Opinión de Antonio Palomo: ACTO DE PRESENCIA

Blatella germánica es el nombre científico de las cucarachas alemanas, que en tan solo cien días de vida pasan por tres estadios: huevo, ninfa y adulto, teniendo en la mitad de su estancia vital, una hiperactividad sexual. Según un reciente estudio realizado en la Universidad danesa de Aarhus por Kim Jensen, los machos que se aparean con mayor frecuencia ingieren más proteína que los que lo hacen rara vez o nunca. La cópula dura unos 90 minutos. Si a esto le añadimos la evidencia científica que presentaron los investigadores de la Universidad Católica de Murcia Silvia Montoro y José Abellán en el XI Congreso Mundial del Jamón celebrado en Segovia (XICMJ 8-10 Junio), en la que el consumo regular de jamón en humanos no solamente no eleva la tensión arterial, sino que la reduce debido a sus péptidos bioactivos producidos durante el proceso de curación, mediante la inhibición de la enzima conversora de angiotensina, esto nos garantiza una mejor calidad de vida tanto cardiovascular como sexual. Sabiendo que el consumo anual per cápita de jamón curado en nuestro país está sobre los 4,5 kilos, debería animarnos a superar el aprobado (5) y comprobar nuestra similitud fisiológica con las cucarachas referidas. Este sería un buen acto.

            Precisamente hice acto de presencia en dicho XICMJ, queriendo mostrar públicamente mi enorme gratitud a las numerosas personas que, bien me consta, hicieron gestiones durante meses para que mi presencia en este acto fuera posible, que supuso, según Don Julio Tapiador – presidente que, durante dichos días, Segovia fuera la Capital Mundial del Jamón. Con mucha honra representé a todos los compañeros del Ilustre Colegio de Veterinarios de Segovia y adoptados de otras provincias, queriendo dejar constancia de mi agradecimiento a todos y cada uno, a quienes dedico esta columna de opinión. Después de tres años de preparación el congreso, este se desarrolló en tres días, lo que, sin duda, en mi modesta opinión, vuelve a poner de relieve que “cuando los humanos hacen planes razonables, normalmente se cumplen”, además de aquel refrán castellano sobre la importancia del trabajo, como acto responsable de eludir tres grandes males, algo endémicos actualmente, como son el aburrimiento, la pobreza y el vicio.

            Claro que no es lo mismo hacer acto de presencia, que de mi presencia el acto, que algunos con escaso sentido de la falsa modestia, les condiciona pensar que su presencia en el acto es imprescindible, cuando nadie lo somos. Aunque, pensando en la cucaracha, hay algunos actos que me gustan más que otros. Yo, personalmente, prefiero que mi presencia forme parte del acto. Claro que luego está lo del salón de actos, donde ya participa mucha gente, lo cual también puede estar bien. Para reflexionar sobre ello, en estas últimas 115 semanas, equivalentes a 7 gestaciones de una cerda reproductora, muchos actos han sido más virtuales que presenciales, y podemos decir que, partiendo de la eliminación al 7º parto, empezamos un nuevo acto en todas nuestras granjas, donde no tenemos ninguna reproductora previa al inicio de la pandemia de Covid-19. Esto sería un cambio de escenario, basado en que una escena se distingue del acto, en que aquí hay un cambio de personajes, ya que salen unos y entran otros. Mientras que, en términos teatrales, el acto termina cuando se cierra el telón o por un intermedio, y supone una parte de la historia, de aquí que nuestra vida esté llena de actos, a sabiendas de que el término procede del latín actus, que significa acción.

            Dentro de las tres invitaciones a actos profesionales a los que me han conminado, que bien agradezco, y he podido asistir, en las dos semanas pasadas con la participación de entre 300 y 500 personas en cada uno, dos se han caracterizado por el acto de presencia y otra por una gran mayoría participando de forma virtual. Durante mis conversaciones con gran número de compañeros de nuestro sector de diferentes países y no menos variadas ideologías, un porcentaje considerable, preferimos los actos presenciales a los virtuales.   Virtual es un adjetivo que hace referencia a algo que es posible que se alcance o realice porque reúna las características precisas, o bien que solamente existe de forma aparente. Lo que tienen en común presencial y virtual es que ambos son adjetivos, aunque, debo decir que, las reuniones virtuales se me hacen más impersonales. ¿Qué opinan ustedes? Estoy pensando que a la cucaracha bien gustaría más el acto presencial, con quien también coincido en esto.

Un sinónimo de virtual es potencial y de presencial potenciar. Me resulta más fácil de entender que con el face-to-face es más factible potenciar el potencial. En producción porcina, numerosos trabajos demuestran que entre el 30-40% del potencial productivo de nuestros animales no conseguimos alcanzarlo por un gran número de factores exógenos. En humana, al no haber hecho selección genómica por productividad, la dispersión de potenciales es abismal. Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor. Me cuesta mucho creer eso de que todos somos iguales, ya que a priori, el término materia homogénea, que equivale a uniforme es un concepto químico que no biológico. En biología, ya a las pocas horas de producirse la fecundación, gracias a que un espermatozoide ha atravesado la zona pelúcida del ovario, tiene lugar el proceso azaroso de la meiosis, y cada uno nos quedamos con la mitad de los 23 cromosomas dobles de nuestra madre y otros tantos de nuestro padre. Es conveniente no confundir la zona pelúcida con ZP. La primera es una capa acelular compuesta por cuatro familias de glicoproteinas que recubre el ovocito con dos funciones importantes: proteger al óvulo y controlar las primeras divisiones que ocurren en el embrión, que me parecen mucho más relevantes que las de ZP, También están las PZ, chucherías que explotan en la cavidad bucal al ingerirlas o la cantante canaria Ptazeta con su disco Mami, que se hizo viral durante la pandemia. Veo grandes diferencias entre estos cuatro términos: la zona pelúcida sirve para generar vida, ZP veía brotes verdes, PZ me suena a lo de más verdes las han segado y Ptazeta (nacida en 1998) ha declarado que “siempre he dicho que nos camuflan los ojos con una venda de progreso que no existe en realidad”. En este entramado, permítanme que me proclame por la zona pelúcida y, de nuevo, elija a la cucaracha.

            Además de estos actos de presencia, que pueden ser presenciales o virtuales, desde el punto de vista académico, también pueden tener lugar a distancia. Bien conozco personas que han/están estudiando su grado en Universidades a Distancia con un excelente aprovechamiento. Y, es que, en este caso, me viene a la mente aquella frase que dice, “hay estudiantes que pasan por la Universidad, pero la Universidad no pasa por ellos”, que también la podemos hacer extensiva a l´université de la vie. He aquí mi acto de presencia.

“Me asusta como hay gente que puede mentir y jura que está diciendo la verdad” El Principito (6 abril 1943) Antoine de Saint-Exupéry

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