Sintomatología del dolor cólico en el caballo

Esta segunda entrega complementa lo que se referenció en el Boletín nº 35 que correspondió a la segunda quincena de noviembre del año pasado. En ella se expondrán los diferentes estados de dolor del caballo con cólico relacionándoles con la gravedad del mismo.

En general, dolor y gravedad van relacionados, es decir, cuando el caballo presenta un cólico grave, por ejemplo, quirúrgico, las manifestaciones de dolor que va a presentar son englobadas dentro del cuadro clínico de dolor intenso.

Los estados de dolor y sus manifestaciones clínicas se suelen describir de la forma que se expone a continuación:

  • Dolor leve: el caballo escarba el suelo, se mira el flanco, se estira, permanece acostado más tiempo de lo normal, realiza el reflejo de Flemen, se apoya contra la esquina de la pared, juega con el agua o simplemente deja de comer, cosa que nunca haría un caballo sano.
  • Dolor moderado: el caballo se muestra inquieto, ansioso, incómodo, no quiere trabajar, escarba el suelo con algo más de intensidad, se tumba y al levantarlo vuelve a acostarse al poco tiempo, se mira el flanco, adquiere la postura de perro sentado, lanza coces hacia el abdomen.
  • Dolor intenso: sudoración, taquicardia/taquipnea, se revuelca con violencia, intenta tirarse al suelo, inquietud extrema, temblores-tenso, postura anormal, gime.

Como se puede apreciar, la intensidad de las manifestaciones va aumentando en función del dolor, a mayor dolor, mayor violencia en la sintomatología.

Desde el punto de vista veterinario, no solo existe esta relación dolor-síntomas, sino que también está relacionado con las alteraciones de las constantes vitales. Por ejemplo, la frecuencia cardiaca, entre otros. La frecuencia cardiaca normal en el caballo está en un rango comprendido entre los 24-40 latidos por minuto (lpm). En un caballo con dolor leve, las manifestaciones de dolor son leves y la frecuencia cardiaca va a estar poco aumentada, por ejemplo a 52 lpm. En un caballo con dolor moderado, veremos signos de dolor algo más intensos y la frecuencia cardiaca estará más aumentada aún, por ejemplo a 64 lpm. Si el caballo presenta un cólico grave, se estará revolcando violentamente y la frecuencia cardiaca puede ser perfectamente en los 100 lpm.

Hay un estado más del caballo con dolor cólico y que sería la excepción a lo que se ha comentado en los párrafos anteriores; es el estado de depresión: caballo “aparentemente sin dolor“, con decaimiento, con la cabeza agachada, no presta atención. Es un caballo que, no se revuelca, está más o menos tranquilo, sin embargo está muy grave. La frecuencia cardiaca que va a presentar este caballo es elevada pudiendo superar perfectamente los 100 lpm.

Al propietario esta situación le puede crear confusión porque es un caballo que ha pasado de revolcarse violentamente a dejar de hacerlo y estar tranquilo, con lo que le hace creer que se le ha pasado.

¿Qué puede haber sucedido? Para que se dé esta situación, debe de haberse producido o bien una perforación del estómago o de otra parte del digestivo, o bien una muerte intestinal, una parte de un asa de intestino delgado, por ejemplo, deja de recibir aporte sanguíneo por obstrucción o estrangulamiento, y en unas horas el caballo muere. En ambos casos, el caballo ya no tiene dolor pero las consecuencias son muy graves para él. En el caso de la perforación, lo recomendado es el sacrificio humanitario y en el caso de muerte intestinal tiene una opción de sobrevivir si es operado y esta asa es eliminada del tracto intestinal.

Por todo ello, es muy importante la exploración física a realizar por un veterinario. Él es quien podrá determinar, en función de la sintomatología y de los datos obtenidos tras su exploración (frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, motilidad intestinal, color de las mucosas, tiempo de rellenado capilar, hallazgos en la exploración del tracto rectal, sondaje nasogástrico, etc.), qué tipo de cólico presenta el caballo.

En toda esta temática lo más importante es que el detentor del caballo se dé cuenta de que el animal presenta dolor cólico, en cualquiera de sus manifestaciones y que proceda a avisar de inmediato a su veterinario, porque el cólico, sea de la modalidad que sea, siempre es una urgencia veterinaria y como tal debe ser considerada y tratada.

Rosana Domingo Ortiz

Directora del Servicio Clínico Equino

Decanato Veterinaria – UCHCEU