El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León trabaja en el aumento de la eficiencia energética del sector lechero y en bioenergía a partir de residuos agros
El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) trabaja en el incremento de la eficiencia energética del sector lechero a través de la herramienta online ‘Enerlácteo’, una herramienta que permite un ahorro de hasta 1.000 euros al año en una explotación de 600 ovejas, y en investigaciones para producir bioenergía a partir de residuos agroalimentarios.
Estos son algunos de los proyectos que ha destacado la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural con motivo de la celebración este viernes, 5 de marzo, del Día Mundial de la Eficiencia Energética para recordar los beneficios que conlleva la implantación de estas medidas, «un tema prioritario» para la Junta.
www.enerlacteo.com ofrece dos versiones, una para ganado vacuno y otra para ovino, y se presenta como un autodiagnóstico de la eficiencia energética de la granja y propuesta de mejoras energéticas para explotaciones ganaderas de producción láctea a la cual puede accederse de forma libre y gratuita, sin instalación de ningún tipo de software, por lo que solo es necesaria una conexión a internet desde un ordenador, teléfono móvil o tableta para lo que el Itacyl ofrece soporte técnico y asesoramiento a todos los interesados.
La aplicación, que cuenta con más de 320 usuarios, analiza la información y localiza puntos críticos, tras lo cual se genera un informe personalizado basado en los datos introducidos. Con esa información ‘Enerlácteo’ permite al usuario conocer el coste eléctrico asociado a su producción láctea, así como compararlo con un valor medio de referencia.
«De forma general se recomienda revisar anualmente el contrato con la compañía eléctrica y adecuar los tramos con tarifa más económica a los periodos de ordeño», han indicado las mismas fuentes que recuerdan que el adecuado mantenimiento de todos los equipos, en especial los asociados al ordeño, y la correcta ventilación del condensador del tanque de frío, permiten mejorar su rendimiento y vida útil. La instalación de variadores de velocidad en la bomba de vacío para el ordeño es una inversión que puede resultar rentable a corto plazo, ya que genera un ahorro energético importante.
En un estudio llevado a cabo por el Itacyl, en el que se han realizado mediciones reales en granjas con los variadores tanto en funcionamiento como desactivados, se observó que la instalación de los mismos da lugar a un ahorro de electricidad en el consumo de la bomba de vacío de hasta un 70 por ciento, han señalado desde la Consejería.
La decisión final sobre la idoneidad de estas medidas debe ser valorada por cada usuario, es recomendable realizar una auditoria energética por profesionales antes de invertir en medidas de eficiencia energética, o fuentes de energías renovables, para conocer los periodos de amortización de las posibles inversiones.
Respecto a la producción de biogás, citan el ejemplo de los proyectos Symbiosis II, que trabajan en la producción de gases a partir de biomasas y la digestión anaerobia como tecnología para la obtención de biogás a partir de diversos tipos de residuos agroalimentarios. Se busca que puedan transformarse en un recurso para generar energía, pensada para el autoabastecimiento energético de las granjas ganaderas.
Otro ejemplo citad por Agricultura es Lactocyl, proyecto para la valorización de lactosuero en la industria quesera en el que participan cinco queserías de la Comunidad que tiene como la aplicación de varias tecnologías para la valorización del suero lácteo, con la producción de biogás como una de ellas. Mediante el aprovechamiento de la materia orgánica de dichos sueros se consigue reducir la contaminación, así como la dependencia energética, dado que el biogás es una fuente de energía renovable que puede utilizarse en forma de calor o electricidad.
Otro de los proyectos puestos en marcha es Reval 2.0, que aplica la biotecnología para la obtención de energía y está enfocado a la generación de biogás, en este caso a partir de residuos de frutas y hortalizas, como es el caso de los residuos de pimiento con los que trabaja Itacyl. La reducción de la dependencia energética (de fuentes no renovables) a través del aprovechamiento de los residuos orgánicos forma parte de la estrategia del cambio de producción hacia una economía circular, por la que están interesadas cada vez más empresas del sector agroalimentario.
Otros proyectos en marcha son GO Lúpulo y también el ya mencionado Symbiosis II, que trabajan en la generación de fertilizantes orgánicos, revalorizando los residuos y produciendo fertilizantes con menor huella energética.
Por otro lado y según han recordado las mismas fuentes, el Itacyl está trabajando con ocho comunidades de regantes en proyectos de energía fotovoltaica para enerar 21.000 millones de vatios al año y reducir la emisión de unas 8.000 toneladas de CO2.
Cinco son actuaciones previstas con las comunidades de regantes ya modernizadas del Canal del Pisuerga y Soto de Cerrato en Palencia, Canal de La Maya en Salamanca, Canal de Toro-Zamora en Zamora y Canal de Tordesillas en Valladolid donde se va a implementar energía fotovoltaica alternativa a la conexión a red eléctrica de la que actualmente disponen.
Otras tres actuaciones se están realizando en zonas a modernizar: en Becerril del Carpio en Palencia y Valoria La Buena en Valladolid, actualmente en ejecución, y la modernización de Castronuño (Valladolid) que está prevista.
Según ha recordado el Gobierno autonómico a este respecto, el consumo de electricidad en el sector agrario de regadío en Castilla y León, y en el conjunto de España, supone un «importante coste energético que va en constante aumento», debido al esfuerzo en modernización de regadíos que están realizando las comunidades de regantes al pasar de sistema de riego por gravedad a riego por presión.
También trabaja en ensayos en patata, remolacha y maíz para reducir la presión de aspersores en el riego y en el diseño de regadíos con presión natural.