todo esto fuera poco, los campos situados a más de 300 kilómetros de puerto, penan el castigo de fuertes erogaciones en fletes, que les quitan buena parte de la rentabilidad obtenida.

La campaña 2016/17, podría traer consigo una cosecha de 32 millones de toneladas de maíz, cuando en la anterior campaña se recolectaron 27 millones de toneladas. Por el lado de la soja, se proyecta recolectar 53 millones de toneladas, algo menos que los 56 millones de la campaña actual.

Vamos hacia un año muy avaro para las finanzas del productor, los costes de estructura en el campo están incrementándose; obviamente, no es fácil hacer magia con los márgenes económicos y la presión tributaria es muy elevada. El presidente argentino, Mauricio Macri, ha pedido un esfuerzo al sector que, una vez más, dice presente para acompañarlo, pero se necesitan mejores precios internacionales, de lo contrario, sin dinero en el bolsillo, el amor desaparecerá, y vendrán los problemas de rentabilidad.

Argentina es muy país complejo. El espanto del régimen K hace que muchos argentinos se unan al esfuerzo de cambio que propone Mauricio Macri; lo nuevo tiende a desplazar a lo viejo, y es el sueño de muchos argentinos.

Serán cruciales las elecciones de mitad de mandato, allí se define el futuro de Argentina, continúa lo nuevo o volvemos al pasado. Continuará.

Salvador Di Stefano

Analista económico y de mercados
Rosario – Santa Fe – Argentina