Huesca y el problema de los purines
De lo que no cabe duda alguna es de que los agricultores saben o deben saber perfectamente cómo hay que aplicar los purines para que no huelan o lo hagan lo menos posible.
Don José Manuel Penella, secretario general de UAGA en Aragón, ha hecho hincapié en que a partir del 20 de junio de 2020 se va a prohibir echar los purines en abanico, ya que el amoniaco se volatiliza y huele; consecuentemente deberá ser depositado en el suelo, donde huele menos, aunque en los días de cierzo hay que tener cuidado. Los purines tienen también que ser envueltos en la tierra, en un plazo de pocas horas para evitar males mayores.
Por otra parte, don José Víctor Nogués, presidente de la Cooperativa de Sariñena invitaba al mundo del campo a hacer un ejercicio de responsabilidad para que la actividad de la agricultura sea sostenible. La normativa existente es la adecuada y lo que hay que hacer es, evidentemente cumplirla y como decía el señor Nogués actuar siempre bien y de buena fe.
Pero la realidad es que Huesca sufre, desde hace varias semanas, el mal olor provocado por la aplicación inadecuada de los purines. De ser algo circunstancial (los habitantes de Huesca ya se han quejado en alguna otra oportunidad), la situación de incomodidad ha pasado a convertirse en una molestia muy habitual provocando una gran cantidad de quejas por parte de los ciudadanos.
La situación ha llegado a un punto el alcalde de Huesca, don Luis Felipe Serrate, ha anunciado que se va a redactar una ordenanza municipal para buscar minimizar las afecciones de los olores de los purines, por lo que supone de perjuicio para la salud y por supuesto, para la imagen de la ciudad.
El alcalde recordaba en una intervención pública que han tenido lugar varias reuniones con los alcaldes pedáneos, para mostrarles su preocupación por esta situación, y también con la Policía Local. Lo más destacado ha sido la decisión de la puesta en marcha de una nueva ordenanza. El Alcalde ha dado instrucciones para que se elabore una ordenanza municipal, que venga a limitar y minimizar los efectos negativos que tienen los purines en la temporada y que afectan a Huesca, con un elemento negativo para la imagen de la ciudad y también para la salud pública.
Por su parte, los sindicatos y las organizaciones agrarias entienden que las mencionadas malas prácticas también causan una mala imagen de la agricultura, por lo que piden responsabilidad.
Los responsables de las organizaciones agrarias entienden este malestar. Don José Manuel Penella, ha insistido en que hay que los agricultores han de llevar a cabo una gestión correcta en la aplicación de los purines, algo que evidentemente no se está cumpliendo. Por esta razón, hace ya un tiempo se temían las organizaciones agrarias que la ordenanza llegaría a hacerse.
Recientemente, en la tertulia agraria de Huesca Televisión las organizaciones comprendían las quejas, y ya aseguraban que la situación llegaría a provocar la promulgación de un decreto, como así va a acabar siendo.
Es evidente que el caso de Huesca no es un caso único y, además, se repite regularmente pero debería servir de ejemplo a nuestros agricultores para concienciarlos de la necesidad ineludible de actuar conforme a la normativa vigente, que para esto está.