Agricultores de la zona del Ribota y Manubles rechazan el proyecto de macrogranja de porcino en Malanquilla

Agricultores de la zona de los ríos Ribota y Manubles han expresado su rechazo y preocupación por la posible instalación en la localidad zaragozana de Malanquilla de una macrogranja de porcino con 5.000 animales adultos.

En declaraciones a Europa Press, un agricultor ecológico de Villarroya de la Sierra (Zaragoza), Ángel Polo, ha alertado de que el hecho de que esta granja se vaya a situar aguas arriba de todos los pueblos aragoneses de los valles del Ribota y del Aranda puede generar graves perjuicios para la zona. Además, las aguas subterráneas de estos ríos llegan hasta el río Manubles, que ya se verá afectado en la calidad de sus aguas por la puesta en marcha de la mina de magnesitas Borobia (Soria).

Ángel Polo ha insistido en que este tipo de instalaciones provoca grandes afecciones en las aguas, tanto en las subterráneas como en las superficiales, que acaban llegando a los campos de regadío y, por tanto, a los alimentos y al agua de boca.

«En algunos municipios de Aragón ya no es posible beber el agua de boca por la alta presencia de nitratos en sus aguas. Los nitratos se están convirtiendo en un problema de salud de primer orden, que algunos estudios relacionan con varios tipos de cáncer».

«El nivel de contaminación va a ser muy alto, al final todo se va a los ríos y tendríamos que dejar de beber agua del grifo. También están los olores. Por no hablar del incremento del tráfico de camiones que habrá cruzando la localidad de Villarroya de la Sierra, que ya es bastante intenso», ha apostillado.

En un comunicado firmado por varios agricultores de la zona, se señala que «explotaciones como la proyectada por la empresa catalana Premier Pigs en Malanquilla son una gran fuente de contaminación».

Además, «está incluida como una de las de mayor aptitud trufera en Aragón y que todavía podría desarrollarse mucho más, pero la trufa huele a lo que huele el suelo, si este huele a purín, la trufa también lo hará».

PUESTOS DE TRABAJO

Asimismo, Ángel Polo ha sostenido que este tipo de granjas genera pocos puestos de trabajo porque «se hace todo automático», además, «suelen llevar a sus trabajadores de fuera, que no se quedan a vivir en la zona».

También ha considerado que esta producción industrial de carne perjudica a los pequeños ganaderos. «Aquí hay pequeñas granjas que gestionan sus purines y que no suponen ningún problema, pero este tipo de instalaciones destruye empleo en estas ganaderías y producen mucha contaminación medioambiental».