Opinión de Antonio Palomo: MENSCH

Opinión de Antonio Palomo: MENSCHOpinión de Antonio Palomo: MENSCH

En la semana 40, es decir, la pasada semana, en el mismo día que se cumplían los cuatro años que, de forma continuada, me dieron la oportunidad de dirigirme a ustedes escribiendo esta columna de opinión para Foro Agroganadero, la Familia, Amigos y nuestro sector, hemos perdido a uno de nuestros referentes. Debo confesar que, posiblemente, esta es la columna que más difícil se me ha hecho redactar por la intrincada relación de amistad que desde hace cuatro décadas me une a la Familia Baeza Gozalo Fraile, agudizada por su fallecimiento abrupto y repentino a los 59 años recién cumplidos el pasado 17 de septiembre. Carlos, ganadero – empresario y pelotari, hijo de Don Luís, pionero en la creación de un centro de inseminación artificial porcina, bien se esforzó por ser lo que en la cultura judía llaman un mensch, una persona genuinamente humana, auténtica e íntegra. El escritor estadounidense, nacido en Polonia, Leo Calvin Rosten bien lo definió, con quien estoy completamente de acuerdo. Un mensch es una persona recta, honorable y decente, al tiempo que una persona grande, a quien admirar y emular, alguien de carácter noble. Las claves están en su carácter: rectitud; dignidad; sentido de lo que es correcto, responsable y decoroso. Afortunadamente, Carlos nos ha dejado una gran herencia que incluye a su mujer Mila, su hija sanitaria Paula y su hijo Carlos, Veterinario y campeón del mundo de pala corta 2022, así como a sus hermanos Cesar, Olga y Raúl, junto a un tío especial, José María. A Carlos quiero dedicarle emotivamente esta columna, extensiva a esta y toda su Familia y amigos de Vallelado (Segovia), además de a toda esa multitud de personas, que como el que les escribe, le quisimos y honraremos siempre. En mi caso, debo confesarles que echaré de menos volver a disfrutar del “cola cao con magdalenas” en el Bar Vicente, y no por no haberme dejado pagar durante décadas. Todo mi admiración, cariño y respeto a su Familia.

Carlos representaba de forma precisa lo que es nuestro sector agroalimentario y el mundo del deporte: esfuerzo, trabajo y sacrificio. Me recuerda a lo que el jugador de los New York Snicks y senador americano Bill Bradley, miembro del Salón de la Fama del baloncesto, decía: “Cuando no estás practicando, perfeccionando y trabajando, alguien lo está haciendo en algún lugar, y cuando te encuentres con él, te vencerá”. También podría describirle lo que la escritora y profesora, también norteamericana, Joyce Carol Oates, que comenzó a escribir cuando nació Carlos y que ha escrito, a sus más de 80 años más de 100 libros, y sigue escribiendo, bajo la premisa de que los grandes no solo están ahí, sino que practican y trabajan. Además, refería que venía de una parte del mundo en la que las personas trabajan, no se limitan a hablar del trabajo. Hoy somos más propensos a hablar sobre el trabajo que a perdernos en él, lo cual puede, incluso, hacerte hasta ministra de trabajo. Oates es candidata habitual al Premio Nobel de Literatura. En la fatídica semana pasada, también tuvimos la excelente noticia de saber que, a la activista iraní, Narges Mohammadi, se la concedía el Premio Nobel de la Paz, quien lo recibe por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y sus esfuerzos por promover los derechos humanos y la libertad para todos. Así si es sí.

En la antigua Grecia había una ética del trabajo que, incluso, se premiaba, llamada philoponía, con la que Carlos y un servidor estábamos siempre de acuerdo. Lo aprendí de mis Padres y Carlos de los suyos: disfrutar con el trabajo, lo que los finos llaman “el trabajo gustoso”. La recompensa del trabajo es el propio trabajo, la alegría en si misma de hacer bien el trabajo, sin buscar ni fama ni premios. El mejor premio del trabajo es por y para la Familia, así como para nuestra profesión. Bien decía Confucio, el filósofo chino y “Maestro Kong” en el siglo V a.C.: elije un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Hay dos refranes que traigo a colación al respecto: quien del trabajo huye, su porvenir destruye; y quien trabaja en la juventud, tendrá que comer en la senectud. Ya Aristóteles aludía al trabajo como una actividad que transforma a la naturaleza con el fin de obtener un producto determinado, asociado con las necesidades básicas de las personas. A la mencionada vicepresidenta de nuestro gobierno la he escuchado en numerosas ocasiones la consigna de trabajar para vivir, que no vivir para trabajar, como lo de trabajar 35 de las 168 horas semanales (regla 20/80), que se contradice con la de los tres ochos, que equivaldría al 33%. A ver si luego, eso de que somos el primer país de Europa en paro absoluto y juvenil, más el segundo país que gasta más que ingresa, tiene una clara explicación en vagar más que laboral. Quien vive por debajo de sus posibilidades tiene más libertad que el que no puede, que asociado a que nada es barato si es superfluo, que decía el político romano del siglo II a.C. Catón el Viejo, pueden ayudarnos a decidir qué hacer. Si he de seguir el ejemplo de alguien, me quedo con los de Carlos y Aristóteles, además de con el roquero por excelencia, Bruce Springsteen, uno de los músicos más trabajadores, quien señalaba que se le conoce como play, de “tocar” más “jugar”. Por algo será. Nunca dejo de sorprenderme por las cosas increíbles en las que algunas personas creen. Muchos no maduran, simplemente se vuelven más altos.

Uno de los temas que recuerdo haber hablado con Carlos era la diferencia entre libertad y el actual libertinaje. Ya decía el 34º presidente de los Estados Unidos, Dwight David Eisenhower, quien falleció antes de que Carlos empezase la escuela primaria que, la libertad solo es la oportunidad para la autodisciplina, asociado a que su verdadera grandeza, la de ambos, no se basaba en el ego o la fortuna, sino en la sencillez y la moderación. Con disciplina, no solo todo es posible, sino también todo es mejor. Es lo que se conoce como la ética del trabajo tranquila e incansable. El placer del exceso siempre es fugaz, mientras que la autodisciplina es una forma de aceptarlo, no necesariamente de rechazarlo. Uno de los más prestigiosos deportistas de béisbol americano que jugaba en la posición de primera base en los New York Yankees, quien falleció con tan solo 37 años por ELA, fue All-Star en siete ocasiones y récord de más partidos jugados consecutivos durante 56 años, apodado Iron Horse (Caballo de Hierro) llego a decir: “tienes que dar lo mejor de ti mientras puedas. La vida es corta. Nunca sabes cuándo te quitarán el partido, cuándo te quitarán el cuerpo. No la desperdicies”.

 

“Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años” – Abraham Lincoln (1809-1865) – 16º presidente de los Estados Unidos.

 

Date de alta y recibe nuestro 👉🏼 Diario Digital AXÓN INFORMAVET ONE HEALTH

Date de alta y recibe nuestro 👉🏼 Boletín Digital de Foro Agro Ganadero

Noticias animales de compañía

Noticias animales de producción

Trabajos técnicos animales de producción

Trabajos técnicos animales de compañía