UPA reclama apoyo para el vacuno de carne como uno de los sectores «más afectados» por la COVID-19

UPA lamenta que el vacuno de carne no aparezca recogido en la Orden de la Consejería de Agricultura y Ganadería que aparece publicada en el Bocyl sobre ayudas para ganaderos de cochinilllo, cerdo ibérico y ganadería de lidia afectados por la pandemia del COVID-19.

«Nuestra organización recuerda sobre la situación crítica que está atravesando el vacuno de carne de Castilla y León, clave para muchas economías familiares, con caída de precios en origen que en algunos casos supera hasta el 30 por ciento y que supone hasta 200 euros menos por animal, e incluso con cierre de canales de comercialización», explica la organización a través de un comunicado remitido a Europa Press.

En estos momentos la ganadería extensiva en zonas desfavorecidas o de montaña en Castilla y León está en «serio riesgo» porque las explotaciones están produciendo por debajo de los costes de producción. «Los ganaderos de vacuno de carne no deberían haber quedado fuera del apoyo de la Junta de Castilla y León, a pesar de las reiteradas peticiones en las últimas semanas por parte de UPA para que pudieran ser beneficiarios del paquete de ayudas puesto en marcha por el Gobierno regional», añaden.

Dada la situación «extrema» de este sector, UPA reclama a la Consejería de Agricultura y Ganadería que convoque una línea de ayudas destinadas exclusivamente a este sector con el objetivo de minimizar los efectos de las restricciones impuestas por el estado de alarma.

«Al igual que se ha hecho con corderos, cabritos o cochinillos, nuestra organización considera que el vacuno de carne, fundamental en muchas zonas de la región, está pasando una situación dramática con precios que han caído en picado, por lo que urge un apoyo específico por parte de la Administración regional», reclaman.

UPA ve «clave» que el Gobierno autonómico preste apoyo a un sector que cumple una función importante en la vertebración de los entornos rurales y que debe valorarse en toda su dimensión, a fin de evitar, por todos los medios la pérdida de cabañas ganaderas, cierre de explotaciones y freno al relevo generacional.