CHERRY PICKING vs POSVERDAD

¡En este mundo tiene que haber gente para todo! Incluso negacionistas, que dicen que el Covid-19 / SARS-CoV-2 no existe o que las vacunas son perjudiciales. La suma de los hechos alternativos (datos que no coinciden con el consenso general) más el sesgo de confirmación (considerar verídicos solo los datos que coinciden con nuestras creencias y falsos los que no) nos llevan al cherry picking, conocido hoy como posverdad, que tan común y aceptado está hoy, y tan denostado no hace tantos años. La posverdad se define como la estrategia para defender una mentira utilizando hechos alternativos y aprovechándose de los sesgos cognitivos. Para los investigadores el cherry picking es un pecado capital, pero para muchos de los políticos actuales y forofos es de lo más normal. Se basa en seleccionar solo los argumentos que nos convienen y desechar los que no, de tal forma que cada vez que hay más datos verídicos que sacamos de contexto nos permiten defender la versión que a cada uno le apetezca. En un mundo con extremos cada vez más alejados, nos estamos malacostumbrando a validar como indiscutible todo lo que diga quién nos interesa y a despreciar lo del contrario.

No soy nadie para darles o quitarles la razón, pero si verter mi opinión como persona con un pie en el siglo XX y otro en el XXI, habiendo sido testigo de los grandes avances científicos en inmunología/vacunología y su impacto sobre la salud humana y animal. Empiezo con la excelente noticia de la OMS del pasado 25 de agosto, después de la iniciativa de crear en 1988 el Plan de Erradicación Mundial de la Polio, declarando a África libre de poliovirus salvaje después de cuatro años sin detectar ningún caso gracias a la vacunación frente a la polio, sabiendo que el 90% de la población mundial está libre, excepto Pakistán y Afganistán, donde se siguen detectando nuevos casos. La vacunación en el primer año de vida ofrece una inmunidad de por vida, que permitió pasar de los 350.000 casos de 1988 (1.000 personas al día siendo endémica en 125 países), a los 365 casos en 2014 (solo endémica en Afganistán, Nigeria y Pakistán) y a los 176 registrados en 2019. Y sigo con el virus de la viruela, un virus enorme de grande, unas 25 veces más que el de la polio, conocido como el mayor asesino de la humanidad, siendo hoy una de las contadas enfermedades que se han erradicado en nuestro planeta después de que en 1965 la OMS lanzara el Programa Intensivo de Erradicación de la Viruela. En el 430 a. de C. una epidemia de viruela barrió Atenas cobrándose una cuarta parte de su ejército y cuando llegó a Islandia en 1241 mató a 20.000 de los 70.000 habitantes de la isla. Se calcula que entre 1400 y 1800 el virus de la viruela mató a 500 millones de personas por siglo, incluidos el zar Pedro II de Rusia, la reina María II de Inglaterra y el emperador José I de Austria. Va a ser cierto que ante los virus todas las personas eran iguales, de lo que no estoy tan seguro qué sea así en nuestro actual sistema democrático y sanitario. En 1959 Estados Unidos, Europa y Unión Soviética ya estábamos libres, quedando en algunos países tropicales con deficientes sistemas de salud. El último caso apareció en Etiopia en 1977 después de la vacunación masiva que sirvió de cortafuegos frente al virus. Y es que la vacunación, como bien saben, además de inmunizar también reduce la excreción y diseminación  del agente infeccioso, así como los contagios.

El primer método efectivo para prevenir la propagación de la viruela se piensa que surgió en China, alrededor del año 900 a. de C., que consistía en frotar una costra extraída de una víctima de la viruela en el interior de una incisión realizada en la piel de una persona sana alcanzando cierta inmunidad, a lo que se llamó variolización. Este fue el primer método de vacunación realizado en porcino frente a la bacteria del Mal Rojo (Método Fortner y Dinter). En el siglo XVIII un médico de Boston (Zabdiel Boylston,1721) y otro británico (Edward Jenner) llevaron a cabo centenares de variolizaciones, inventando el segundo una vacuna más segura basándose en que la personas que ordeñaban vacas nunca contraían la enfermedad. Otra vez el concepto de One Health y la importancia de la Veterinaria en la Salud Pública que siguen sin entender algunos. Así extrajo pus de la mano de la ordeñadora Sarah Nelmes y la inoculó en el brazo de un joven logrando su curación, lo que publicó y bautizó en 1798 con el nombre de vacunación en referencia al término latino de la viruela del ganado, Variolae vaccinae. Así pues, de un rumor en el mundo animal surgió una revolución médica, de forma que en el siglo XIX los terneros fueron una “fábrica de vacunas”. ¿Podríamos, por favor, reflexionar sobre este punto? Y aquí pongo otro ejemplo, la erradicación de la Peste Bovina a partir del programa de la FAO de 1994 en base a un programa de vacunación generalizado país por país, hasta que en 2011 se hizo oficial después de que en 2001 los Veterinarios detectasen el último caso en un búfalo de agua salvaje en el Parque Nacional de Meru, en Kenia.

Los conflictos políticos y las guerras interrumpieron las campañas de vacunación tanto de la polio como de la peste bovina, y en ambos casos retrasaron su erradicación, permitiendo el regreso del virus a zonas donde ya había sido erradicado. Quizás sea bueno que nuestros dirigentes lo tengan en cuenta en los tiempos que corren de cara a la vacunación frente a Coronavirus. Sir Gordon Scott, uno de los líderes de la campaña de erradicación de la Peste bovina en un artículo científico firmado en 1998 concluyó que el mayor obstáculo fue “la inhumanidad del hombre hacia el hombre”.

Estoy convencido que la vacunación de mano de la ciencia, y no de los políticos, va a ser el final de esta crisis sanitaria por el actual Coronarivus, pero no cualquier vacuna, ni de cualquier manera. Respetemos los tiempos que requieren las cuatro fases en su desarrollo para  asegurar su calidad, seguridad y eficacia, así como las normas sanitarias para evitar la diseminación del virus hasta que tengamos esas vacunas con todas las garantías. Se humano además de ser humano.

“Mirad arriba hacia las estrellas y no abajo hacia vuestros pies. Intentad encontrar el sentido de las cosas y pregustaos por qué existe el universo. Sed curioso. Aunque la vida parezca difícil, siempre hay algo en lo que podéis triunfar. Es importante no rendirse” – Stephen William Hawking (1942-2018)

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA