El Catedrático de Producción Animal y profesor emérito de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Buxadé, ha hecho un análisis de la situación del vacuno de carne en España de cara a la exportación. A su juicio, los datos, siendo positivos, podrían variar en el futuro por el aumento de la producción y toma de posiciones de países como China, Australia o Estados Unidos.

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Nuestro país es excedentario y la exportación contribuye
a equilibrar el mercado

Con datos de enero de este año, Buxadé apunta que en España existen algo más de 149.000 explotaciones, lo que supone una reducción con respecto al año anterior, pero que, sin embargo, se ha incrementado el tamaño de dichas explotaciones. La producción de carne de vacuno venía registrando una tendencia descendente desde 2004 por efecto de la crisis económica, que ha comenzado a recuperarse desde 2014.

Señala que, dentro del contexto europeo, la producción española supone el 8% del total, lo que significa que “pesamos muy poco en las decisiones políticas frente a los principales productores” como Francia (19%), Alemania (14%), Reino Unido (12%) e Italia (10%).

Buxadé pone especial énfasis en que el vacuno de carne en nuestro país es estructuralmente excedentario (producimos más de los que consumimos) y que la exportación es el factor esencial que contribuye a dar equilibrio al mercado. Afirma que “nuestro mercado natural sigue siendo la Unión Europea, peor Europa es también estructuralmente excedentaria, por lo que nuestras exportaciones se reexportan sin que nuestro sector se beneficie del valor añadido”.

Por lo que sostiene que es necesario abrir nuevos mercados terceros de mayor valor. Por otra parte, ha advertido de las posibles consecuencias de las negociaciones de la UE con Mercosur. Brasil pide incluir 400.000 toneladas de carne de vacuno sin aranceles, mientras que la UE ofrece 70.000. “Independientemente de la cantidad final, la entrada de esos miles de toneladas en un mercado ya excedentario supondrá una presión extraordinariamente fuerte”.

En definitiva, considera que “la situación actual de bonanza del sector no nos debe hacer olvidar sus debilidades”.