El frenazo del consumo por la covid arrastra a la montanera a la incertidumbre

  • La incertidumbre marcada por unos industriales que no saben cuánto comprar o con reticencias a hacer grandes inversiones porque sus bodegas están más llenas de lo habitual debido al parón del consumo.

 

Cerdos ibéricos comiendo bellota de encinas en una dehesa de Los Pedroches (Córdoba). Efeagro/J.J.Ríos
Cerdos ibéricos comiendo bellota de encinas en una dehesa de Los Pedroches (Córdoba). Efeagro/J.J.Ríos

La montanera del cerdo ibérico se verá afectada por la pandemia de la covid-19, lo que le sumerge en una incertidumbre marcada por unos industriales que no saben cuánto comprar o con reticencias a hacer grandes inversiones porque sus bodegas están más llenas de lo habitual debido al parón del consumo.
A pocas semanas para que los cerdos salgan a pastar por las dehesas de la península para alimentarse principalmente de bellota, la situación es de “agobio” porque los industriales, parte esencial en esta cadena, “no han hecho tesorería” en los últimos meses debido a ese frenazo del consumo en la restauración y la hostelería, según indica a Efeagro la secretaria técnica de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber), Elena Diéguez.

No saben lo que les deparará el futuro “ni a corto ni a medio plazo” con productos de campaña anteriores aún en las bodegas, por lo que la situación es de “incertidumbre completa” para ellos en el arranque de esta montanera.
Como es una cadena, si los industriales retraen sus compras, esto termina afectado a los ganaderos que pueden ver cómo la demanda cae y pueden recibir hasta “un 20 % o un 30 %” menos de precio por sus cerdos ibéricos de bellota, respecto a la temporada previa, según estima Diéguez.
Es una “barbaridad” de bajada por lo que la situación “no ofrece perspectivas favorables”.
Con todo ello, Aeceriber no se atreve a hacer una estimación de cuántos cerdos entrarán en la montanera.

La carga de bellota en la encina y el alcornoque y la llegada de lluvias que permitan el crecimiento del pasto son esenciales también en el devenir de una campaña y, en este aspecto, Diéguez explica que la cantidad y calidad del fruto en las dehesas peninsulares presentan una distribución “bastante irregular”, con unas zonas mejores que otras.
Por tipología de árbol, el alcornoque presenta una mejor campaña de bellota frente a las encinas.
Además, ya han caído las primeras lluvias otoñales que, espera, tengan continuidad porque están beneficiando el crecimiento de la hierba, fundamental también para alimentar al cerdo.

Previsiones de las D.O.P.

El secretario general de la Denominación de Origen Protegida (DOP) “Los Pedroches”, Juan Luis Ortiz, prevé la entrada de un número algo inferior de cerdos en comparación con la montanera pasada, cuando se marcaron más de 26.000 animales con categoría 100 % ibérico de bellota.
En esta zona cordobesa, hay “menos bellota pero más voluminosa” que el ejercicio anterior aunque, más allá de esa situación en el campo, destaca la “grandísima incertidumbre” a nivel comercial.
“La mayoría de los ganaderos meten los cochinos en montanera pero no saben todavía a quién se los van a vender” porque los industriales “han tenido mucho menos venta de la esperada” debido a la covid-19.
Por eso, la industria “tiene menos necesidad de comprar” cerdos.

Con la covid-19, los mercados “funcionan a muy corto plazo” y “no hay un movimiento -comercial- claro o definido, ni se sabe a dónde vamos”, apunta.

Por eso, Ortiz considera que el coronavirus “lo ha descuadrado todo” también en el ibérico pero “no hay que estar lamentándose continuamente” y “afrontar” la situación “como viene”.

Cerdos ibéricos en montanera en Salamanca. EFE/Archivo. Carlos García.
Cerdos ibéricos en montanera en Salamanca. Efeagro/ Carlos García

En la DOP “Dehesa de Extremadura”, su director técnico, Álvaro Rivas, estima que entrarán entre “un 20 y un 25 % menos” de cerdos amparados por este sello aunque no lo vincula tanto a la situación generada por la covid-19 ya que se trata de un marco que, ya de por sí, “no certifica mucha cantidad de producto”.
Por lo tanto, los ganaderos no cambiarán sustancialmente sus previsiones de carga de cerdos en el campo por la situación actual de la covid-19 pero son “conscientes” de que “costarán menos” debido a la previsible reducción de la demanda industrial, con un horizonte comercial “nada halagüeño”.

El año pasado, esta denominación amparó unos 24.000 cochinos ibéricos de bellota, según Rivas.
Es consciente de que la industria se ve ahora ante la necesidad de “descargar sus bodegas” de producto pero sin renunciar a comprar nueva materia prima en esta montanera porque, “dentro de dos años, le harán falta los jamones y paletas” curados de los cerdos que ahora se sacrifiquen.
Espera, al menos, que ese producto que salga al mercado dentro de unos años lo haga a buen precio ya que habrá menos oferta.

Fuentes de la DOP “Guijuelo” también nombran la “incertidumbre” con la que trabajan a escasos días de que arranque la campaña porque el “frenazo” de la hostelería ha afectado “mucho” a los productos de esta denominación.
Reconocen que el panorama “es malo” porque, para comprar ahora cerdos, las empresas necesitan haber vendido producto “para tener liquidez” y “tener sitio” de almacenaje en la fábrica.
Actualmente, se han quedado con “mucho género colgado” en las bodegas, apuntan estas mismas fuentes.
Ante esta situación, aún no se atreven a hacer un pronóstico de cuántos cerdos entrarán en montanera.
Por su parte, la DOP “Jabugo” descarta por el momento hacer previsión o análisis alguno sobre esta próxima montanera