La caída de las producciones agrarias y el «deterioro» de la renta marcan el primer tramo de 2023, según UPA-Murcia

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA-Murcia) ha realizado este jueves un balance de las producciones agrarias en lo que va de 2023. Las principales conclusiones arrojan disminuciones «prácticamente generalizadas» de las producciones, tanto en secano como en regadío, y un «deterioro» de la renta agraria en el que influyen los «elevados» costes de producción.

La escasez de lluvias, las altas temperaturas en momentos clave del desarrollo de los cultivos, las lluvias torrenciales y el granizo han puesto de manifiesto la incidencia de un clima cambiante en el desarrollo de las producciones, lo que ha elevado las exigencias a los productores y ha puesto de manifiesto la «urgencia» de adecuar el sistema de seguros agrarios, han señalado fuentes de la organización en un comunicado.

El secretario general de UPA-Murcia, Marcos Alarcón, ha valorado los «esfuerzos» para paliar esta situación mediante la concesión de ayudas directas. «El Gobierno de España ha realizado un esfuerzo presupuestario sin precedentes, con partidas millonarias pero insuficientes, mientras que el de Murcia no ha comparecido», ha dicho al respecto.

Alarcón también ha valorado la aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria, «una herramienta legislativa estratégica para garantizar la renta de los productores», y ha recordado que desde el pasado 1 de julio es obligatorio que los contratos entre operadores y productores figuren en el registro electrónico.

Además, ha señalado que la Ley «sigue necesitando mejoras y que su aplicación efectiva está siendo desigual». «Por una parte hemos constatado una disminución muy significativa de prácticas perjudiciales que venía realizando la distribución, y, por otra, comprobamos la insuficiencia de las actuaciones de control e inspección para evitar que agricultores y ganaderos vendan a precios que no cubren sus costes de producción», ha comentado.

Sobre la disponibilidad de agua para riego durante el presente año hidrológico, Alarcón ha destacado la «extraordinaria gestión» de los regantes con los «limitados y caros recursos disponibles», y se ha felicitado por el hecho de que «no se hayan impuesto restricciones, con carácter general», y por el establecimiento de un precio para el agua desalada durante un periodo de 10 años en instalaciones de Torrevieja, Valdelentisco y Águilas.

No obstante, el secretario general de UPA-Murcia ha puesto de relieve la «incertidumbre» de cara al inicio del nuevo año hidrológico, pendiente de las lluvias del próximo otoño y marcada por la «preocupación» que representa la disminución de los caudales trasvasables del Tajo al Segura, como consecuencia de los planes hidrológicos aprobados a principios de 2023.

CULTIVOS DE SECANO

En lo que respecto a la almendra, según UPA-Murcia, la previsión es obtener el 50% de una cosecha normal con calibres pequeños, lo que supone rendimientos inferiores, debido a la falta de lluvias del último año. La situación de precios en el arranque de campaña es «ridícula», con ofertas de precios en convencional entre los 3,10 y los 3,20 euros, y ante un coste de producción que va desde los 4,20 euros y los 5.

Respecto a la uva de vinificación, se estima una cosecha entre 60%-70% de lo normal en secano y 75% en regadío. La vendimia ya se ha iniciado, con un adelanto de unos 10 días. Los primeros indicios sobre precios se sitúan sobre los 25 céntimos por kilo, por debajo de los costes de producción normales, de 45 céntimos. De la aceituna se espera una cosecha del 30% de lo normal a nivel regional, aunque en muchas parcelas la producción será «inexistente», añade la organización agraria.

CULTIVOS DE REGADÍO

En lo que se refiere al limón, la cosecha ha estado «por debajo de lo normal», con precios que «están por encima de los costes de producción». Esta situación no se da con la naranja y la mandarina, que se enmarcan en parámetros de rentabilidad.

También ha sido «buena» la campaña del pimiento, aunque la producción «un poco escasa» por las limitaciones a las que está sometida la principal zona de producción. Ha acompañado la demanda de la industria para producto de segunda, que ha ayudado a que no se desplomen los precios medios recibidos por los agricultores.

El brócoli ha sufrido una campaña «complicada», con altibajos desde sus inicios en otoño hasta su finalización en junio. Las elevadas temperaturas han provocado la caíday desestabilización de las producciones.

El sector del tomate ha estado «muy afectado» por la competencia «desleal» de las producciones de Marruecos y los efectos climáticos.
Los precios han sido bajos para la producción y, en algunos momentos, por debajo de costes. Preocupa la influencia climática, que ha provocado que no exista prácticamente producto para suministrar, ya que las plantas han abortado todos los ramilletes por el calor.

La campaña de fruta de hueso se ha visto afectada por tres elementos: la caída de producción por la falta de calibres debido a los fríos tardíos que atrasaron el proceso vegetativo de las frutas de hueso; las lluvias de mayo, cuyos daños supusieron una perdida media superior al 35% de las cosechas, y el solapamiento de producciones por adelanto de las maduraciones por olas de calor de primavera y verano.

La cosecha de sandía y el melón también se ha visto «muy afectada» por las incidencias climáticas, en particular los pedriscos en zonas de Lorca y las olas de calor. Ambas situaciones han provocado una caída «generalizada» de producción en momentos de la campaña en los que «los precios eran altos para los consumidores, pero los ingresos insuficientes para los productores ante la escasez de producto».

PRODUCCIONES GANADERAS

UPA-Murcia ha precisado que las producciones de porcino y avicultura de carne se desarrollan fundamentalmente bajo la modalidad de «integración», en la que las empresas integradoras (industrias) «siguen imponiendo a los ganaderos contratos en condiciones leoninas», alejadas de los requisitos establecidos en la Ley de la Cadena Alimentaria e impidiendo dar la seguridad y estabilidad que necesitan las explotaciones familiares».

En avicultura de carne, además, las liquidaciones que reciben los ganaderos «están alejadas de cubrir los costes de producción».

Los sectores de vacuno, ovino y caprino «vienen padeciendo año y medio los altos precios de las materias primas empleadas para la fabricación de piensos, con desorbitados incrementos tras la invasión de Ucrania por Rusia. A esto ha sumado el encarecimiento de los forrajes, dada su escasez por la sequía.

En el ámbito sanitario, UPA-Murcia ha destacado que la evolución de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) «viene a generar más incertidumbre en los sectores de los rumiantes, ante la posibilidad de que sean interrumpidos los canales de comercialización de animales vivos, tanto por las restricciones de movimiento que por cuestiones sanitarias puedan establecer las administraciones, como por aquellas que puedan surgir por mero interés comercial por parte de intermediarios o países de destino, al ser producciones muy dependientes de la exportación de animales».

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