La gelatina de piel de asno y el ejiao (Colla Corii Asini)
Este escrito tiene su razón de ser en un interesante artículo publicado el pasado 7 de octubre por doña Macarena Vidal Liy acerca de la importación, por parte de China, de una cifra muy importante de pieles de asno, para destinarlos, entre otras cuestiones, a la producción de un producto muy solicitado en su medicina tradicional: el ejiao. El mencionado artículo ha generado que haya recibido varios correos y llamadas solicitándome información sobre este tema.
La gelatina de piel de asno es un ingrediente muy importante, clave, para la elaboración de uno de los productos más apreciados en la medicina tradicional china: el mencionado ejiao, que es un tipo de pegamento que tiene multitud de aplicaciones: detener hemorragias, tratar toda una serie de carencias y de dolencias (la anemia, el insomnio, los mareos, las menstruaciones irregulares, ciertos daños pulmonares, etc.).
De cada piel asnal, en función de su tamaño, se pueden obtener entre 1,5 y 2,5 kg de gelatina y China produce anualmente del orden de unas 5.000-5.200 toneladas de este producto, lo cual significa que se necesitan anualmente, como mínimo, unos 3,0-3,5 millones de asnos.
Lamentablemente, en estos últimos 20-25 años, el censo asnal chino ha descendido de forma muy importante. Ha pasado de unos 11-11,5 millones de cabezas a unos 4,5 millones (a este descenso censal también han contribuido la creciente mecanización del agro chino, las dificultades técnicas de la producción asnal a gran escala y el coste de la misma). Ello ha llevado al Gobierno Chino a que empiece a incentivar, a subvencionar, la producción asnal (fundamentalmente en aquellas explotaciones con producciones superiores a las 1.000 cabezas anuales).
Actualmente la producción asnal china (ubicada prácticamente toda ella, un 98%, en áreas muy concretas del Norte de China) no genera más allá de 1,5-1,7 millones de pieles anuales lo que significa que déficit estructural anual chino de pieles de asno es muy importante (y tiende a crecer ante el aumento que está experimentando la demanda).
Esta realidad ha llevado a China en estos últimos años, por una parte, a tener una inflación superior al 300% en los precios de la piel de asno; a la aparición de un “mercado negro” que genera un “falso ejiao” (a partir de pieles de cerdos, caballos y vacunos) y a afrontar un importante incremento de la importación de pieles de asnos procedentes de un gran número de países tales como México, Perú, Egipto, etc.
Esta realidad está dando lugar a que, en algunos países, especialmente africanos, haya cundido la alarma ante la dimensión de la demanda china y se esté empezado a tomar medidas para contrarrestarla. Así, países como Burkina Faso y el Níger ha prohibido expresamente exportar sus asnos y/o las pieles de los mismos, ante el temor de una reducción irreversible de su cabaña.
Paralelamente hay que indicar que en alguna regiones de China el consumo de carne de asno es habitual (léase, por ejemplo, el bocadillo de carne de burro) y, además, se está promocionando la leche de burra y la utilización de la sangre de asno.
En definitiva, todo apunta a que la demanda china de los productos asnales, especialmente de pieles, seguirá creciendo en los próximos años y ello abre, aún con los peligros que ello puede comportar, muy buenas expectativas para ciertos países (y de ello ya se han hecho eco países como, por ejemplo, Kenia).
España, obviamente, no puede estar en este mercado.
Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid.