AZAR Y PROBABILIDAD

El azar es una combinación de circunstancias o de causas imprevisibles, complejas, no lineales, sin plan previo y sin propósito, que supuestamente provocan que suceda un determinado acontecimiento que no está condicionado por la relación causa y efecto ni por la intervención humana o divina. Es muy común escuchar aquello de “que suerte ha tenido tal o cual persona en su vida”, pero no es menos cierto que detrás de esa suerte subyacen motivos más que suficientes para que la suerte haya decidido ser su compañera. Siempre he pensado “que la suerte me pille trabajando”. Todos comprendemos que la genialidad no garantiza el éxito, pero es seductor asumir que el éxito quizá proceda de la genialidad. Y en nuestra profesión tenemos un ejemplo flagrante, ya que además de ejercer diariamente como Veterinario desde hace más de tres décadas, acaba de recibir el Premio de Novela Fernando Lara 2020. Sí, han acertado, se llama Gonzalo Giner con su libro La Bruma Verde. Ya son doce años los que Gonzalo nos viene deleitando con su pluma desde El sanador de caballos (2008), pasando por El jinete del silencio (2011), Pacto de lealtad (2014) y Las ventanas del cielo(2017). Gonzalo nos demuestra que no necesita cuatro años como los gobiernos que salen de las urnas para llevar a cabo su proyecto y mejorar la vida a todos los que amamos la lectura y esta noble profesión. Con apenas 1000 días le bastan. ¿Producto del azar? En mi opinión, no. El físico americano Leonard Mlodinow (1954) demuestra que mucho de lo que nos sucede – el éxito en nuestras profesiones, las inversiones y decisiones en la vida, tanto mayores como menores – es en considerable medida tanto el resultado de factores aleatorios como de la habilidad, la preparación y el trabajo duro. Para mí, siendo concurrente en el tiempo y sabiendo con detalle las situaciones determinantes en la vida de Gonzalo, puedo asegurarles que su éxito literario se debe a los tres últimos factores. Y el mérito no es menor si tenemos en cuenta que para alzarse con dicho galardón literario ha competido con novelistas de gran prestigio con dedicación exclusiva. Así, no me queda más remedio que lanzarles un mensaje, y es que, los que solo somos Veterinarios o Productores, busquemos siempre la excelencia en nuestro trabajo para hacer nuestro negocio y sector competitivos en el marco tanto nacional como en nuestro caso, también internacional, a efectos de recibir los premios a modo de aceptación en el mercado nacional y de las exportaciones. No es infrecuente que, aún trabajando bien, el rédito no llegue tan pronto como sería esperable, pero llega y a veces potenciado. Les pongo un par de ejemplos literarios al uso, como el caso en los años cincuenta de El diario de Ana Frank que relata su adolescencia y los dos años que permaneció oculta a los nazis en Ámsterdam durante la segunda guerra mundial, que fue rechazado por varios editores repetidamente para luego vender 30 millones de copias. Y el segundo ejemplo, más cercano, lo tenemos en el primer manuscrito de Harry Potter de J.K. Rowling, que fue rechazado nueve veces. Por este, y otros muchos motivos, los éxitos en todos los campos son casi miembros universales de un cierto grupo, el grupo de gente que no se rinde. Y es a esto a los que les invito a todos en el sector porcino tanto de blanco como de ibérico, que en estos momentos están pasando por dos situaciones de mercado muy diferentes. Pero bien saben que “las risas van por barrios” y considero crítico ser capaces de estar a las duras y las maduras con este mismo espíritu. ¡Cuánto mejor nos iría a todos si ante las duras, no hubiese ese que tira la toalla y muestra una gran amnesia e incluso deslealtad a los momentos buenos!

¿Producto de la probabilidad? Por supuesto. En el libro, Gonzalo nos invita a vernos en “su siguiente locura literaria”. Por mi parte considero bastante probable que sea de aquí a unos mil días. Cuando algo es muy probable, suele ser de gran solidez, en este caso para bien. Estamos muy acostumbrados a que de buena mañana escuchemos insultos y faltas de respeto entre esos seres que nos creemos en un plano superior a los primates, a pesar de que nuestro genoma no se diferencia en más de un 1%. No será que ellos conservan un destello de humanidad en sus ojos, y muchos humanos no son capaces ni de mirarse a la cara entre sí. Me lo llevo preguntado mucho tiempo, y es algo que me preocupa. Cicerón refiriéndose a la aleatoriedad escribió que “la probabilidad es la mismísima guía de la vida”, aunque no fuese hasta el siglo XVI cuando se desarrollase la teoría de la probabilidad. Y fue posterior cuando apareció el término estadística a partir de la palabra alemana Statistik procedente de la traducción del libro Bielfield´s Elementary Universal Education(1770), siendo hoy una materia que estudiamos en nuestras Universidades y que en nuestro sector utilizamos cada día para analizar datos de producción, hacer estudios de campo con diferentes productos, proyectar objetivos, análisis de costes (estadística descriptiva e inferencial). La estadística es una rama de las matemáticas que estudia la variabilidad, así como el proceso aleatorio que la genera siguiendo las leyes de la probabilidad. Y, para terminar, quiero sacar a colación que el término estadística deriva también del italiano statista, “hombre de Estado”, que buena falta nos hace.

Sirva esta columna de opinión como mi felicitación pública más sincera a Gonzalo por su gran logro, que bien prestigia a nuestra profesión.

La bruma verde surgió entre primatólogas y chimpancés, y aspira a que todo aquel que la lea termine convirtiéndose en un ferviente defensor de la vida natural y sus derechos. “Una buena historia conciencia más que mil sermones” – Gonzalo Giner (Madrid 1962) – Premio de Novela Fernando Lara 2020

Por Antonio Palomo Yagüe