El sentido común es una necesidad no una necedad

Viendo venir lo que los más expertos decían que no iba a suceder en mi tierra y después de la tropelía ética de los sujetos del partido del señor del caballo y los toros no queda otra, sino que cada quien asuma su responsabilidad. No es un asunto menor, como diría aquel M.R., puesto que tras la salud de la población y la de la economía, ahora se va a resentir la democracia ya que se va a paralizar toda la actividad parlamentaria y de plenos municipales, diputaciones, elecciones, que son los que conforman el día a día de nuestra fórmula de Estado. Bueno, quedan los tribunales de Justicia a los que, por ahora, no ha llegado afectado alguno. Pero, sabiendo que las previsiones de la OMS son de que saldrá indemne de esta crisis del COVID-19 sólo un 30% de la población mundial es cuestión de tiempo que afecte al sistema judicial; como cuando uno espera a que se declare un homosexual entre la profesión de matador de toros (con todos mis respetos para los homosexuales.)

Algunos gurús de la profesión ya indican que nos aprovechemos de esta crisis como nos tuvimos que aprovechar de las crisis anteriores porque somos profesionales y nos debemos a la economía de mercado antes que a la vocación sanitaria. Ya sabéis que si no funciona el negocio es por vuestra/nuestra culpa.

Nuestra profesión ahogada por las órdenes que se dan desde el Ministerio de Sanidad empieza a verse en esa necesidad de aplicar el sentido común. Un protocolo para los centros clínicos veterinarios sería de agradecer, aunque ya tenemos alguno traducido venido de la zona crítica de la república italiana. Los ICOV mueven ficha también y suspenden la actividad en los colegios, salvo alguno que quiere aprovechar el caos para hacer maniobras orquestales en la oscuridad. Nada claro para los colegiados y menos para los consumidores de los servicios de los centros veterinarios.

Preocupados como estábamos por las reivindicaciones que se llevaron a la manifestación del 17-N y con la sonrisa en la boca al ver que ya tenemos un gobierno que va a atender algunas de ellas, si es que aprueban los presupuestos generales, nos ha caído una nueva crisis cuando ya de las anteriores estábamos entrando en la UVI. Hace poco hubo una gran concentración de veterinarios venidos de todos lados en el Congreso De AMVAC-PROPET y tras este nos viene el cerrojazo a las concentraciones de personal sanitario. Por poco, pero puede haber sido un momento idóneo para que el coronavirus se disemine. Este virus, y es mi opinión, tiene una estrategia vital que está sorprendiendo a los expertos en enfermedades infecciosas. Se disemina muy rápido, pero es poco letal. Quizás su estrategia sea quedarse entre la población humana esperando a hacerse más fuerte en otras especies animales. Espero que para ese día la Humanidad tenga el remedio preventivo o curativo para evitar las muertes y las pérdidas económicas.

Autor

Rafael A. Luna Murillo,veterinario