En la Mesa Redonda sobre Comercio Exterior intervinieron Agustín Velilla (Mineco), Javier Sánchez (Marítima Blázquez), Sebastián Hernández (Bovisa) y Antonio Fernández (ADS Lorca y Puerto Lumbreras), moderados por Carlos Buxadé.

Agustín Velilla

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Javier Sánchez

Sebastián Hernández

Antonio Fernández

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Punto de vista de la administración

El Subdirector General de Comercio Internacional de Productos Agroalimentarios del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, Agustín Velilla, comenzó su intervención con un dato que le había sorprendido: “A nivel global, somos el primer exportador de la Unión Europea a países terceros, especialmente en animales vivos”.

Frente a la advertencia de Buxadé sobre las negociaciones UE-Mercosur, Velilla asegura que no ve un peligro en ellas y que “cuando uno quiere abrir nuevos mercados también tiene que abrir el suyo”. No obstante, cree que la UE no modificará su oferta de 70.000 toneladas, porque “es un tema muy sensible para países como Francia y no creo vaya a variar mucho”.

Señala que estos tratados son una herramienta más en el conjunto del sistema que regula el comercio exterior, como los son “las barreras arancelarias o las trabas basadas en requisitos técnicos o sanitarios y las restricciones cuantitativas”.

Punto de vista del transitario

Javier Sánchez Álvarez, de la Agencia Marítima Blázquez, intervino en la mesa redonda en representación de la autoridad portuaria de Cartagena con el fin de contar la experiencia que ha llevado a este puerto a convertirse en el primer de todo el Mediterráneo en el transporte de ganado vivo.

Sánchez explica que la exportación de ganado vivo desde el puerto de Cartagena comenzó en 2010: “Los operadores necesitaban una vía para ejecutar sus ventas y buscamos la manera de dar forma a estas operaciones. Al cabo de uno o dos años vimos que la tendencia a la exportación se consolidaba, lo cual impulsó la creación de las estructuras necesarias; diseñamos una plataforma de recepción y mejoramos la calidad del servicio, y en ello seguimos trabajando”.

En cuanto volumen de negocio, afirma que el transporte de ganado vivo supone en torno al 1% de la facturación del puerto de Cartagena, pero que su intención es la de convertirse en una herramienta para ayudar a generar riqueza en aquellos sectores que puedan beneficiarse de sus servicios.

Por ello, siguen invirtiendo en la mejora de las instalaciones con la construcción de un corral en la dársena de escombreras con tres muelles y una nave de 2.000 metros cuadrados que permitirá alojar 600 terneros. Se trata, según Javier Sánchez, de “una inversión que estará en marcha en año y medio y que no se va a recuperar, pero con la que se busca ayudar al desarrollo del tejido empresarial”.

Punto de vista del productor exportador

El punto de vista del exportador lo ha aportado Sebastián Hernández, de la empresa Bovisa, dedicada a la exportación de animales vivos. Hernández data los inicios estas exportaciones al año 2001, en la época en que estalló la crisis de las vacas locas. Sin embargo, en 2005 se eliminan las restricciones existentes y España perdió el mercado exterior por no ser competitiva. “Hasta el año 2010, en que el mercado cambia y volvemos a ser competitivos; empezamos comerciando con Líbano y luego continuamos con Libia, Argelia, Egipto y, más recientemente, Turquía, que tiene una capacidad de compra muy importante”-

Para ello, han contado con el gran trabajo realizado por la Administración a la hora de gestionar acuerdos con cada país. No obstante, lamenta la dificultad que supone lidiar con la diversidad de criterios entre las distintas Comunidades Autónomas a la hora de interpretar la normativa sanitaria.

Destaca la gran labor realizado por la autoridad portuaria de Cartagena, “que se ha volcado con nosotros y nos ha dotado de gran agilidad”. Además, afirma que una de nuestras bazas comerciales es la elevada calidad genética que ofrecen los ganaderos españoles, una de las razones por las que está creciendo tanto la exportación de animales vivos. Con ello, señala que cada una de las partes implicadas en el proceso está haciendo bien su trabajo, porque “todos son necesarios”.

Punto de vista del veterinario

Antonio Fernández, de la ADS Lorca y Puerto Lumbreras, ha ofrecido la visión del veterinario, resaltando la importancia de la sanidad: “Cuanto mejor es, mayor facilidad encontramos para la exportación”. Y, a su juicio, la exportación es una parte del negocio fundamental, porque “es el elemento que equilibra la oferta y la demanda y sostiene los precios”.

Señala que los nuevos mercados buscan calidad de producto, precios competitivos, productos sanitariamente seguros y trazabilidad. En ese aspecto, se muestra convencido de que la sanidad animal es clave, porque es la carta de presentación y facilita los acuerdos de exportación. La situación actual, afirma, es fruto del trabajo de muchos años, de la colaboración entre el sector y la administración.; “un trabajo poco visible, costoso y poco agradecido para ambas partes, pero que nos facilita el trabajo de campo, con los programas de erradicación y control de las principales enfermedades”.

Apunta también la existencia de algunos riesgos, como la aparición de nuevas enfermedades y otras controladas que pueden llegar a descontrolarse. Por ejemplo, señala que el cambio del clima, con la actual sequía puede provocar un crecimiento de la tuberculosis.

Cree que el reto es reforzar la bioseguridad en las explotaciones, especialmente ahora que habrá que racionalizar el uso de antibióticos en las granjas, por la universalización del concepto ‘one health’, en cuanto salud animal y humana. Sobre todo, porque España es el segundo país, por detrás de Chipre, en el uso de antibióticos: “todavía no es una barrera comercial, pero lo será en el futuro”.