CUMBRE MUNDIAL DEL CLIMA (COP25).

Permítanme, por favor, que sobre este tema “me haga el sueco”, aun siendo segoviano y de Spain. Vaya, que coincidencia, todo empieza por S como swine. Quizás ese me legitime para pensar, lo cual, además es gratis.

Pensando en espectáculos musicales y actores, soy más de ABBA que de Greta y los Garbos (1989-2002), con todos mis respetos al grupo musical vallisoletano de Beatriz y sus hermanas. Y lo digo por las iniciales de ABBA: Ambiente-Bienestar-Bioseguridad-Antibióticos que son los pilares sobre los que llevamos trabajando muchos años en nuestro sector porcino. ¿No creen que será al sector primario más que al mundo del espectáculo a quien nos interese trabajar por la defensa del medio ambiente, ya que vivimos en él y de él?. Las granjas de porcino están en el medio rural, lo que ahora vienen en llamar la “España vaciada”. También es aquí donde se producen los cereales (cebada y trigo) que son la base del pan que comemos, la cerveza que bebemos y de los alimentos de nuestros cerdos (al menos el 50%), siendo estos la principal fuente energética para los mismos, suponiendo a su vez la energía el 60-65% del coste de las dietas y la cebada la unidad energética cerdo (1 kg cebada= 2.300 kcal/kg EN).

Pero no es menos cierto que al hombre desde la antigüedad nos ha gustado mucho el espectáculo. Ya desde el Imperio romano el Circo Romano con el teatro y anfiteatro eran las instalaciones para divertir al pueblo. En los primeros las luchas de gladiadores provocaban gran morbo a los ciudadanos desde el 29 antes de Cristo. Las matanzas públicas de personas y animales constituyeron un elemento primordial de la cultura romana en dichos Coliseos con capacidad de hasta 300.000 personas. Puedo pensar que el espectáculo es inherente al ser humano y que sin duda tiene una gran repercusión social en base a “jugar” con los sentimientos y las emociones de las personas. Y esto no es bueno ni malo, es una realidad que vivimos diariamente en los diferentes medios de comunicación audiovisuales, escritos y digitales. Cada día escuchamos un aluvión de comentarios en diferentes medios de comunicación sobre el cambio climático y la huella de carbono que no se sustentan en ninguna evidencia científica y que obviamente condicionan la visión de la opinión pública sobre el futuro de nuestro planeta.

¿A quién más que a nosotros interesa que nuestro Planeta tenga futuro?. Y por ello, en mi opinión, más que especular y entrar en el espectáculo, debemos decir la verdad con datos precisos y contrastados, al tiempo que hacerlos llegar a todos los estratos sociales y estamentos por todos los medios, a efectos de dar a conocer que estos 1.000 millones de personas en el mundo que vivimos de la ganadería y la producción de alimentos-carne impactamos negativamente en un porcentaje muy bajo sobre el medio ambiente. En los últimos 20 años para alimentar a una creciente clase media en el mundo, la producción global de productos cárnicos ha crecido un 60% con un incremento de los animales de producción de solo un 16%, lo que implica una gran eficiencia. Solo en Europa en los últimos 25 años se ha reducido un 50% las emisiones de gases del ganado (FAO 1990-2014), sobre todo derivado de la modernización de los procesos de producción (el sector porcino ha reducido un 47% las emisiones de amoniaco y un 54% las de metano). Los principales sectores productores de gases efecto invernadero son el transporte (27%), generación eléctrica (17%), industrias (19%), agricultura (12%), combustibles (9 %), procesos industriales y de productos (8%) suponiendo la ganadería tan solo el 7,6% (UE 0,6% mundial) procediendo del porcino solo el 1,9% por debajo del vacuno de carne con 3,5% y por encima del ovino-caprino con 1,1% (Inventario Nacional de Emisiones a la Atmósfera del Ministerio de transición ecológica). Una de las principales fuentes de emisiones de C02 es el desperdicio de alimentos (10% según la ONU). Los hogares españoles en 2018 desperdiciamos 1.339 millones de kilos de alimentos (+8,9% de 2017) de los cuales solo el 6,5% corresponden a carnes más elaborados y el 46,3% a frutas, hortalizas y verduras.

No nos calentemos para no calentar el planeta, trabajemos respetando el medio ambiente y seamos conscientes cada día de la importancia de ABBA en nuestro sector porcino.

 

“Para que te respeten, primero tienes que respetar”. Dionisia Yagüe Benito (1934-2001)

 

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA