Opinión de Antonio Palomo: PPA

Opinión de Antonio Palomo: PPAOpinión de Antonio Palomo: PPA

  • Por Antonio Palomo Yagüe – ADM Animal Nutrition Spain 

Nosotros preocupados por evitar la entrada en nuestro territorio del virus de la Peste Porcina Africana y resulta que lo tenemos dentro causando similares estragos, pero en este caso, ya reales en las personas con la Pérdida de Poder Adquisitivo (PPA) derivado de los que ostentan, o más bien presumen de dicho poder para ellos ganar y la mayoría perder. Con eso de presumir de tantos mínimos sueldos y máximos topes a rentabilidad, perdonen, pero a mi no me salen las cuentas. La renta agraria bajó un 6,2% en 2022 derivado del gasto récord en insumos y servicios del sector con una equivalencia en términos corrientes de 1.828,8 millones de euros menos que lo que avanzaron para 2021, destacando el elevado incremento del valor de dichos consumos intermedios, especialmente los piensos, con una aportación de -16 puntos porcentuales a la variación interanual de la renta al experimentar un incremento del 35,1% en sus precios. Por lo que continúo preguntándome: ¿y de qué presumen? Aquí me viene a la cabeza el símil de la hiena con los gobernantes: “come cadáveres, duerme en estercoleros y hace el amor una vez al año, y se ríe. Pero; ¿de qué se ríe? A ver si va a ser de nosotros. Lo cierto es que su humor, más que hacerme gracia, me indigna. Ya se encargó a principio del siglo XVI, Nicolás Maquiavelo, de desligar la política del bien común, quien hoy tiene aventajados discípulos. Me quedo con el que se considera el símbolo del humorismo y del cine mudo, que este domingo pasado hubiese cumplido 134 años, el editor inglés Charles Chaplin. A su locuacidad admito mi admiración a que tuvo 11 hijos, 8 hijos con Oona O´Neil, 36 años más joven que él, e hija del dramaturgo americano y premio Nobel de Literatura Eugene O´Neil. No es lo mismo “vivir conforme a” las propias ideas que “vivir de” las propias ideas. 

Einstein, de quien este martes 18 se cumplen 68 años de su muerte, le dijo a Chaplin: -Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira. A lo que Chaplin respondió: -Lo suyo es mucho más digno de respeto: todo el mundo lo admira y prácticamente nadie lo comprende. A lo que me parece oportuno hacerme la siguiente pregunta: ¿qué se puede admirar de lo que es tan fácil de comprender como los falsos testimonios? No olvidemos que al hombre le cuesta aprender, y aún más reaccionar. Quizás, más que astucia y actitud picaresca hispana, ya puesta de manifiesto magistralmente por algunos escritores de nuestro Siglo de Oro como lo reflejado en la obra de Francisco de Quevedo en la Vida del Buscón, necesitaríamos un mínimo de cordura y un máximo de veracidad. Claro que, si tenemos delante personas que se preocupan más por su reputación que por su conciencia, es decir, más por lo que los demás puedan creer, que por lo que realmente son, vamos mal. El espejo nunca miente ya que nunca ríe cuando el que se mira a él llora. Bien conocen las cinco libertades cuando hablamos de bienestar animal: libres de hambre, sed, dolor-enfermedad, miedo-stress y poder desarrollar su comportamiento. No estoy muy seguro, que con la pérdida gradual del poder adquisitivo de muchas personas y el no poder adquisitivo del mayor número de parados de Europa, unido a salarios nimios de muchos de nuestros jóvenes, se cumplan estas 5 Libertades. Como tampoco me queda muy claro, al escuchar las opiniones de algunos “celebros”, al irrumpir contra empresas y empresarios que crean riqueza, y por ende puestos de trabajo, que tengamos garantizadas actualmente las cuatro libertades que rigen en Europa: circulación de bienes, capital, personas y servicios. Vivimos en la sociedad de la pasión y el arrebato, de la hipertrofia del subjetivismo y de la falta de respeto, base de las relaciones humanas que mencionaba Pitágoras.

Pensando sobre ello, al hilo de lo que esta semana me preocupaba, junto a unos excelentes compañeros una prestigiosa empresa, visitando unas granjas donde íbamos a alojar unos miles de lechones de corta edad y peso, en un sistema wean to finish, donde los saltos térmicos día-noche son elevados en esta época del año, considerando las dificultades que tienen en termorregularse los cerdos, y así poder alojarlos dentro de los límites mínimos y máximos de confort térmico (temperatura crítica inferior- TCI y temperatura crítica superior- TCS), he reflexionado sobre dos aspectos que me parecen de interés, al tiempo que quiero dedicar esta columna a estas personas que contribuyen a aumentar el poder adquisitivo de la empresa, y en consecuencia, también el suyo, por este orden, como es lógico. Mis Padres me enseñaron que, a la hora de trabajar, lo que uno recibe debe ir en consonancia a lo que aporta, y eso deben saberlo las dos partes, así como que buscase siempre más los óptimos que los máximos, y nunca los mínimos. Ya saben aquello tan manido, y quizás, demasiado generalizado en la mente de muchos, donde se busca el mínimo esfuerzo con el máximo rendimiento, lo cual considero, al menos, controvertido, recordándome a la vaguedad del ser, que en términos filosóficos se refiere a límites inciertos, teniendo por sinónimos divagación, ambigüedad y digresión. A veces pienso que la pérdida de poder adquisitivo también guarda alguna relación con la pérdida de actitud hacia el trabajo, con las oportunas excepciones. Abogo por la ecuación talento más trabajo en relación directamente proporcional. ¿Se imaginan a un individuo con elevado talento y gran capacidad de trabajo? Qué empresa u organismo no lo querría para sí. Y en el supuesto de una ley de mínimos, ¿por cuál característica optarían?

Si nos hacemos eco de los principios matemáticos de primaria del mínimo común múltiplo como la cifra más pequeña que satisface la condición de ser múltiplo de todos los elementos de un conjunto de números, seguro que conocen a muchos “elementos” que lo practican.  El máximo común divisor se calcula a partir de la misma información, pero se interpreta de forma diferente. Este es el mayor número por el cual se pueden dividir esos dos o más números naturales. Personalmente me gustan los múltiplos, que hace referencia a ese número que obtenemos al multiplicar por otros números, y así hasta el infinito, que los múltiplos comunes, que es ese número que es múltiplo a la vez de dos o más número. Estoy convencido que el múltiplo reduciría la PPA mucho mejor que los múltiplos comunes, y no ya digamos que “los comunes múltiples”.

“Mi dolor puede ser la razón de la risa de alguien, pero la risa no debe ser la razón del dolor de alguien” Charles Chaplin (16 abril 1889-1977)

 

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