La controversia del envase de los huevos de Pazo de Vilane al de los de Corral de Monegros

Según informa la Voz de Galicia, Pazo de Vilane ha presentado una demanda contra Flumenali SL, comercializadora de la marca de huevos camperos Corral de Monegros por lo que entiende como conductas de supuesta «competencia desleal». Desde Pazo de Vilane especifican en un comunicado que «la caja de huevos (color, diseño, tamaño) es una copia de la caja original de Pazo de Vilane puesta en el mercado en 1997».

Además de aportar imágenes de los estuches que usan cada una de las marcas, añaden en el documento que sustenta la demanda, que «la demanda se basa en la Ley de Competencia Desleal al estar replicando Corral de Monegros aspectos relativos a la imagen de marca de Pazo de Vilane, tanto en los envases de los huevos comercializados, como en su tipografía y su página web». Con la demanda pretenden «la cesación de las conductas ilegales contrarias a la buena fe, que suponen actos de confusión y riesgo de asociación en perjuicio del consumidor, actos de imitación y explotación de la reputación ajena».

Por su parte el gerente de Flumenali, defiende que «en ningún caso nuestro estuche es igual al de Pazo de Vilane. Puede ser que ellos empezaran a comercializar antes sus huevos camperos, pero basta con poner en Internet estuche de huevos camperos para que salgan varias cajas de cartón», e invita a pensar «cómo son los estuches de los huevos convencionales, todos son iguales».

Pero incluso va más allá en su argumentación a la hora de defender la utilización de su estuche: «El diseño de nuestro estuche que ha enviado Pazo de Vilane para argumentar su demanda es un envase antiguo que usamos únicamente durante seis primeros años. Ahora lo hemos cambiado y la marca está impresa sobre la gallina, además de aparecer en todas las caras de la caja para que no haya confusión con otras marcas». Además, puntualiza, «su caja es auto-montable, la nuestra es automática».

Este es un ejemplo más de las tensiones que vive un mercado que no consigue hacer valer económicamente de una forma adecuada y continuada el valor real del producto que llega al consumidor.