Huevos “Galo Celta” a casi 5 euros la media docena
Según publica la “Voz de Galicia”, en Añobre, una pequeña parroquia del municipio dezano de Vila de Cruces, hay desde hace un lustro una explotación avícola en torno a la Galiña de Mos. Esta explotación es la segunda en la Unión Europea (la primera está ubicada en Holanda) donde los huevos producidos por las mencionadas gallinas son, desde el pasado febrero, los primeros de toda España que logran la certificación de huella ambiental calculada. Un referente de calidad recibido por su sostenibilidad y que hasta ahora solo atesoraba, como se ha mencionado, una firma holandesa en toda Europa.
Esta explotación, denominada “David Sueiro Avicultura Artesanal”, comercializa del orden de un millar de huevos diarios, a partir de unas 3.000 gallinas de puesta ubicadas en una explotación al aire libre.
Según el avicultor, la densidad, cremosidad y bajo contenido en agua de las yemas las convierten en un ingrediente de calidad en los platos de cocineros de alta escuela, donde las claras se convierten en meros conservantes.
Según viene referenciado en el mencionado reportaje, ganar en credibilidad ante el consumidor con un producto de calidad, donde se analizan desde los impactos ambientales derivados de la producción, comercialización e incluso los residuos que genera, motivó la decisión de David Sueiro de dedicar meses a conseguir la distinción de la huella ambiental.
El objetivo era producir un “un huevo único, con muy poca agua y con propiedades beneficiosas para la salud al tener ácidos grasos como Omega 3 y 6, al alimentar a las gallinas con pulpa de oliva”. Ese ingrediente en la alimentación, junto con harinas gallegas de trigo y maíz, sustituyó con una importante mejora a la harina de castaña que empleaba hasta hace poco tiempo, al aportar más vitamina E y mejorar la capacidad inmunológica de sus aves.
Ya ha mandado una partida de huevos a Japón y busca expandirse en el mercado francés.
La idea es ahora aumentar la dimensión de la explotación hasta alcanzar un censo de 12.000 gallinas ponedoras y producir anualmente unos 6000 gallos para carne, amén de abrir una “Granja Escuela” que está proyectada para el año 2019 y se dedicará a razas autóctonas, junto a huertos de plantas medicinales y aromáticas, además de vegetales propios de Galicia. Dispondrá de aula de formación y emprendimiento para intercambiar experiencias sobre el mundo rural con otros productores.
Paralelamente, esta explotación trabaja con el Centro Tecnolóxico da Carne para acometer un proyecto de investigación de cuatro años de duración sobre las bondades del huevo como producto de calidad.
El P.V.P. en “posición Premium” de los mencionados huevos se acerca a los 5 euros la media docena.