El Corredor Mediterráneo

El Corredor Mediterráneo, en su versión definitiva, es una infraestructura ferroviaria de doble plataforma para el transporte de mercancías y pasajeros en ancho europeo que discurrirá desde Algeciras hasta la frontera francesa, conectando con ella a las principales ciudades, puertos y centros logísticos del Arco Mediterráneo español, lo que permitirá acceder sin interferencia alguna a toda Europa.

Se trata de una infraestructura de capital importancia para la economía española, que beneficiará a todos los sectores productivos, y sin duda al sector agrario y ganadero, actividades en las que tendrá un gran impacto, mejorando el nivel de competitividad de agricultores y ganaderos del Arco Mediterráneo español.

Constituye una arteria de 1.300 kilómetros de longitud que unirá a media España con Europa, ya que esta infraestructura no sólo contribuirá a vertebrar una parte fundamental de la península, hoy mal conectada, sino que formará parte de un proyecto a nivel europeo en el que hay más de 3.500 km de vías ferroviarias, uniendo países tales como Francia, Italia, Eslovenia, Hungría y Polonia.

Hay que tener en cuenta que las comunidades autónomas por las que debe transcurrir este corredor representan el 50 por 100 de la población de España, generan cerca del 46 por 100 de todo el empleo y un 45 por 100 del PIB, y son responsables de más del 50% de las exportaciones del país. En suma, dada la repercusión que la mejora de la competitividad de una parte tan importante del país tiene en el avance del resto de la economía nacional, puede afirmarse de forma rotunda que este es un proyecto fundamental para el desarrollo de toda España. Y por tanto merecer la máxima prioridad.

Centrando el tema en el sector pecuario, las cuatro comunidades autónomas por las que transcurre el Corredor Mediterráneo, de acuerdo con el censo ganadero del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Anuario de Estadística 2016), representan el 36 por 100 del total de la cabaña nacional, llegando a suponer casi el 50 por 100 del total del ganado caprino y porcino, contando, además, con una parte muy importante de la producción avícola, apícola y cunícola del país.

En lo que atañe al sector agrario, el 33 por 100 de la superficie total cultivada está en estas regiones. Se trata de cultivos tales como arroz, cítricos, fruta de hueso y de pepita, etc., en los que estos territorios constituyen los principales productores del país, así como productos hortícolas, tanto de invernadero como al aire libre (tomates, pimientos, calabacín, berenjena, lechugas, alcachofas, etc.).

Según datos proporcionados por ANECOOP, exportar frutas y verduras por medio del Corredor Mediterráneo supondría un ahorro de más de 3 céntimos de euro por kilo por cada 1.000 km recorridos, lo que viene a suponer una media de ahorro en transporte a destino europeo de unos 6 céntimos por kilo. Estos datos permiten hacerse una idea de la importancia que esta infraestructura tiene para mejorar la competitividad de nuestros productos y su contribución a la elevación del nivel de vida de nuestros agricultores y ganaderos.

La principal conclusión que se desprende de cuanto se viene diciendo es que el Corredor Mediterráneo constituye una infraestructura fundamental para garantizar el mantenimiento y progreso de la economía del Arco Mediterráneo, y de modo muy especial del sector agrario y ganadero, el más maltratado y vulnerable del sistema productivo de esta gran área. De ahí la necesidad de que agricultores y ganaderos, empresarios, trabajadores, asociaciones del sector agropecuario, patronales, cámaras de comercio, sindicatos y la Sociedad Civil en general de Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Murcia y de Andalucía hagan de este proyecto su principal motivo de preocupación y reivindicación. Sólo así se podrá conseguir que el gobierno de España lo sitúe en el primer punto de la agenda pública, cómo corresponde a su trascendencia para el futuro del país.

 

Federico Félix

Presidente de PRO- AVE.