España y el consumo de productos acuáticos
De acuerdo con un exhaustivo estudio publicado por APROMAR, titulado “Informe la Acuicultura en España 2017”, en nuestro país las importaciones de alimentos de origen acuático se han mantenido a lo largo del período 2007/2016 en valores superiores a los 4.000 millones de euros anuales. En el año 2016 se llegó a un récord de 5.639 millones de euros.
Por otra parte, las exportaciones muestran una tendencia creciente y sostenida en el tiempo, alcanzando en 2016 un valor también récord de 2.782 millones de euros. Con ello, la balanza comercial exterior de productos acuáticos es claramente deficitaria, situándose en el año 2016 en la cifra de 2.857 millones de euros.
En relación con el consumo de productos acuáticos en los hogares(pescados frescos, pescados congelados, moluscos, crustáceos y conservas de pescados y moluscos), en 2016 cayó un 3,1 por 100 respecto al año 2015, aunque en términos de valor la reducción es más suavizada (-0,9 por 100) por mor del incremento en el precio medio del 2,3 por 100, situándose en 7,94 euros/Kg.
Los hogares destinaron un 13,25 por 100 de su gasto en alimentación y bebidas a la compra de productos acuáticos, realizando un gasto per cápita de 202,44 euros y un consumo de 25,49 kg por persona y año. Los meses de mayor volumen y valor en compras de pescado y otros alimentos acuáticos son siempre los últimos del año, coincidiendo con el periodo navideño.
El consumo de pescado fresco representa el 45,3 por 100 del volumen de pescado consumido, siendo el tipo principal en 2016. El segundo tipo más comprado corresponde a las conservas de pescados y moluscos, con el 17,7 por 100 de participación en el segmento, con un peso en facturación del 20,8 por 100. Por su parte, de acuerdo con el mencionado informe, los mariscos frescos y congelados asumen el 15,3 por 100 y el 8,7 por 100 del volumen, respectivamente.
En los hogares españoles, los productos acuáticos frescos fueron los que mayor presencia tuvieron en el pasado año 2016, con un 45,3 por 100 de la cuota en volumen sobre el total de productos acuáticos; no obstante, su consumo se redujo en un 2,5 por 100. Su valor también decreció, aunque de forma más moderada, -0,5 por 100), como consecuencia del impacto del incremento del precio medio (+2,0 por 100), que cerró en 7,43 euros/kg.
Los hogares destinaron el 5,61% de su presupuesto para alimentación y bebidas a la compra de productos acuáticos frescos, lo que implica un gasto per cápita de 85,81 euros, algo superior (+1,1 %) a lo invertido durante el año anterior. El consumo per cápita de alimentos acuáticos frescos fue de 11,54 kilos, un 0,9 por 100 menos que en el año 2015.
El perfil de hogar consumidor de pescado fresco se corresponde con hogares adultos. Galicia, Castilla y León, Asturias y País Vasco son las comunidades autónomas con mayor consumo relativo, mientras que ambos archipiélagos, así como la Región de Murcia, son las que menos consumen comparativamente.
Las especies más demandas por los españoles son merluza/ pescadilla fresca, sardina/boquerón, atún y bonito, trucha fresca, lenguado fresco, bacalao fresco, caballa fresca, salmón fresco, lubina, dorada, rodaballo y rape.