El Síndrome del Fallo de Desarrollo PeriDestete (PFTS)

Ya es sabido que cada cierto número de años, emerge una nueva enfermedad en el ámbito del ganado porcino. Al menos esa es la tendencia de los últimos 30 años. Este es el caso del denominado “Síndrome del Fallo en el Desarrollo PeriDestete”, más conocido como PFTS por las siglas de esta enfermedad en inglés (Periweaning Failure-to-Thrive Syndrome), descrita por primera vez en América y posteriormente en numerosos países incluido España.

No es una enfermedad que se haya universalizado, pero en las granjas que aparece produce graves pérdidas. La etiología permanece sin esclarecer, aunque se han descartado numerosos patógenos infecciosos. De hecho, no se ha conseguido reproducir la enfermedad utilizando homogeneizados de tejidos de animales enfermos. El manejo se revela crítico, especialmente la edad de destete y parece que hay una predisposición individual: la progenie de ciertos individuos está predispuesta a sufrir la enfermedad. Este hecho se ha establecido mediante análisis de paternidad, pero estudios preliminares con marcadores moleculares tipo SNP no han ayudado a encontrar el tipo de mutación que podría estar influyendo en la aparición de la enfermedad.

Esta enfermedad aparece clínicamente en las dos primeras semanas inmediatas al destete, con un cuadro muy inespecífico donde los animales muestran anorexia, adelgazamiento pronunciado, apatía, letargia y en ocasiones estereotipias orales como mascado o lamido de materiales y compañeros de cuadra. Por tanto, comparte sintomatología con diversas enfermedades que podrían aparecer en esa edad teniendo como síntoma principal el adelgazamiento rápido.

Timo disminuido de tamaño en un animal afectado por PFTS.

El cuadro de las lesiones, sin embargo, es más esclarecedor para poder hacer un diagnóstico diferencial. Se ha establecido un criterio de diagnóstico ya que se han encontrado tres lesiones que aparecen con mayor frecuencia en los animales con PFTS que en animales con otras enfermedades: gastritis superficial localizada sobre todo en el fundus gástrico, atrofia tímica, y atrofia de las vellosidades intestinales. Se ha propuesto para una confirmación de PFTS, la presencia de al menos dos de las tres lesiones mencionadas. De entre todas estas lesiones, la más característica es la atrofia tímica, que incluso lleva a hacer muy difícil encontrar macroscópicamente el timo en su situación topográfica habitual, en animales jóvenes donde debería tener un tamaño evidente. Obviamente, unido a la exclusión por cualquier método de diagnóstico de los principales patógenos que puedan causar un cuadro clínico y lesional similar, como pueden ser el virus PRRS o el Circovirus Porcino tipo 2.

En cuanto a prevención y tratamiento, hasta el momento no se ha encontrado nada eficaz para prevenir o curar a estos animales, más allá del cuidado sintomático y las mejorías de manejo y condiciones de vida de los lechones. De hecho se considera una enfermedad intratable. Se han probado numerosos manejos como añadir piensos de altísima digestibilidad en papilla o secos a los lechones enfermos, incluso volver a ponerlos con una cerda nodriza para que se recuperen e innumerables protocolos antibióticos. Éstos últimos suelen tener muy poca tasa de éxito, siendo algo más útiles los protocolos de manejo y mejoría de las condiciones de vida de los enfermos, pero no dejan de ser medidas paliativas sintomáticas.

Guillermo Ramis Vidal.

Departamento de Producción Animal.

Facultad de Veterinaria de Murcia.