¿La crisis ha pasado? No, sigue aquí

Lo refería el otro día en un seminario que desarrollé en una Escuela de Negocios: desde mi punto de vista, hay actualmente una serie de datos de la economía española que objetivamente nos llevan a considerar que realmente estamos aún lejos de superar la crisis económica. Nos referimos a una compleja crisis, con una importante componente económica, que se inició hace ya una decena de años y que, con mayor o menor intensidad, nos ha afectado y afecta, a todos nosotros (y por lo tanto, también a nuestros agricultores y ganaderos).

Me voy a permitir recurrir a unos datos para sustentar la opinión expuesta (obviamente siempre haré referencia a datos oficiales publicados).

El primer dato se refiere al déficit público. El mismo, en el año 2017, supuso el 3,1 por 100 del PIB que el año pasado, siempre en euros corrientes (no se olvide este detalle), fue de 1.163.662 millones de euros (45.140 millones de euros superior al del año 2016; pero teniendo en cuenta que la inflación oficial del año 2017 fue del 1,96 por 100 la diferencia real entre los años 2017 y 2016 sólo sería de unos 22.330 millones de euros).

En términos absolutos el déficit español del año pasado fue de 36.233 millones de euros y nos sitúa nada menos que en el puesto 108 de los 188 países del ranking del PIB ordenado de menor a mayor (cierto es que en el año 2016 ocupamos el lugar 130; el que no se consuela…es porque no quiere).

El segundo dato es el referido a la deuda pública. La misma, en el año 2017, alcanzó (siempre según los datos oficiales publicados, no se olvide) la cifra de 1.144.298 millones de euros, lo que supone el 98,3 por 100 de nuestro PIB, y creció 37.078 millones de euros respecto del año 2016 cuando la deuda pública española ascendió a 1.107.220 millones de euros.

Ello significa tres cosas; la primera que en el año 2017 la deuda pública per cápita en España se ha situado en los 24.583 euros; en el año 2016 la deuda pública per cápita se situaba en los 23.767 euros; luego en el año 2017 la misma ha empeorado en 786 euros (noticia nada positiva sin duda). La segunda, que tenemos el negativo honor de ser uno de los países más endeudados del Mundo (lo que me lleva a preguntarme quién y cómo se pagará esta deuda). La tercera, que antes del inicio oficial de la crisis (año 2007) nuestra deuda pública era de “sólo” 383.758 millones (lo que suponía el 35,6 por 100 del PIB) y la deuda publica per cápita (y por lo tanto, la suya y la mía) ascendía a 8.404 euros (lo que en aquel entonces venía a suponer algo así como el 17 por 100, hablando siempre en neto, de lo que percibía anualmente como Catedrático de la actual ETSIAAB de la Universidad Politécnica de Madrid ¡cómo han cambiado las cosas ¿verdad?!).

El tercer dato se refiere a la deuda privada (que pocas veces es considerada en los análisis macroeconómicos que se publican). La misma ascendió el año pasado en las empresas no financieras a 888.666 millones (un 2 por 100 menos que en el año 2016) y en los hogares a 704.390 millones de euros (un 1 por 100 menos. que en el año 2016). Desde el año 2007 el endeudamiento privado lógicamente ha ido bajando por causa de la propia crisis. Dicho en otras palabras, la deuda pública española entre los años 2007 y 2017 prácticamente se ha triplicado y ha aumentado en 760.500 millones de euros; y la suya y la mía lo ha hecho en 16.179 euros.

Ello significa que el endeudamiento total de España supera los 2,7 billones de euros; es decir, que supone 2,3 veces más que el PIB del año 2017. Con esta cifra en la mano, cabe pensar que debemos de ser uno de los países más endeudados del I Mundo y, lo que es más preocupante, con un gran desequilibrio entre la deuda total y el PIB.

En definitiva y en mi opinión, la crisis económica no ha pasado, sigue aquí y, como no haya un cambio radical en nuestra “lógica y ética de los comportamientos público y privado” y, paralelamente, en nuestra política económica (y nada me indica que lo vaya a haber; ahí está, como muestra, el último presupuesto del Estado en vías de aprobación) la crisis va a quedarse un buen rato más.

Y ya veremos cómo afronta esta compleja situación social y económica el nuevo gobierno que salga de las elecciones generales de junio del año 2020… suponiendo que el actual sea capaz de aguantar hasta entonces.

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.

Profesor Emérito.

Universidad Politécnica de Madrid.