CUARESMA y CUARENTENA

La cuaresma es el tiempo del calendario cristiano destinado a preparar la fiesta de la Pascua, que dura 40 días, desde el miércoles de ceniza que fue el 17 de febrero hasta el jueves santo 1 de abril, que simboliza los 40 días que pasó Jesús en el desierto de Judea. También duró 40 días el diluvio universal y el tiempo mínimo que debemos tener en cuarentena nuestras cerditas futuras reproductoras como medida de bioseguridad interna (6 semanas como los 6 domingos que incluye la cuaresma, que concluye con el Domingo de Ramos o Domingo de Pasión). El número 40 aparece más de 100 veces en la Biblia. Pero también fueron 40 años los que estuvieron el pueblo israelita por el desierto y lo que duró la esclavitud de los hebreos en Egipto. También me parece interesante resaltar que el ángel número 40, dentro de la numerología angelical, significa transformación, que implica que todo lo que vivimos tiene un objetivo, ya que a través de la pasión, la confianza y el entusiasmo podremos alcanzar nuestras propias metas. Quizás ya falte poco también para llegar a destetar 40 lechones por cerda y año. Y hablando de ángeles, quiero dedicar esta columna a todos los ángeles de ambos géneros que conozco y que son más de 40, en especial a dos. El concepto de cuarentena es ese periodo preventivo durante el que están nuestros animales aislados, por razones sanitarias, donde valoramos la presencia de cualquier signo clínico sospechoso de enfermedad y analizamos las patologías que nos preocupan con ayuda del laboratorio. El origen del término viene de los 40 días que se estipularon en el siglo XIV en la epidemia de peste negra. La Organización Mundial de la Salud menciona que la cuarentena puede durar un tiempo variable dependiendo de la enfermedad de la que tratemos. Sabemos que por ejemplo en Coronavirus humano se dan por válidos 14 días, siendo menor a 40 días. A buen seguro que les vienen a la cabeza patologías para las cuales nuestros tiempos de cuarentena serían superiores al mismo, y el grave riesgo de que al acortarlos traslademos el virus o la bacteria al efectivo productivo. De aquí la gran importancia de establecer en cada granja un periodo de cuarentena adaptado a su situación epidemiológica.

La cuaresma tiene mucha relación con la agricultura, donde se incluye el comienzo de la primavera y la primera luna llena en el hemisferio norte dentro de esta estación que estamos a punto de inaugurar. La cuaresma como la cuarentena son momentos de reflexión y cambio, además de atención plena, lo que los anglosajones llaman mindfulness o vivir con atención plena. Son dos momentos críticos, tanto en nuestra vida espiritual como en nuestras granjas. Un ejemplo humano fue Alice Herz-Sommer (1903-2014) que murió a los 110 años, siendo una superviviente del campo de concentración nazi Theresienstadt (la superviviente más longeva del holocausto) y cuyo marido se llamaba como mi Padre, Leopold, quien no corrió la misma suerte. Esta checa, según ella misma decía, se salvó de la muerte debido a su gran pasión por la música (interpretando canciones al piano para sus compañeros de prisión), por su fe, esperanza y caridad. Cuando fue liberada, volvió a su casa de Praga con su hijo, que también sobrevivió en el campo, y se encontró que había sido ocupada por unos desconocidos, hoy llamados okupas, que como vemos ya existían hace 75 años, aunque no tan apoyados por las autoridades, por lo que decidió irse a Israel, diciendo hasta el final de sus días que “la vida es un milagro”. Quiero ponerla de ejemplo en este periodo de cuaresma, donde a pesar del dolor y la muerte, que muchas personas hemos sufrido durante este primer año de pandemia, el amor a la vida, la esperanza, la ilusión y el optimismo, considero que son un homenaje al ser humano. Pensemos en ello en este periodo de reflexión, utilizando el término chino xin, que significa tanto corazón como mente, y nos centremos más en el ser que en el hacer, quitando por unos momentos el “piloto automático” y activando nuestro cerebro límbico (amígdala, hipocampo e ínsula). En el otro extremo está el panoptismo de Michel Foucault que también estaba basado en un modelo de prisiones con una torre circular central desconectada de las celdas, desde donde el preso puede ser vigilado, controlado y corregido, y que tiene como objetivo el control del individuo. Quizás lo que estamos viviendo últimamente no esté tan lejos de esa obsesión por el control de individuos e instituciones, al menos yo me lo pregunto, y decido quedarme con el optimismo de Alice que el panoptismo de Michel. Como exclusión, dentro de mi trabajo, bien saben los que me conocen que en las granjas promulgo el individual pig care (IPC), donde dentro de nuestro trabajo con grandes poblaciones, el individuo tiene gran trascendencia y debemos vigilarlo. Un solo individuo, o un pequeño grupo de ellos, nos pueden dar pistas importantes de que algo no va bien. Y por añadir una observación más, considero que el futuro de la alimentación de nuestras cerdas reproductoras pasa por la alimentación de precisión, donde el individuo es la variable estadística más significativa.

Heidegger fue un filósofo existencialista que reflexionaba sobre nuestras propias vidas, y decía que nos debemos plantear si lo que estamos siendo en la vida se ajusta a como nos gustaría ser. Personalmente así lo siento y es mi deseo para todos ustedes. A veces me asombra la típica excusa de que “así son las cosas” cuando afrontamos una mejora en una empresa para no hacer nada para superar la situación. Desde el punto de vista de la existencia que se ocupaba tanto Heidegger como Nietzsche o Heráclito, las cosas no son, sino que están siendo, lo que significa que pueden dejar de ser de dicha manera particular y ser de otra manera. Seguro que han escuchado decir en numerosas ocasiones, entre ellas a Emilio Duró, que “si haces lo de siempre te va como siempre”. Errar y errante son dos términos parecidos que me gustan especialmente, el primero que me permite aprender de los errores, prefiriendo hacer algo y equivocarme a no hacer nada, y el segundo referido a ir de un lado para otro tratando de aprender de todos y de todo. A Marte se le conoce como el planeta errante, en el que acaba de aterrizar el rover Perseverance de la NASA. ¿No les parece un nombre muy acertado el del vehículo espacial con sus 23 cámaras de diferentes longitudes de onda? Hoy, tras más de 40 años de exploración del planeta rojo, el Perseverance amartizó (aterrizó o amerizó), ya que casualmente se posó en una gran superficie socavada que los científicos piensan que pudo ser un lago lleno de agua y donde pudo haber vida hace 3.500 millones de años. ¡Me parece algo fantástico! Considero que uniendo la perseverancia a la fe, esperanza, caridad, pasión y optimismo, nuestra vida profesional y privada tendrán más sentido, permitiéndonos alcanzar nuestros objetivos. Vaya aquí mi invitación a reflexionar sobre ello en estos tiempos de cuaresma y de cuarentena.

“Estoy convencido de que la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no triunfan es la perseverancia” – Steve Jobs (1955-2011) Cofundador y Presidente ejecutivo de Apple

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA