El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, ha presentado este martes en el Parlamento de Navarra el Plan Foral de Regadíos, que abarca desde el año 2023 al 2042 y prevé una inversión de 550 millones de euros para la modernización de infraestructuras, con una superficie total afectada de 67.876 hectáreas.

Aierdi, que ha comparecido a petición de UPN, ha explicado que se trata de una estrategia de gestión «responsable de los recursos hídricos en el marco de la consolidación de regadíos existentes y eficiencia del uso del agua en un escenario de cambio climático con menores recursos», y de «condicionalidad» de las ayudas PAC sujetas al cumplimiento de esa gestión responsable.

El plan prevé tres grupos de actuaciones: la zona regable del Canal de Navarra, la modernización de regadíos del Canal de Bardenas y el resto de modernizaciones.

Además, contempla cuatro periodos. En el primero, entre 2023 y 2027, si incluye, en lo relativo al Canal de Navarra, la finalización de la ampliación de la 1ª fase, áreas complementarias de la ampliación de la 1ª fase y primeros sectores de la 2ª fase (Arguedas, Valtierra, Cadreita, Montes de Cierzo de Tudela).

También en este periodo, en el Canal de Bardenas, donde existen «regadíos obsoletos, de los años 60», se prevé su modernización iniciando los trabajos preparatorios, con estudios de viabilidad técnica y económico financiera. Se trabajará también en modernizaciones de regadío con implantación de energías renovables de Ribaforada (La Dehesa y Aguas Rodadas) y Viana I.

Para el período 2, entre los años 2028-2032, en el Canal de Navarra se prevé abordar el resto de sectores de la 2ª fase hasta su finalización. En el Canal de Bardenas, se trabajará en el Embalse de Valderrey (44 hm3), para almacenar sobrantes de invierno del Canal y consolidar regadíos que actualmente tienen un 50% de cereal de invierno. Además, se acometerán modernizaciones de regadío de Cadreita-Campos de Alfaro y Milagro.

En el período 3, entre 2033-2037, en el Canal de Bardenas se trabajará en la finalización del Embalse de Valderrey y la modernización de Comunidades de Cáseda, I, II y III, El Ferial, Morante y Hondo Espartosa.

Por último, en el período 4, entre 2038-2042, se prevé la modernización de regadíos en riberas del Ebro, Arga y Ega, fundamentalmente en Buñuel, Lerin, Carcar, Lodosa, Tudela.

El consejero ha dicho que el Plan Foral de Regadíos es un documento «vivo, una hoja de ruta que plantea un horizonte temporal amplio porque las decisiones tienen que ser compartidas entre los agricultores, las comunidades de regantes, el Gobierno de Navarra, que tiene que disponer de los fondos necesarios para abordar esas inversiones».

En el turno de los grupos, el portavoz de UPN, Miguel Bujanda, ha afirmado que «si el agua de un canal tuviera que dar tantas vueltas para no llegar a ningún sitio, como ha hecho el consejero, se hubiera evaporado por el camino, porque no ha concretado prácticamente nada». Como ejemplo ha puesto el regadío de Viana, que «lleva ocho años dando vueltas y sigue sin hacerse». Además, ha dicho que el Gobierno de Navarra «no tiene ganas de hacer» la segunda fase del Canal de Navarra y la realidad es que de 2015 a 2023 no ha habido «ni una pellada de yeso en la segunda fase».

El portavoz del PSN, Carlos Mena, ha afirmado que la definición de este plan «está acompasada a los hitos que nos hemos marcado como Gobierno y desde ahí creemos fundamental la planificación, la organización de los recursos que tenemos y también las necesidades que nos plantean para poder realizar un plan real, un plan vivo, que es lo que ha comentado el consejero». «Hay que modernizar el regadío navarro, es necesario hacerlo más sostenible, más sostenible medioambientalmente, pero también hay que tener en cuenta los recursos de agua con los que contamos y también las formas de trabajar de los agricultores y de las agricultoras», ha señalado.

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha compartido con UPN que «en el fondo, lo que queda aquí, es la segunda fase del Canal de Navarra, la conversión de las 25.000 teóricas hectáreas» y ha cuestionado si hay «un estudio económico financiero de cómo se va a financiar esta segunda fase». «Los usuarios de la primera fase están muy preocupados, porque si no entran usuarios suficientes para la segunda fase, se van a hacer cargo de todo el mochuelo, y les va a costar muy caro», ha indicado, para señalar que «meterse en la aventura» de la segunda fase en las condiciones actuales es «más que temerario».

Por parte de Geroa Bai, Pablo Azcona ha planteado que la extensión en hectáreas de la segunda fase del Canal de Navarra y la financiación son «las dos preguntas que hay que resolver» y ha dicho que el Estado «debe ir determinando estas cuestiones». Además, frente a las críticas de UPN sobre el «retraso» en este proyecto, ha señalado que en 2013, con la formación regionalista en el Gobierno for a, se «abandonó la segunda fase para ampliar la primera frase».

El portavoz del PPN, Javier García, ha señalado que «se habla de periodos de tiempo de la segunda fase del Canal de Navarra, pero dado el ritmo que se lleva no hablaremos de 2032 -fecha prevista en el Plan Foral de Regadíos-, sino de 2042». «Es momento de cambiar la marcha y pisar el acelerador. Llevamos más de nueve años perdidos para el avance de la segunda fase del Canal de Navarra», ha dicho, para apuntar que en el impulso a esta infraestructura el Partido Popular estará para «apoyar».

Desde Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán ha afirmado que «el sector primario es fundamental y estratégico para Navarra y no debe ser ajeno al problema del cambio climático que está sufriendo el resto de la sociedad», ha considerado acertados los cuatro periodos de 2023 a 2042 en los que se divide el plan, «cuatro periodos que deben estructurar el futuro de esta cuestión para Navarra». Respecto al Canal de Navarra, ha defendido «adecuar esa infraestructura a la necesidad de agua de boca, industrial y de riego que tiene la Ribera de Navarra pero de la mano de un estudio económico financiero que clarifique su financiación».

Por último, el portavoz de Vox, Emilio Jiménez, ha asegurado que «desde 2015 se ha hecho muy poco y el futuro se nos antoja lejano y con cierto escepticismo». «Hacen falta políticas de eficiencia para tener mayor productividad en las explotaciones», ha señalado, para incidir en que «el agua es un bien escaso y que hay que tratar, que incluso hay que unirlo con un plan hidrológico nacional que, por desgracia, hace ya años que lo teníamos que tener».