Ignorancia + demagogia = un mal dúo

Me permito trasladar a todos los lectores de nuestro boletín un escrito publicado por el equipo de Avaaz hace 2 días, el domingo 14 de enero (para saber a quién nos referimos considero interesante leer el artículo de D. Jesús García Blanca “¿Qué hay detrás de Avaaz?-Revista DSalud, nº 146, febrero 2012).

El mencionado artículo dice lo siguiente (copia literal):

“56 MIL MILLONES de animales se encuentran en jaulas sucias y sin ventilación y son sacrificados cada año para satisfacer nuestra adicción a la carne. Es horrible de verdad, y puede que lleve años cerrar estas repugnantes granjas industriales, pero hay una cosa que todos podemos hacer hoy: comer menos carne.

Avaaz tiene 46 millones de miembros a nivel mundial. Si cada uno se compromete a no comer carne tan solo un día a la semana, aunque ya seamos vegetarianos o veganos, y luego invitamos a unirse a nuestros amigos, a famosos y a empresas, ¡podríamos ayudar a crear el mayor compromiso mundial hasta la fecha!

Mandemos una señal a los productores cárnicos industriales de que sus días están contados y empecemos a revertir esta crueldad.

Nuestro consumo de carne no solo está provocando la tortura masiva de los animales — ¡está acabando con nuestro planeta! La ganadería contribuye más al calentamiento global que todos los vehículos y aviones del mundo, y el 75% de todos nuestros terrenos agrícolas está destinado a cultivos de pasto para el ganado. ¡Se nos ha ido de las manos!

No tenemos que hacernos vegetarianos de la noche a la mañana pero los expertos dicen que reducir el consumo de carne es lo mejor que podemos hacer para evitar una catástrofe planetaria.

La tendencia ya está ahí pero, si ahora le sumamos un compromiso mundial, nuestro movimiento de India a Brasil, pasando por Estados Unidos, tiene el potencial único de desencadenar un impulso global para reducir radicalmente la demanda de carne y, con el tiempo, cerrar estas horrorosas granjas. Comprometámonos cada uno hoy a dar un pequeño paso:

¡Cuenta conmigo para reducir el consumo de carne!

¡Ya soy vegetariano/vegano, o ya he reducido el consumo!

Muchos dijeron que nunca podríamos dejar nuestra adicción a los combustibles fósiles pero, cuando fuimos suficientes los que empezamos a cambiar nuestros hábitos y a pedir a nuestros gobiernos que tomaran medidas, hicimos avances. Unámonos de nuevo para detener esta crueldad y, juntos, salvar nuestro planeta.

Cuando uno lee tantas inexactitudes juntas (quiero pensar, en aras a mi reconocida ingenuidad, que son fruto de la ignorancia técnica y/o de intereses muy concretos y no de la mala fe) y las mismas están regadas por una tan elevada demagogia (entendida en este caso como la utilización de falsas promesas que son populares pero difíciles de cumplir y otros procedimientos similares para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de la propia ambición o finalidad perseguida) no puedo dejar de pensar en el injusto “daño social” que se hace a nuestros ganaderos, a nuestros técnicos y a todos los que estamos vinculados al mundo de la ganadería, cuando lo que pretende el sector es generar, a partir de una ganadería que busca ser cada día más sostenible, unos alimentos cada vez mejores, más seguros y más necesarios, ante la evolución demográfica del Mundo.

Imagino cómo puede impactar un artículo como el referenciado, que responde claramente al dúo “IGNORANCIA + DEMAGOGIA”, en una sociedad que cada día está más alejada del campo, de la ganadería y de su realidad (una realidad que implica un trabajo altamente profesional y responsable los 365 días del año).

Pero ya lo sabemos: “el amarillismo vende” y “la verdad interesa poco” ¡así nos luce el pelo; sencillamente !¡DEMENCIAL!

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.

Profesor Emérito.

Universidad Politécnica de Madrid.