El futuro inmediato para el mercado de la leche de cabra

Desafortunadamente, el mercado de la leche de cabra no escapa al carácter marcadamente cíclico del conjunto de la producción agraria. Fruto de este comportamiento los productores españoles han alternado periodos de expansión con graves crisis de precios, que han comprometido la continuidad de la actividad en nuestro territorio.

Todos recordamos las bajas cotizaciones de la leche de cabra del año 2010 que provocaron el cierre de cientos de explotaciones ganaderas y pusieron en evidencia la necesidad de establecer bases sólidas en la relación entre los operadores que aportasen estabilidad, imprescindible para afrontar el futuro con ciertas garantías.Es mucho lo que se ha avanzado desde entonces y parecía evidente que una situación como aquélla no se volvería a producir. Las lecciones aprendidas, el nuevo marco propiciado por la aplicación del paquete lácteo en España y un mayor diálogo entre las partes en el seno de la Interprofesional Láctea, INLAC, debían evitar llegar a determinadas situaciones que perjudicaban al sector en su conjunto, no sólo a la producción. Pese a todo ello, los cabreros españoles asistimos a un nuevo episodio en el que las cotizaciones han disminuido progresivamente desde el mes de enero pasado, con una bajada de alrededor del 30% de los precios que vuelven a situarse por debajo de los costes de producción. Tras una primavera y verano difíciles, las grandes industrias lácteas, demostrando una escasa amplitud de miras, se obcecan en mantener una estrategia de bajos precios para la campaña que ahora se inicia, tensando aún más la situación y creando un conflicto que no beneficia a nadie.

Cuando se nos pregunta sobre las perspectivas de los mercados para los próximos meses, desde la rama productora sólo se contempla una hipótesis de trabajo: la recuperación inmediata de las cotizaciones de la leche hasta unos niveles que nos permitan afrontar el futuro con optimismo, quedando cualquier otra posibilidad absolutamente descartada. En un mercado, el de los productos lácteos, tan competitivo como el actual, el resto de los operadores han optado por cargar todo el peso sobre los cabreros sin ser conscientes de que los precios deben construirse de manera coherente, partiendo de unas cotizaciones en origen que cubran los costes de producción y, a partir de ahí, aplicando unos márgenes que contribuyan al beneficio empresarial de todos. Cualquier otra estrategia de mercado es errónea y tendrá sus consecuencias.

Los cabreros españoles han evolucionado en los últimos años y sus exigencias no sólo pasan por una recuperación inmediata de las cotizaciones, imprescindibles para su supervivencia, sino que, paralelamente, proponen retomar la senda iniciada en el último lustro aprovechando las herramientas creadas, muchas de ellas manifiestamente mejorables. En este sentido, ofrecemos a las industrias lácteas españolas una batería de actuaciones como la mejora en la aplicación del sistema de contratos obligatorios, con el objeto de que cumplan realmente la función para la que fueron concebidos, mejorar la información disponible sobre las entregas de leche y comercio asociado, avanzar en la utilización del sistema de índices de INLAC o mejorar el posicionamiento de los productos españoles en los mercados, apostando por la innovación y la calidad.

Sólo así podremos seguir construyendo un futuro mejor para todo el sector y evitaremos conflictos como el actual.

Antonio Rodríguez García

Vicepresidente de SAT Productos de la Cabra Malagueña