Opinión Antonio Palomo: LAS 3 C´s

Opinión Antonio Palomo: LAS 3 C´sOpinión Antonio Palomo: LAS 3 C´s

Tener saneada la primera C – conciencia es esencial en la vida, algo que aprendí de mi Madre. Tener saneada las dos C´s – cuenta corriente, da mucha tranquilidad, que es lo que mi Padre me enseñó con su frase “gasta menos de lo que ganas y procura tener cubiertos los riñones”. Y llegando a las 3 C´s – Comunica – Colabora – Coordina, lo he ido aprendiendo a lo largo de mi vida profesional, considerándolo de gran importancia en mi trabajo diario. De la primera C nada que decir, de la CC, hoy comprobamos que nuestros dirigentes no cumplen con el enunciado de mi progenitor, e incurren en el crowding out, con un aumento del gasto público desorbitado que puede impactar negativamente en la inversión privada, teniendo efectos negativos en el crecimiento económico a largo plazo. Visitando una granja de porcino la semana pasada, hablamos de estos puntos críticos con su propietaria – María José. Ella es un ejemplo, desde mi punto de vista, de lo que nuestro sector necesita, renuevo generacional y cambio de paradigma en el papel de la mujer para continuar en la senda de lo que hemos vivido los que empezamos allá por los 80, siendo testigos de excepción de un extraordinario desarrollo del sector. Su actividad empresarial la permite vivir muy dignamente y compatibilizar trabajo – familia, educando a su hijo de escasos 10 años en el medio rural. Y lo mejor de todo es que estaba orgullosa de ello y feliz de cómo discurría su vida, lo que para mí es de toda lógica. La costaba trabajo entender como tantas personas de su generación y más/menos jóvenes no tenían su salud económica ni mental; al tiempo que nos hacíamos la misma reflexión: “¿han pensado que trabajando más y asumiendo más obligaciones, y no tantos derechos, que bien están, les iría mejor?” ¿Qué tal si equilibramos un poquito más esta balanza de la Denominación de Origen? ¿Qué ejemplo nos llevan dando tantas personas del ámbito público – político que vinieron a cambiar las cosas como la corrupción y el machismo, por ejemplo, y ellos mismos, con absoluta incoherencia, recaen en sus propios excesos? Ya sabemos aquello de haz lo que yo te diga, pero no hagas lo que yo hago. Me pregunto que quizás sus propias incongruencias afectan a su conciencia y a su salud mental. Bien decía una de mis tres abuelas: “déjalos, hijo, en el pecado llevan la penitencia”. Claro que mientras actúan, a muchos, incluida la propia sociedad en general, nos toca padecer las consecuencias de tan inapropiadas decisiones. Ironizaba un locuaz periodista sobre los nuevos políticos, que les pasa como a los electrodomésticos nuevos, que cada vez duran menos. Más que mas y más que sumar, me llevan a pensar en menos y en restar.

También hablaba la semana pasada con otras excelentes compañeras de profesión de edades similares a María José, nuestra ganadera de la semana a la que dedico esta columna, que trabajan en grandes empresas y que doy fe de sus capacidades y asunción de responsabilidades, manifestándome cómo tienen problemas en el apartado de colaborar, comunicar y coordinar tareas. Se encuentran, en no pocas ocasiones, contrariadas por las decisiones de sus propios compañeros de equipo, tanto por superiores como inferiores en la escala de mando de sus compañías, lo que es contrario a lo de tener los equipos cohesionados, ilusionados y potenciados. ¿No habría qué hacer lo contrario para que seamos más eficientes y podamos retener el talento? Bien recuerdo como a lo largo de los años, en mi vida profesional, tanto en la empresa privada como pública, la comunicación eficiente ha ido a menos teniendo mucha más información y más medios, la colaboración entre personas se ha ido reduciendo en una sociedad nihilista – egocentrista; y la coordinación suena más a descoordinación, a pesar de tener cada día más coordinadores sin coordenadas. Desde mi punto de vista, para comunicar bien hay que tener, además de ilusión por transmitir conocimientos, cierta humildad y bondad. Para colaborar no hay que tener limitaciones temporales, al tiempo que para coordinar debemos saber no solo a quién, sino qué, cómo y por qué. Coordinar no es posicionarse en una atalaya, y sí supone conocer con precisión lo que tenemos que coordinar. Ya recordarán aquello de que se precisa ser fraile antes que sacerdote y que cuando tengas hijos entenderás a tus padres.

En este punto, constatamos cada día como no se cumplen las 3 C´s, y en otros casos, además, incurrimos en el duplicado de acciones y tareas. ¿No sería más eficiente – rentable – sostenible una buena comunicación, colaboración y coordinación sin duplicados? Ser claro, preciso y veraz en los mensajes que comunicamos es importante. A ver si es que estamos fallando en el inicio del proceso, esto es, decir la verdad, lo cual desconfigura la colaboración y la coordinación. Ya saben el término tan manido de la semana, el gaslighting o la luz de gas, esa forma sutil de manipulación psicológica que se califica como violencia o maltrato, menos clara que la física, pero que tiene consecuencias también graves en el tiempo. El objetivo de dicha práctica es distorsionar la realidad para cambiar la percepción y la memoria. Las personas que la realizan llevan a la práctica un conjunto de distracciones, inhabilitaciones, mentiras y negaciones para confundir y desorientar, haciendo que cuestionemos la realidad. ¿Le suena a algo? Las víctimas pasan por verdugos y los verdugos por víctimas, en una fiebre de la desmemoria. Como todo proceso febril genera malestar y le quitan a uno las ganas de colaborar, haciendo los procesos menos eficientes y rentables. Pongo un sencillo ejemplo extraído de un trabajo científico publicado la semana pasada por un equipo de la Universidad Estatal de Iowa sobre el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) que, como bien saben, produce fiebre y nos lleva a tratar de paliarlo con tratamientos que sabemos no son eficaces frente al virus, pero si frente a las coinfecciones bacterianas derivado del efecto inmunosupresor. El uso de antimicrobianos en granjas positivas epidémicas o endémicas frente a granjas libres negativas se multiplica por 3,79 y 2,51 veces respectivamente en fase de lechones posterior al destete, así como por 2,74 y 2,28 veces en fases de engorde. Los antibióticos inyectables más usados en su estudio han sido la ampicilina (40%), seguido de la lincomicina (39%) y la enrofloxacina (21%), destacando la neomicina a nivel oral (78%). La verdad y la memoria son lo más parecido a una granja libre de PRRS. ¡Haz memoria y di la verdad!

 

Coordenadas semana 44: Galicia y Día de Todos nuestros Santos (Por ellos).

“Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle” Stephen Hawking (1942-2018) Astrofísico británico

 

 

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